La Diputación instará a la Junta a que retire su plan sanitario tras un duro debate entre los grupos
Ciudadanos asume la bandera del proyecto sanitario autonómico con el apoyo del PP, en un pleno que centró el debate en qué debe o no hacer la Junta de Castilla y León
Los decibelios han aumentado en el Palacio de los Guzmanes según se han ido alejando los comicios generales. Es tiempo de política sin cita con las urnas a la vista, aunque el debate aborde cuestiones propias de administraciones ajenas. Nada raro desde tiempos inmemoriales, pero sorprendente a juzgar por el discurso habitual de la cámara.
El pleno ordinario centró el debate en la moción llevada a la sesión por el grupo socialista, en la que se insta a la Junta a frenar el Plan de Reestructuración Sanitaria. Hubo discusión en la comisión previa, lo que hacía esperar la réplica en el pleno.
Antes de todo, Gemma Villarroel (Ciudadanos), Manuela García (Partido Popular), Matías Llorente (UPL) y Carolina López (PSOE) dieron lectura a un manifiesto contra la violencia machista acordado por todos los grupos como muestra de repulsa total ante la lacra que vive el país.
También hubo tiempo para que el portavoz popular, Francisco Castañón, agradeciera al equipo de gobierno que, pese a los cambios de diputados por la marcha de Juan Martínez Majo, los populares mantengan la presidencia de la Comisión de Cuentas.
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Entrando en materia, el portavoz del PSOE, Nicanor Sen, fue el encargado de defender la moción contra la reforma sanitaria. En su intervención destacó que «nos hubiera gustado que el resto hubiera apoyado la propuesta en algo tan importante», añadiendo que «lo que ha conseguido la consejera no solo es el enfado de los ciudadanos, sino también el de los profesionales».
Oposición frontal
Quien defendería con más ahínco la posición contraría de la moción sería Gemma Villarroel. La portavoz de Ciudadanos expuso la «frustración» que supone «ver que se oponen a algo que ni siquiera ha comenzado». La diputada acusó de mentir al grupo socialista, apuntando a que «no se han cerrado consultorios ni se van a cerrar».
Para defender su postura, Villarroel leyó la carta de una médico en la que exponía que, si bien es profesional de la medicina, «no tiene que ser chófer [los hay más baratos, informática, psicóloga o asistente social».
Francisco Castañón también se unió a la crítica contra la moción, llamando a los socialistas a sumarse al pacto por la sanidad en las Cortes de Castilla y León. «Confío en que superen el 'tragantón' de no gobernar la Junta y dejen a un lado las leyendas urbanas y los monstruos sobre que van a desaparecer los consultorios».
«Luego no podremos hablar de despoblación»
Era el turno del leonesista Matías Llorente. Tras aclarar que él no estuvo en la comisión de la que salió la moción, el portavoz de UPL y vicepresidente de la Diputación estimó que «si desaparece la sanidad rural no podemos hablar luego de despoblación». En una dura intervención, Llorente defendió que «lucharé porque tengamos una sanidad digna, que es lo mejor que tiene este país, de forma que no tengamos que marchar a la ciudad para ser atendidos».
Nicanor Sen tomó de nuevo la palabra para ironizar sobre si el pacto entre PP y Ciudadanos en la Junta «venderá los consultorios vacíos para que se pongan teleclubs», apostillando que tanto el Colegio de Médicos como los sindicatos «se oponen al plan».
Castañón propuso que, en vez de debatir la moción presentada, «se proponga presentar una conjunta en la que se proponga aumentar el número de plazas acreditadas para la formación en Facultades de Medicina o el número de plazas MIR».
Por su parte, Gemma Villarroel descartó que la Junta esté llevando a cabo recortes, recordando que «el PSOE debería mirar su programa, porque llevaba esta misma propuesta que se está tratando de ejecutar».
¿Mentirosos?
El último en tomar palabra en el debate fue el presidente de la institución provincial, Eduardo Morán, quien señaló que «el título oficial de mentirosos lo tiene Ciudadanos, que hoy dice una cosa y mañana lo contrario» y criticó que «Igea suelta un globo de dudo, al día siguiente Mañueco dice que fueron declaraciones horribles, creando así nerviosismo e inquietud».
«No queremos que se deteriore el servicio sanitario y reflejamos el nerviosismo de alcaldes, concejales y la gente que gestiona el medio rural, por lo que seguiremos trabajando para dotar de mayor número de servicios al medio rural para que la gente no se vaya», concluyó Morán.
La moción fue aprobada por trece votos a favor y doce en contra, en una propuesta que dividió a los grupos en un duro debate.
