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Alfonso Manzano, del Caroba, muestra su carta con los símbolos de los alérgenos.
Los celíacos siguen olvidados

Los celíacos siguen olvidados

Solo algo más de medio centenar de restaurantes de Castilla y León tienen menús adaptados a esta intolerancia

nieves caballero

Domingo, 29 de mayo 2016, 18:49

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La enfermedad celíaca no debería suponer ningún obstáculo para el desarrollo de una vida normal, ni para los niños ni para los adultos. Los pequeños deberían poder asistir a fiestas de cumpleaños, comuniones y campamentos. Los adultos no tendrían que encontrar dificultades para acudir a cenar a casa de unos amigos o quedar con ellos en la calle. Estos son principios que, por desgracia, no se cumplen. Las leyes han cambiado, pero la realidad es que este colectivo encuentra muchas dificultades para poder comer con tranquilidad fuera de sus casas.

Solo 66 restaurantes de Castilla y León tienen un convenio de compromiso para garantizar que elaboran platos sin gluten y, además, sus trabajadores han recibido formación para evitar que se produzca la contaminación cruzada en las cocinas por el uso inapropiado de los utensilios, como freidoras, sartenes, planchas, tablas y un largo etcétera. Porque, para que se entienda bien, no se puede cortar un pan sin gluten con el mismo cuchillo usado para otro elaborado con cereales.

Desde el 13 de diciembre del 2014 está en vigor el reglamento 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 2011 sobre la información que se debe facilitar al consumidor por parte de los negocios hosteleros sobre los alérgenos, sustancias que puede provocar una reacción de hipersensibilidad o alergia en las personas. Eso significa que están obligados a especificar en las cartas esta información.

A pesar de todo, son más bien pocos los establecimientos de restauración preparados para atender de forma correcta a las personas afectadas con alergias alimentarias como los celíacos, cuando se calcula que representan el 1% de la población y que es más frecuente en las mujeres, con una proporción de dos a uno.

La Asociación de Celíacos de Castilla y León (Acecale) es la encargada de informar y formar a toda la plantilla de los locales, según explica su gerente, César García Garrido. Para ello, Acecale firma convenios con los restaurantes y después les ofrecen formación, en la que se incluye desde las recetas sin gluten hasta la forma de manipulación de los ingredientes para que cumplan las normas de seguridad alimentaria para celíacos. También se ocupan de comprobar que todo está correcto en los establecimientos.

Freidoras y planchas

«Comprobamos las freidoras, las planchas, la disposición, la colocación de los alimentos en las despensas porque tienen que estar separados, y nunca los de sin gluten encima de los que no lo tienen», añade. La Federación de Asociaciones de Celíacos de España (Face) se ocupa de firmar los acuerdos con las franquicias, pero luego son las asociaciones regionales (en Castilla y León, Acecale) las que comprueban que todo se encuentra de forma adecuada. En Castilla y León, hasta 66 establecimientos de hostelería que han formalizado este tipo de acuerdos, 24 de ellos con Acecale y el resto son de cadenas y franquicias, que los han firmado con Face.

Face ha logrado establecer una pegatina identificativa única para todos restaurantes en España, cuando antes eran diferente en cada comunidad autónoma. El convenio se revisa todos los años y también la pegatina que cuenta con una parte gris para introducir el año. Los negocios de hostelería deben de colocar en zona visible esta pegatina.

Algunos locales de Valladolid han tomado conciencia de la obligación de adaptar sus cartas a las intolerancias alimentarias desde hace tiempo, como el Campogrande. Pero desde el 13 de febrero de este año, el Bar Caroba se han convertido en el único establecimiento de Castilla y León en ofrecer todos los platos de la carta y las tapas de la barra sin gluten, incluso tiene cervezas artesanas que no llevan este alérgeno. Ahora, el propietario y cocinero Alfonso Manzano intenta conseguir barriles también sin gluten. Él mismo elabora el pan con harina de arroz y maíz. «Hay mucha desconfianza entre los celíacos porque les han engañado muchas veces», asegura Manzano.

Facemovil

Un instrumento muy útil es la aplicación para teléfonos móviles Facemovil. En ellas se encuentran todos los restaurantes que tienen convenio tanto con la Federación, como con el resto de las asociaciones regionales, de manera que un celíaco de Ávila que viaje a San Sebastián o a Cádiz localizará con facilidad toda la información sobre los restaurantes en los que puede tomar tapas, comer o cenar. En esta aplicación también encuentra las marcas que tienen productos sin gluten a través de un buscador o por un lector de código de barras y los puntos de venta de estos alimentos. La ventaja es que cualquier celíaco sabe dónde puede comer con tranquilidad en cualquier ciudad española.

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