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Los pacientes trasplantados pasan previamente por la UCI del Hospital de León. Inés Santos

Superhéroes que regalan vida: los donantes de órganos

Con motivo del Día Internacional del Trasplante, la unidad de trasplantes del Hospital de León hace un llamamiento a la concienciación en una provincia que supera la media nacional con 71 donantes por medio millón de población y en la que en 2018 el altruismo de 32 personas permitió la extracción de 93 órganos

A. CUBILLAS

León

Miércoles, 27 de febrero 2019, 13:23

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Los hospitales están llenos de superhéroes. Algunos no les ves, sin embargo, sus poderes son únicos. Te hacen el mejor posible. La vida. Porque donar, al fin de cuentas, es regalar vida.

Y en España hay muchos superhéroes. Tantos que desde hace 27 años España lidera el ranking trasplantes y donaciones de órganos y, en los últimos cinco años, la donación ha anotado un incremento del 37%.

En León, el altruismo de 32 personas permitió la donación de 93 órganos o, lo que es lo mismo salvar 93 vidas a lo largo del 2018.

Es el resultado de la concienciación social en la que se incide desde el Hospital de León con motivo del Día Internacional del Trasplante que se celebra este miércoles 27 de febrero y que leonoticias conmemora acercando el servicio de trasplantes del Caule.

Un servicio que arrancó a finales de los años 80 bajo el protocolo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y que desde hace casi ya doce años lidera la doctora Ana María Domínguez Berrot con la complicidad e implicación de un extenso grupo de facultativos.

El donante más joven en el Hospital en 2018 fue un joven de 30 años y el mayor tenía 86 años y cuatro de los 32 fueron por traumatismo craneoencefálicos, dos por accidentes, uno por una caída y el cuarto por un disparo

La peculiaridad de León es que es un Hospital meramente extractor a excepción de las córneas, tras lograr la acreditación en mayo del 2005. En Castilla y León sólo tres hospitales son implantadores de órganos y tejidos. Concretamente, el Hospital Clínico Universitario en Valladolid realiza implantes de corazón y de riñón.

Por su parte, el Rio Hortega, también en Valladolid, realiza implantes de hígado mientras que el Complejo Asistencial de Salamanca es el único capacitado para implantes de páncreas.

Cirugías complejas

Una vez que la familia ha dado el consentimiento, se activa un protocolo de actuación que en caso de tratarse de una donación multiorgánica implica la intervención de más de 100 personas, con cirugías complejas.

En primer lugar, se lleva a cabo la práctica de las pruebas analíticas y diagnósticas para detectar si se pueden ofertar los órganos, es decir, para testear que sean perfectos. En ese momento, desde el Hospital de León se contacta con la ONT que será la encargada de distribuir los órganos.

En este sentido, el primer criterio que se atiende es la proximidad «para garantizar que el tiempo desde que se extrae hasta que se implante sea el más corto posible y limitar así el tiempo de isquemia, es decir, que se mantenga lo menos posible el órgano sin recibir sangre».

El trasporte de los órganos extraídos en León se realiza siempre por ambulancia o avión , nunca en tren o helicóptero

De ahí que los riñones, hígados y corazones que se extraen en León mayoritariamente se trasladen a Valladolid mientras que los pulmones se envían a Santander o Galicia dado que en Castilla y León no hay implante pulmonar. Un trasporte que se realiza siempre vía ambulancia o avión que dispone para ello la ONT. Nunca en cualquier otro medio de trasporte.

Un criterio, el de proximidad, que se disipa ante una 'urgencia 0', cuando una persona necesita un órgano en menos de 48 horas o sino se muere. «Da igual que lo más cercano sea Valladolid si es Córdoba el que necesita un hígado», señala la doctora, que asegura que, al margen de esta excepción, se intenta dar respuesta a las listas de los hospitales más próximos.

Una vez organizado y activado todo el equipo, se inicia el proceso propiamente de extracción de órganos a través de un cirugía «complicada» que implica una compenetración casi al milímetro dado que al equipo médico de León se suman los facultativos de los hospitales que, posteriormente, acometerán el implante.

«Hay que coordinar a mucha gente y mantener un equilibrio para mantener cada órgano, una labor que corre a cargo de la UCI de León, y con las extracciones. Son cirugías complejas», asegura Domínguez Berrot.

Del corazón a los riñones

Por ejemplo, en una donación multiorgánica el primer órgano que se extrae es el corazón, por tener un tiempo límite de implantación que oscila entre la hora y la hora y media. Por su parte, los pulmones y páncreas tienen un límite de dos horas mientras que los hígados ascienden a seis horas y el riñón a 12.

Una vez extraído, es en el propio quirófano donde se da la validez del órgano y se llama al hospital receptor para que prepare al paciente que va a ser implantado, con el objetivo de reducir el tiempo y que una vez que llegue el órgano al hospital, el paciente ya esté en el quirófano y preparado para la extracción.

