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Imagen de Justina González Morilla. Sandra Santos

La valentía de ser la primera mujer en las aulas de Veterinaria de España

Justina González Morilla ·

Una mujer imparable, incansable e inconformista que consiguió cambiar la perspectiva en las facultades de veterinaria y medicina siendo pionera en realizar estos estudios en una época en la que estaban 'reservados' para los hombres

I. Santos

León

Viernes, 6 de marzo 2020

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La primera mujer en las aulas de Veterinaria era imparable, inconformista, valiente y leonesa.

Justina González Morilla nació en Matanza de los Oteros el 7 de Octubre de 1903. Hija de Maximiliano González Ruiz, titular veterinario e Inspector Municipal de pueblos cercanos y Nazaria Morilla Luengos. Su abuelo paterno también fue veterinario en Valencia de Don Juan. Por ello, desde pequeña estuvo en contacto con esta profesión y tal como recuerda la investigadora Beatriz García Prieto: «le venía de raza querer estudiar a los animales».

Justina, en el centro de la imagen con sus compañeros de promoción.
Justina, en el centro de la imagen con sus compañeros de promoción.

Pero la leonesa tenía unas expectativas diferentes y «no era nada conformista», por lo que no se conformó con ser la primera mujer en las aulas de veterinaria, sino que decidió estudiar medicina a la vez.

«Plantearse ahora hacer las dos carreras es una locura», reconoce Beatriz García, quien remarca que «Justina se lanzó y luchó por su propósito y por supuesto que lo consiguió». Justina termina la carrera de veterinaria en enero de 1928 y la de medicina en junio del mismo año. Cursa las especialidades de odontología y pediatría en la Facultad de Medicina de San Carlos y en la Escuela Nacional de Puericultura, durante los años 1929 y 1930. Y se convierte de este modo en la primera médica, la primera odontóloga y la primera pediatra de León.

Orla de Veterinaria.
Orla de Veterinaria.

En tan sólo 18 años, desde que comenzó sus estudios la leonesa, natural de Matanza de los Oteros, obtiene las titulaciones que la convierten en una de las mujeres más importantes de la historia de la provincia. Una leonesa incansable a quien nada se le puso por delante. «Era realmente incansable», recuerda la investigadora.

Cercana a su comarca

A pesar de haber estudiando en las mejores facultades de España, Justina González regresa a su León natal y establece su consulta en Valencia de Don Juan. Comienza a ejercer de médica y odontóloga en agosto de 1930, aunque unos años más tarde trasladaría su consulta a León.

Justina (sentada en el centro de la imagen) con las compañeras de la Residencia.
Justina (sentada en el centro de la imagen) con las compañeras de la Residencia.

Una mujer que desprendía fuerza y orgullo. Características que tal vez le llevaron a ser propuesta, tras la Guerra Civil, a formar parte de Sección Femenina. Una proposición que rechazó, ya que «tenía otros principios, aunque era de tradición conservadora» demostró «con valentía» en múltiples ocasiones que su forma de ver la vida era diferente.

Justina fue una leonesa pionera y no sólo por sus estudios, sino porque a pesar de las dificultades que tuvieron que vivir las primeras mujeres que entraron a trabajar en especialidades reservadas, hasta entonces a los hombres, a ella nadie le pudo poner freno.

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