Antes de que reine el silencio

Hasta hoy, viernes 12 de mayo de 2017, no se ha dado con la receta que solucione el problema de la despoblación. Una sencilla búsqueda en la hemeroteca basta para ver la dichosa palabra repetida hasta la saciedad, pero más complicado es dar con las declaraciones o con el artículo en el que quede por escrito el cómo actuar o el qué hacer. A grandes males grandes remedios, recuerda el refrán, pero en este caso el remedio, la receta o la solución de tan grande que debe ser no termina de llegar a una tierra que ve en la fuga una constante y en el emigrar un hecho cotidiano.

La Universidad de León acoge las jornadas Desafío demográfico. Retos, experiencias y Propuestas, una cita para poner en claro el reto que existe en torno a la despoblación, en la fuga constante de población y el envejecimiento de los que se quedan.

En palabras de Víctor Valverde, organizador de las jornadas, en la cita «hablamos de los retos demográficos de Occidente, España y Castilla y León, que son consecuencia de la despoblación de las zonas rurales, el hecho de que cada vez vivimos más y la tercera pata, que es la población flotante, que es móvil». Esto origina «problemas de futuro que se van acercando, como el pago de las pensiones, por lo que desde el ámbito universitario queremos intentar dar soluciones y cooperar con las administraciones para llegar al éxito».

Sentados a la misma mesa, el consejero de Empleo de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo y el rector de la ULE, Juan Francisco García Marín, el organizador estimó que «ante nuevas situaciones surgen nuevas oportunidades, aunque igual no son las mismas que hace 30 años. Tenemos jóvenes que están desarrollando labores de emprendimiento que están consiguiendo fijar población, hay que mirar los problemas con ojos de futuro».