Los principales donantes se producen por muerte encefálica, paradas cardiorespiratorias y traumatismos craneoencefálicos con la asistolia –donantes a corazón parado- como la gran oportunidad para crecer en donación

«En el minuto que se clampa la aorta, es decir, se para el corazón y se entra en tiempo de isquemia empieza un trabajo que requiere mucha coordinación y con un halo de tensión. Primer se extrae el corazón, después el pulmón, el hígado, en páncreas y los riñones y todo en menos de una hora».

En ese momento, el órgano se introduce en una de las neveras y se cumbre complemente con hielo y un equipo médico se encarga de trasladarlo al hospital implantador. «Requiere la implicación de un gran equipo», señala la responsable de la unidad.

En caso de viajar en avión, es la ONT la que organiza los vuelos, con facultativos como personal de cabina y propiamente acreditado para ello. «Hay veces que se ha tenido que abrir el aeropuerto a las dos de la mañana para trasladar un órgano».

La doctora Ana María Domínguez Berrot muestra una de las neveras que sirven para trasladar los órganos. I. Santos

Donación en asistolia, una oportunidad

El trasplante de órganos humanos procedentes de donantes a corazón parado, también denominados donantes en asistolia se incorporó el pasado mes de marzo en el Hospital de León y han sido tres las donaciones que se han llevado a cabo.

Una primera, con un donante de riñones, la segunda de hígado y riñones, y la tercera de hígado, riñones y pulmón. Las tres fueron un éxito. «Fue un hito para León», asegura la doctora Ana María Domínguez Berrot, al frente de la unidad de trasplantes del Hospital.

Se trata de la donación de aquellas personas que pese a tener un pronóstico de muerte no han llegado a la muerte encefálica. De esta forma, se para la ventilación mecánica y, por ende, el corazón, iniciándose un circuito extracorpóreo que permite mantener la circulación de la sangre con una máquina, de forma que los organismos siguen como si estuviera funcionando el corazón.

«Supone un avance importante de la donación en toda España», señala la doctora, que a pesar de que implica una infraestructura compleja permite obtener órganos válidos y, por lo general, de donantes más jóvenes. «Es la forma en la que vamos a poder crecer de aquí en adelante ya que por la donación de muerte encefálica posiblemente pocos más donantes se van a conseguir y la forma de crecer será con donación en asistolia».

Población envejecida

La característica fundamental de la provincia es que tiene una población envejecida, lo que limita los órganos que se pueden extraer, con una elevada tasa de donación de hígados y riñones.

La respuesta está en que para la donación del hígado no hay límite de edad, con el único requisito de sea sano. «Aquí hemos extraído algún hígado de 91 años que se ha implantado y está funcionando», señala la doctora Domínguez Berrot, que recuerda que poco a poco se está reduciendo también los límites para la implantación de riñones, extrayéndose incluso de 80 años.

El Hospital de León ha conseguido extraer y que se implante un hígado de 91 años de edad con éxito y en pleno funcionamiento

Lo mismo ocurre con las córneas, cuyo único requisito es que sean de calidad. En el otro lado de la balanza, el corazón y el páncreas así como los pulmones cuyo mantenimiento ha permitido subir el límite de 65 años incluso por encima de los 70.

La evolución del servicio ha ido en paralelo al resto de España, un país puntero, según recuerda la doctora Domínguez Berrot, que recuerda que en estas tres décadas se ha registrado un aumento de la tasa de donantes a la par que se han disminuido las negativas.

«Hace años era impensable tener 25 donantes por millón de población y ahora estamos por encima de 50». Sin embargo, en León la tasa es superior a la media, con 72 donantes por cada millón de población. «La sociedad está bastante concienciada, ha sido el trabajo durante muchos años».

«Cuando a un familiar, que dos horas antes estaba bien, le da una hemorragia cerebral y se muere sólo quieres llorar. Sin embargo, incluso en esos momentos cuando les pides los órganos acceden si así era su voluntad. La población española es solidaria y es consciente de que nos puede tocar a nosotros, a un hijo o a un familiar».

Hablar con la familia

Sin embargo, se necesitan donantes. El por qué se encuentra en las 6.000 personas que de media esperan en España, de los que entre el 8 o el 10% se mueren esperando un órgano. «Mientras haya gente que se muera esperando un órgano hacen falta».

Y por ello, desde la unidad de Trasplantes del Hospital de León animan a la población a hacerse donante, bien a través del carnet o del documento de instrucciones previas. En cualquier caso, recuerda la doctora Domínguez Berrot, lo importante es trasladar su voluntad a la familia.

«La ley en España lo que dice es que todos somos donantes salvo que en vida hayamos dicho lo contrario por lo que en principio cualquier persona que es candidata. Sin embargo, en la realidad siempre hablamos con la familia para que autorice la donación, nunca vamos en contra de su opinión porque al final son los que conocen al paciente».

Familiares que, de alguna forma, también se convierten en superhéroes anónimos que dan una seguna oportunidad a los que más lo necesitan.

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