Los agresores de Olegario Ramón: «No le conocía. Ponferrada es un pueblo pobre y no me llama»
Uno de los acusados culpa al político socialista de la situación y afirma que él «es la víctima», recordando que su manifestación fue «pacífica» para «resolver el problema de España»
Acompañado por los diputados Octavio González y Patricia Martínez, Olegario Ramón llegaba a la Audiencia Provincial de León con su pin de presidente del Consejo Comarcal del Bierzo.
El exalcalde de Ponferrada y secretario local de la agrupación socialista en la ciudad ha podido ver, cara a cara, a las dos personas a las que acusaba de una agresión ante la sede del PSOE de la capital berciana, el 11 de mayo de 2024, durante las protestas contra el Gobierno que se extendieron por todo el país.
El primero en prestar declaración ha sido uno de los acusados. Fernando P.C. ha dejado frases contundentes como las siguientes: «No conozco a Olegario Ramón. Me aburre Ponferrada. No sé ni qué es el Consejo Comarcal. Yo soy la víctima».
Todo ello al ser preguntado por las partes sobre su involucración en la agresión donde tiró al suelo y pateó el móvil del presidente comarcal.
Él se encontraba en una protesta que intentaba «resolver el problema de este país con la bandera española». Aquel día apenas quedaban «diez españoles», tras reducirse la afluencia a estas concentraciones convocadas por plataformas de ultra derecha, e insistió en que no le interesaba la política: «Soy empresario desde los 18 años y le dije que no a Adolfo Suárez y a Fraga». Su presencia allí se debía a que «escuchaba hablar de drogas y putas y tenía que estar ahí en vez de en el bar. Y me siento orgulloso de haber estado».
También afirmó que no conocía de nada a Olegario Ramón, exalcalde y portavoz del PSOE de Ponferrada así como presidente del Consejo. «Ponferrada es un pueblo pobre y no me llama para nada».
Sobre la agresión de la que se le acusa, señaló que fue el socialista quien «violó mi distancia personal» al intentar grabar la situación con el móvil. «Le di un manotazo a algo que no sabía ni qué era, voló y le di una patada al darme cuenta que era un móvil y se podía romper, para amortiguar la caída». Del mismo modo ha rechazado posibles insultos al político y ha rechazado dar los 6.000 euros que le pide: «Está enchalado y no le voy a dar nada. Íbamos pacíficamente».
El otro de los acusados, José Andrés P., estaba en un grupo de WhatsApp llamado 'Resistencia Berciana' con motivo de la amnistía por el procés. «Ese día fue el único que no había policía», afirmó.
Él conocía a Olegario, no personalmente, y el político se dirigió a los manfestantes «para dar un discurso y llamarnos fascistas», ante lo que el encausado advirtió que «había venido a provocar». Sin amenazar «con unas hostias» al secretario socialista. También afirmó que el otro acusado «no dio ninguna patada» a Olegario.
Las conclusiones de las partes: del «fin político» al «ni están grabadas»
La prueba concluía con la intervención de una trabajadora del PSOE que grabó la agresión ante una actitud «agresiva» de los manifestantes. Por su parte, los policías confirmaron los hechos según el relato de Olegario, tanto los insultos como las patadas. Y la forense ratificó una herida en pierna derecha y las curas realizadas en un centro de salud.
Con toda la prueba realizada, las partes elevaron a definitivas las conclusiones. La fiscalía ve acreditada la manifestación contra la amnistía y el Gobierno, que conocían a Olegario Ramón, que los acusados se dirigieron a él y le insultaron, le agredieron con patadas y le tiraron el móvil. Esto ha determinado que el ministerio reclame penas de 5 y 2 años de prisión para los encausados, con el agravante de discriminación y una motivación política e ideológica.
La acusación particular cree que existe delito de amenazas para uno y de atentado contra la autoridad por las lesiones. «No son meros manifestantes, son turba que utilizan la violencia como fin político». El abogado de Ramón pide sentencia condenatoria, medidas de distancia y costas.
La acusación popular ejercida por el PSOE rechaza que uno de los acusados no conociera a Olegario Ramón. En los delitos hay que incluir agravante de discriminación ideológica, sentencia el letrado, ante los delitos de amenazas, lesiones y atentado a la autoridad.
La defensa cree que las amenazas solo las aporta Olegario y «ni están grabadas». Tampoco ve agravante por discriminación al no quedar probado lo anterior. Además apela a la libertad de expresión. Sobre las lesiones, hablando de «contradicciones», afirma que solo hubo «patadas al aire» y que el agredido es el acusado. «Hubo un acto reflejo de manotazo», por lo que tiró el móvil. Con estas circunstancias pide la libre absolución para sus defendidos.
En el turno de última palabra, Fernando recordó que «es una víctima y no dio ninguna patada», mientras que parece (y por lo que está aquí) es el agresor. Pide ver los vídeos asegura que «la verdad solo tiene un camino». La patada fue exclusivamente «para salvar el móvil». Mientras que José Andrés añadió que es «mentira» que tenga una orden de alejamiento y dejó de acudir a las manifestaciones para que Olegario «dejara de provocar».
Con estas declaraciones, la causa quedaba vista para sentencia.
