La Pasión no descansa en verano

Solo podía ser Santa Nonia, la catedral de la Pasión leonesa, el lugar que albergara el Museo de la Semana Santa de Verano.

El espacio de la capital que más tallas acoge durante los 365 días del año abre sus puertas para presentar a los ciudadanos una pequeña muestra de una imaginería devocional de la que los leoneses pueden, y deben, presumir.

Las cofradías del Dulce Nombre de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias y la Soledad son los anfitriones de esta colección que recoge dos pasos completos.

La Verónica, de Víctor de los Ríos, con el pañuelo reflejando el rostro de Cristo; y la Sagrada Lanzada, una imagen de reciente creación pero que ya se ha convertido en una de las más valoradas por los leoneses, reflejando a Longinos, el soldado que atravesó con su lanza el cuerpo de Jesús, a lomos de su caballo y a un crucificado.

Durante todo el verano, leoneses y visitantes podrán admirar las tallas que procesionan en la mañana de Viernes Santo y los años pares en la Procesión Oficial del Santo Entierro.

Esperando al museo, para 2018

Una forma de hacer más amena la espera a la construcción del Museo Diocesano y de la Semana Santa, cuya primera piedra ha sido colocada en julio, y que no estará concluido hasta el año 2018.

La capilla acoge tallas de un valioso reconocimiento artístico. Presidiendo la misma se encuentra el señor de León, el Nazareno, que con su mirada simboliza la Pasión leonesa.

A la izquierda se aprecian los pasos pertenecientes al Dulce Nombre, entre ellos San Juan, la Dolorosa o el flagelado. En la derecha se posicionan las tallas de Angustias, con la virgen homónima, el yacente o el Santo Sepulcro, con un cristo atribuido a Juan de Juni.

Durante el verano, al igual que el resto del año, Santa Nonia volverá a respirar Semana Santa, pero ahora lo hará como fórmula para vender la semana grande de León a los visitantes que durante la época estival se acerquen a la capital leonesa.