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Izquierda Abierta de León reclama soluciones para la situación de «emergencia social» generada en el sector minero

La corriente política acusa a la Junta de «negarse a dar el paso de entrar en su accionariado para evitar la ruina de toda la comarca afectada»

leonoticias

Miércoles, 3 de agosto 2016, 12:59

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La corriente Izquierda Abierta en León reclamó este miércoles a través de un comunicado soluciones a la Junta y al Gobierno central para la situación de «emergencia social» generada en el sector minero para los trabajadores de Astur Leonesa, Hijos de Baldomero García, Uminsa, Minas Bierzo Alto y Carbones Arlanza, «víctimas de la decisión de Endesa y Gas Natural Fenosa, empresas multinacionales que han decidido no comprar más carbón nacional con la complicidad del PP y la legislación aprobada por el PSOE en 2010 como fundamento». También piden medidas para los mineros de la Hullera Vasco Leonesa, en proceso de liquidación «y esperando ofertas que puedan tomarse en serio mientras la Junta se niega a dar el paso de entrar en su accionariado para evitar la ruina de toda la comarca afectada».

Para Izquierda Abierta de León tanto el Gobierno central como la Junta pueden asegurar el suministro de carbón autóctono en la central térmica berciana de Compostilla, sea, dicen, mediante la intermediación, la intervención directa en la empresa, que es una empresa privatizada, o tal y como viene defendiendo IU desde hace años: nacionalizando el el sector de la producción y transporte de la energía.

«Estamos ante un sector estratégico que nación público para defender el interés general y del cual forma parte el carbón autóctono. Si queremos mantener la independencia energética España debe conservar el carbón como única fuente autóctona de producir energía. Si queremos asegurar el suministro de energía en condiciones dignas a la población es fudamental liberar el sector de los especuladores que ahora lo gestionan», argumentan.

En cuanto a lo que califican como «el insulto y la desvergüenza» de ver pasar camones con mineral importado hacia las térmicas de la provincia y la de Velilla en Palencia, que pasan por León, el único camino, aseguran, es prohibir su entrada y utilizar exclusivamente el carbón autóctono. «Mientras se cierran las fronteras se puede imponer una tasa que imponga cierto realismo al precio del carbón de sangre que ahora se quema», concluyen.

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