Un gato observa la aguja con la que va a ser tratado en una consulta veterinaria.
Blanca Mª Blanco, Confederación de Empresarios Veterinarios de León

«Mi código deontológico me pide salvar animales; la ley, que los deje morir»

La presidenta de Ceve en León comenta que los cambios introducidos en el Real Decreto 666/23 que les impide prescribir y administrar medicamentos a las mascotas «son insuficientes»

Martes, 28 de octubre 2025, 08:11

Se han realizado algunas modificaciones en el Real Decreto 666/23 que ha actualizado la definición de dispensación buscando eliminar la inseguridad jurídica que generaba la primera redacción que había provocado dudas y críticas en clínicas y farmacias. Al menos, esa era la intención desde el ministerio de Sanidad, pero dichos cambios no han sido acogidos así por los veterinarios en León y el resto de España, sobre todo por los dueños y responsables de clínicas.

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Blanca Mª Blanco es una de esas profesionales y dueña de una clínica en León, donde es además la presidenta provincial de Ceve, la Confederación de Empresarios Veterinarios; y asegura que esas modificaciones introducidas son insuficientes y, por eso, las protestas y otras acciones van a seguir: «Estos últimos pasos los valoramos muy bien porque los hemos dado nosotros. La iniciativa legislativa popular (ILP) la hemos tenido que presentar desde Ceve porque el Consejo General de Veterinarios se va rezagando por todas las vías ,y porque recoge los términos que pedíamos nosotros, que eran un poco diferentes a los que pedía el Consejo».

La presidenta de Ceve en León se refiere a una ILP que se ha puesto en marcha en octubre de 2025. Por delante tienen nueve meses para conseguir medio millón de firmas para lograr varios objetivos. Uno de ellos es clave: «Queremos dispensar directamente los medicamentos en las clínicas, buscar la libertad para la prescripción que nos han restringido. Desde este RD 666/23 no nos permiten prescribir ciertas medicaciones que son necesarias para los animales de compañía«.

«El médico puede, el veterinario no»

«No hay ningún fármaco específico para la epilepsia en gatos«, subraya Blanca poniendo ejemplos que observa a diarios en su centro veterinario en León, »pero yo tengo tres gatos con epilepsia en la clínica y les estoy dando una medicación de forma ilegal. Si cualquiera de sus clientes sale por la puerta y decide denunciarme me expongo a una gran multa. ¿Qué hago? ¿Los dejo convulsionando en su casa? No lo hago aunque yo no le puedo dar un fenobarbital, porque en este país ese fármaco no está licenciado pero en otros sí. Otro ejemplo: si tu gato vomita le vamos a dar Cerenia pero aquí no se lo podríamos dar aunque en Inglaterra, Estados Unidos o Bélgica sí. Pero como en España el laboratorio no ha pagado el derecho de poner 'gato' en el prospecto, pues no se puede. Sin embargo, a mí el médico sí me puede dar una medicación que es para la próstata, aunque mi problema sea unos cálculos urinarios aunque no venga en el prospecto. El médico puede, el veterinario no, porque somos menos».

El problema de fondo que observa Blanca y muchos otros veterinarios que tratan animales de compañía es la equiparación de tratamientos entre ganadería y mascotas: «Si un día cumpliéramos realmente la ley tal cual la han sacado, sería el día que los tutores de los animales se lanzarían a la calle o vendrían a por nosotros con una escopeta por dejar morir a su mascota. El gran problema que hay en España es que comparan al ganado con los animales de compañía. No puedes hacer una ley que sea común para una vaca, para un cerdo o para un pollo, que para un perro o un gato porque no nos los comemos».

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«No podemos callar más, es imposible trabajar»

«No se han sentado en ningún momento a negociar con nosotros«, se queja molesta Blanca sobre la postura del ministerio: »Esta es la primera vez que los veterinarios protestamos porque es la primera vez que agreden a nuestra libertad profesional. Hemos ido tragando pero hemos llegado a un punto en el que no podemos callar más porque se hace imposible trabajar. Yo 'delinco' en mi negocio del orden de ocho a diez veces diarias. Es eso o tienes muertos. ¿Y qué prefiere la gente, qué ocurre? Que como no permitimos que haya esas muertes, los propietarios creen que esto ya se ha solucionado todo y esto, lo que nos genera, es una inseguridad jurídica tremenda. Es difícil ponerte en la tesitura de querer cumplir con tu código deontológico porque es algo que me obliga a ayudar a un animal siempre que pueda hacerlo y exponerme a multas muy cuantiosas».

Tras un verano en el que se han frenado las medidas de protesta en parte por la expectativa de una modificación del RD 666/23, se van a retomar con la recogida de firmas para la ILP en el centro de todo:«Ahora mismo ya tenemos previstas manifestaciones, caceroladas y más acciones que vuelvan a dar visión al problema. La recogida de firmas se hará en las clínicas, en el Colegio de Veterinarios y si algún otro negocio o asociación quiere también se va a poder hacer aunque hay unos requisitos muy cerrados. Por eso contamos con una empresa que ya ha llevado más ILP para que se haga de forma correcta», comenta Blanca.

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«Con esta ILP queremos ir todos de la mano, aquí el Colegio de León nos apoya, y vamos a intentar recabar las firmas para que la iniciativa llegue al Congreso aunque no es ninguna garantía porque luego se tiene que aprobar allí», recalca la presidenta de la patronal de clínicas veterinarias en León

«Algunos están satisfechos, otros piden la derogación del RD 666/23»

Afirma Blanca Mª Blanco que cuenta con el apoyo del Colegio de Veterinarios de León. Su presidente, Luciano Díez, comenta a Leonoticias que «con estos cambios -introducidos en septiembre- se satisface una de las reclamaciones que se han realizado desde que comenzó 2025 pero otros veterinarios, como propietarios de clínicas, quieren que se derogue por completo el RD 666/23 para que, además de recetar puedan vender en sus clínicas los medicamentos que consideren necesarios».

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Luciano explica una parte fundamental de la queja que sigue sobre la mesas: «Si de un envase en el que hay veinte dosis, hay un paciente que sólo necesita tres, se le recetan y venden esas tres mientras que las otras 17 quedan para otros pacientes. Si esos medicamentos llegan a caducar se recogen en el sistema que está previsto, similar al Sigre de las farmacias», algo que, tal y como está ahora la ley, no está permitido.

«Con esto, además de velar por su beneficio económico, al igual que con la venta de otros productos como piensos o juguetes para mascotas, se busca reducir el desperdicio de medicamentos», afirma Luciano Díez.

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