El Húmedo y la Plaza Mayor respiran a medio gas con un ambiente confinado, tempranero y con hora de retirada
El primer sábado del confinamiento de León ha dejado ciertas estampas que aunque se repetían en los últimos fines de semana han aflojado en lo que respecta a la afluencia
Toca retirarse antes, por lo que no son pocos los que deciden echar atrás las manillas del reloj. La actividad, la misma. Un café, unas cañas o unas copas entre amigos. Las risas son las de siempre, pero el ambiente ha caído. No faltan los que resisten, pero las tardes no son las del Húmedo, el Romántico o la Plaza. Esto es otra cosa.
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«Hay gente de León, otros se quedan en casa, pero por la calle son menos. Los que salen lo hacen antes y en plan tranquilo», comenta Ana, dueña del Jabugo, un local mítico del Barrio Húmedo.
El primer sábado del confinamiento de León ha dejado ciertas estampas que aunque se repetían en los últimos fines de semana han aflojado en lo que respecta a la afluencia. No son pocos los que han decidido quedarse en casa o apurar las horas en el hogar antes de dar una vuelta, aunque no sobraran sitios libres en la Plaza. Lo que está claro es que ha tocado cambiar de hábitos.
«Hemos adelantado el horario porque luego queremos ver a la Selección», asegura uno de los cuatro jóvenes que comparten mesa en la Plaza Mayor. «Cuesta, apetecer quedarse más, pero es lo que toca».
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Unos metros más allá, el ritmo es de cafés. Cinco amigas intercambian impresiones de la tarde y se sortean quién va a hablar con el reportero. «Yo creo que la gente se lo toma un poco como le da la gana, pero bueno», asegura la que toma la palabra.
Con mascarillas y contados casos de mesas a rebosar de jóvenes y no tan jóvenes, el sábado se mira desde la ausencia. No hay calor, no hay tanto ambiente y sí hay hora de retirada. Y como en todo, opiniones para todos los gustos.
«Yo lo veo mal, pero porque no veo problema en estar dos horas menos en la calle, no creo que solucione nada», comenta un joven a las puertas del Jabugo.
Sábado tarde en un León confinado que cierra a las once. Lejos quedan los sábados memorables cuando toca cuidarse. Habrá tiempo de volver.
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