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Pedro Sánchez durante el acto en el Palacio de Exposiciones.R.F.

Sánchez, como estrella del rock ante un alcalde para 'castillaleón'

El acto público celebrado en el Palacio de Exposiciones reúne a la familia socialista leonesa que aclama a su líder y deja al otro lado de la rotonda las protestas leonesista y por el tren

Domingo, 26 de octubre 2025, 13:21

Había incluso nervios cuando aún quedaba una hora para que el presidente hiciera acto de presencia. Los más madrugadores buscaban los mejores asientos, aquellos que les situaran lo más cerca posible del escenario que presidía una pantalla gigante en la que se podía leer «Carlos Martínez 2026. Un alcalde para Castilla y León». Y eso dejaba claro para quién se había montado todo esto.

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El Palacio de Exposiciones de León, en su sector central, fue el lugar elegido para la quinta visita de Pedro Sánchez a León, esta vez rodeado de los suyos, que le esperaban alrededor de la tarima central.

Había ambiente festivo, en parte por la música atronadora con temas que todos conocían. No faltó Chayanne ni Rozalén, e incluso se coló La Morocha, todo un himno al buen rollo. Para hacer más amena la espera, tocaba saludar y repartir abrazos y besos entre la familia socialista.

Una de las personas más perseguidas por las cámaras era Demetrio Madrid, el único presidente socialista de la Junta de Castilla y León; lo fue hasta que apareció Carlos Martínez, quien se llevaba las peticiones de fotografías de los asistentes. Una de esas instantáneas recogió a cuatro secretarios generales de los socialistas en la comunidad: Demetrio Madrid, Ángel Villalba, Luis Tudanca y Carlos Martínez.

Las sillas, que hasta ese momento se mantenían vacías, estaban preparadas con banderas del PSOE, del orgullo LGTBI y de España. Ausencia total de la marca Castilla y León -y León- en un acto en el que se iba a ensalzar a su candidato en esta comunidad. Entre los asistentes, en un segundo plano, el alcalde en funciones de León, Vicente Canuria, que hacía las veces ante la ausencia de Diez, de viaje en Ayamonte con Angustias.

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Llegada de los protagonistas

Tras una cuenta atrás, comenzaron las presentaciones. Al más puro estilo pista deportiva. En primer lugar entraron los secretarios generales provinciales y, más tarde, los autonómicos de Galicia y La Rioja, además de las ministras Ana Redondo, Elma Saiz y Pilar Alegría. Sonaba «Todos los besos que damos», de los vallisoletanos Siloé, y no podía haber mejor nombre de canción para hacerlo porque tuvieron que repartir unos cuantos.

Y a Pedro Sánchez le tocó una de rock, Rosendo con su 'Agradecido'. Todo ello acompañado de los aplausos del público, que cerraba el pasillo por el que accedía el secretario general y le impedía avanzar. A lo más puro estrella del rock, tuvo que ser su seguridad quien le abría camino para avanzar hacia el escenario. Jaleado y animado, con las banderas abatiendo en los asientes, el presidente se dirigió a los suyos para saludarles.

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Durante la aparición por el escenario de Cendón, Rubio, Martínez y Sánchez, el público interrumpió cada pocas palabras para aplaudir. Fue el candidato a la Junta quien aclaró sus errores con la pronunciación del nombre de la comunidad y expuso su truco: «Me dicen que digo castillaleón. Pues me han enseñado un truco: decir Castilla y León, y Segovia, y Burgos, y Soria...», intentó bromear, sin llegar a comprender que la segunda parte del nombre hace referencia a la región y no a la provincia.

Fue tras su intervención, pasadas las 12 de la mañana, cuando se cerraba el acto y le tocaba volver a recibir un baño de masas por parte de los asistentes. Sánchez se detuvo a conversar, fotografiarse y abrazar a militantes y simpatizantes socialistas que se habían acercado al Palacio con el único objetivo de mantener un contacto con su estrella. Fueron pocos minutos, aunque de una intensidad inusual, con el presidente rodeado de una nube de seguidores que le aclamaban y llamaban su atención.

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Protestas en el exterior del Palacio

Este clamor en favor del líder socialista, chocaba con la imagen que se vivía en el exterior del recinto.

Acompañados por tres furgones de la Policía Nacional, un grupo de un centenar de manifestantes intentaron llevar sus protestas al presidente del Gobierno, aunque no lo consiguieron. La distancia era suficiente para que no hubiera opción a intentarlo.

Al otro lado de la rotonda del Santo Cristo del Perdón, lejos de la zona por la que accedió la comitiva presidencial, un grupo de leonesistas acudió para exigir la 18 comunidad española. Pancartas y banderas de León brotaban para intentar hacerse escuchar. Junto a ellos, también estaba la plataforma en defensa del tren de Feve y su llegada al centro de la capital, que incluso acudía con el pendón de uno de los pueblos por los que pasa la vía estrecha. También acudieron, con la alcaldesa de San Andrés del Rabanedo a la cabeza, los ciudadanos que reclaman a Óscar Puente y Adif el soterramiento de las vías a su paso por Trobajo del Camino.

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