La caza del Gordo abre la veda en León
Las administraciones reciben el aluvión final de clientes, con «el 13, el 15 y el 69» como terminaciones fetiches y el 7, número atribuido a la suerte, escaseando
En Gil y Carrasco se reclama «un 6 para la familia»; en Santa Clara «cinco números acabados en 3»; en Padre Isla descartan podernos atender; y en Ordoño uno pide «un 2» y el siguiente «el que toque». Tampoco son ajenos a esta situación en Botines, donde incluso algún político se acerca a rascar algo de suerte.
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El estrés lo manifiesta una lotera tras el cristal. Mientras organiza décimos reservados recibe un par de llamadas que la bloquean. «Mejor ven por la tarde, o mañana», nos dice. Son días en los que las administraciones no dan a basto y, nos aseguran, que lo peor llegará en los últimos días y la tormenta empezó hace ya varias semanas.
Con el anuncio de la Lotería resonando y las luces navideñas dando el segundo aviso, los leoneses se han lanzado a la caza del Gordo. Todos quieren emular al vecino que se llevó hace unos meses un décimo con El Niño, que dejó casi 100 millones de euros en la ciudad a principios de año.
Y aunque no se cansan de insistir en que la probabilidad del primer premio es de 1 entre 100.000, la ilusión de la Navidad ilumina el camino hasta los despachos para un sorteo que, quien más o quien menos, todos juegan.
«Estamos a tope hasta el día del sorteo»
Está sola al otro lado de la ventanilla y compagina atendernos con cumplir con su función ante los clientes que de poco en poco van entrando en el local. La 'Perico Quinielas' de Gil y Carrasco lleva «desde muy pronto, desde el verano» vendiendo décimos para el Sorteo Extraordinario de Navidad. «Ahora estamos a tope y, hasta el día del sorteo, se vende mucha».
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La principal petición en este 2025 es la terminación del año. «Es el primero que se agota». Al igual que los del nacimiento: «Los mil novecientos y pico», además del 13 y el 15, afirma Laura Alonso.
El arreón final lo tienen en la Administración 25 la última semana, aunque noviembre es el mes «en el que se empieza a comprar en grandes cantidades», mientras que el verano tiene como público al turista que se la lleva a su ciudad. «Es una lotería que también juega la gente joven por ser más tradicional».
«Está siendo mejor que el año pasado»
En el estrecho pasillo de Botines, Luis Aguado no para de atender. La mayoría son gente de diario, de Quiniela, Primitiva y Euromillones, pero siempre hay algún pecador que se deja tentar por el Gordo.
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«De momento la venta está siendo incluso mejor que el año pasado», reconoce. Y eso a la espera de que el puente sirva de 'agosto' para los loteros. «Siempre es a partir de ahí cuando la gente se pone a comprar más».
El primero en agotarse en la Administración 9 fue el número de la casa que se repartió en verano. Y entre las principales peticiones se repiten el 13 y el 69, «imposible hacerse con ello», advierte.
«A última hora vienen los que no tienen predilección»
Rubén Ortega saca pecho: «Esta Administración tiene más de 150 años», como muestran las imágenes históricas repartidas por el local. Por allí pasan «clientes de toda la vida y mucho turista», al estar en el centro. Además, desde el pasado año, «con el encendido aquí al lado» esa fecha están a tope.
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Las ventas están yendo como en años anteriores con determinados números que se agotan pronto, como el de la casa; mientras que los de asociaciones y colectivos tardan algo más. «A última hora nos llegan los que no tienen predilección por ningún número». Eso sí, el cliente es fiel a los abonados y tiene «manías» como buscar la fecha de nacimiento o la terminación en 7: «Ese se ha agotado y no tengo ningún décimo».
La mayoría que acude a 'La 2 de León' acaba comprando lotería de Navidad. Desde el día del anuncio hasta el 21 de diciembre «la afluencia es muy grande». De hecho, en todo el mes de diciembre, no cerrarán ningún día.
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«Tengo todavía todas las terminaciones»
En la número 6, Lola Abad no se lleva ninguna sorpresa con la afluencia de público de estos días. «Es todos los años así», y hace un recorrido temporal del prototipo de ritmo de ventas: «En noviembre se acuerdan de que va a ser la lotería y empiezan a coger, y en diciembre ya no es tan fuerte».
Muchos leoneses se han «cargado» de décimos en vacaciones y tiran de la cafetería habitual para completar sus números de la suerte. «Si les falta alguno concreto, vienen a por él. Son más selectivos en este tramo». Y en esa selección siempre están el 13, el 69, el 15 y el 25. Quizá no la decena, pero la última cifra aún tiene de todas en su despacho.
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Y los hay indecisos hasta el último momento. «Me dicen: dame el que quieras; y luego te dicen: bueno, mejor el 7 o ese no que ya se ha salido mucho».
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