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Objetivo 2019: Reducir un tercio la lista de espera para entrar en quirófano con una demora media de unos dos meses

Sanidad traza un plan de “eficiencia” para atender en 48 horas las consultas de Primaria y en menos de 72, las de especialistas ante la sospecha de gravedad

ical

Viernes, 15 de abril 2016, 18:06

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La Consejería de Sanidad se compromete a reducir la lista de espera quirúrgica en un 32,2 por ciento, hasta dejarla con 22.500 pacientes, y a rebajar a 65 días la demora media para entrar en quirófano. Además, prevé que las consultas de Atención Primaria se realicen en un plazo no superior a las 48 horas y que las citas con especialistas, en casos de sospecha de gravedad, se atiendan en un periodo máximo de tres días, y en 15, cuando se trate de enfermos preferentes.

Éstos son los principales objetivos del Plan Estratégico de Eficiencia y de Control y Reducción de las Listas de Espera del Servicio de Salud de Castilla y León 2015-2019, denominado Perycles. El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, presentó los detalles de la hoja de ruta diseñada para este mandato, que no pretende ser un plan de choque, sino de eficiencia, ya que apuesta por los recursos propios, los cambios organizativos, la implantación de la prioridad clínica, la reducción de la variabilidad asistencial y la incentivación de los profesionales.

Sáez Aguado aseguró que los resultados del Plan, con horizonte para algo más de tres años, se dejarán notar ya en las próximas semanas, si bien su departamento, que presentó este viernes los detalles a los gerentes, prevé realizar una evaluación semestral de los cinco grandes objetivos y sus 25 indicadores, con una monitorización de sus efectos sobre la espera. Además, se creará un portal de transparencia con datos sobre actividad, gasto, demoras y otros indicadores entre centros.

El consejero remarcó que Perycles hace frente al principal motivo por el que los ciudadanos presentan queja sobre el servicio sanitario recibido en la Comunidad. Así, Sáez Aguado sostuvo que pretende impulsar medidas que estabilicen el compromiso de la organización sanitaria con esta cuestión. Además, señaló que no supondrá un incremento de la inversión sanitaria, ya que insistió en que no pretende obtener resultados a corto plazo, como se hizo en 2016, con la contratación de 260 equipos de intervención quirúrgica.

El titular de Sanidad remarcó que el análisis realizado indica que más financiación no garantiza una reducción de la demora. También, señaló que han detectado ineficiencias que se pueden reducir; una gran variabilidad clínica en consultas, pruebas diagnósticas e intervenciones, así como una heterogenidad en los registros y sistemas de información. Además, indicó que existe una estructura rígida y burocratizada que impide tomar medidas y actuaciones que se rigen por la tradición y no por las recomendaciones y evidencias científicas.

Por tanto, el plan actuará estableciendo el próximo año un sistema de prioridad clínica, con grados y periodos máximos de atención, en las consultas de especialistas y pruebas diagnósticas, similar al que se aplica en las operaciones. También, se implantarán sistemas homogéneos de información, que permitirán publicar datos de forma periódica, como ocurre con la lista de espera quirúrgica, y se recomendará la desinversión en prácticas que no son eficientes y el seguimiento de las indicaciones para rebajar la variabilidad clínica. Además, se premiarán a los profesionales más eficientes con incentivos sobre la formación, aunque se estudiará la recuperación de la productividad variable.

Listas de espera y demora

Sanidad prevé que los 33.312 pacientes, que estaban en la lista de espera a 31 de marzo de este año, reduzcan un tercio en diciembre de 2019, hasta llegar a los 22.500, superiores a los 19.013 que se contabilizaron en el cuarto trimestre de 2011. La Consejería estima que Perycles logrará rebajar la lista a los 27.500 pacientes al término de este ejercicio (17,19 por ciento menos); a los 25.500 en 2017, y los 23.500 en 2018. Además, en 2019 el sistema rebajará en 1.000 personas este registro.

De esta forma, en la prioridad 1, casos graves que no admiten esperas superiores a 30 días, Sanidad estima que los 834 pacientes actuales pasarán a los 518 en 2019; en la 2 -se recomienda la intervención en menos de 90 días- la cifra pasará de 4.211 a 2.700, y en la 3 -pacientes en los que la demora no provoca secuelas- los 28.167 se reducirán a 19.283. Por tanto, el Plan logrará rebajar las listas en 10.712 pacientes, con un porcentaje que oscila entre el 2,5 y el diez por ciento anual, y con diferencias significativas por centros, especialmente, en función de su tamaño.

También, recortará la demora media, que se sitúa ahora en los 85 días, cinco más que a finales de 2015, a los 65, un 23,5 por ciento menos, pero todavía superior a los 52 días del cuarto trimestre de 2011.

En cuanto a las consultas externas, Sanidad reconoció la heterogeneidad de los datos, aunque contabilizó 94.150 pacientes en lista de espera al cierre de 2015-13-723 para pruebas diagnósticas-. Para atajar esta situación implantará un modelo que establece tres prioridades. En primer lugar, ante sospecha de potencial gravedad, la consulta se atenderá en un plazo inferior a las 72 horas a través de las Unidades de Diagnóstico Rápido; en el caso de marcarse como preferente, la demora máxima será de 15 días, y por último, si se establece el caso como prioridad ordinaria, la demora media será de entre 30 y 40 días.

Medidas

La Consejería plantea siete grandes medidas para reducir las esperas y demoras. Así plantea un plan de contingencia en Primaria y Especializada, ante situaciones que supongan un incremento de pacientes, como el periodo invernal o los periodos festivos; intensificar las comisiones de programación quirúrgica, que semanal o quincenalmente revise la lista, la actividad realizada o las suspensiones; reforzar las consultas de alta resolución; rebajar las anulaciones de intervenciones; elevar la tasa de rendimiento, que se sitúa en el 76 por ciento; reducir la actividad sin resultados; y reorganizar las especialidades, especialmente, en el caso de los enfermos crónicos.

Sobre la gestión de la demanda, se impulsarán las comisiones de continuidad asistencial y de cuidados; se avanzará en la integración de las áreas de salud, con más medidas; se elaborará un mapa de la variabilidad clínica; se revisará la lista de espera con criterios administrativos; se aumentará la capacidad resolutiva de Primaria (90 por ciento) y dotará al sistema de canales y vías de comunicación entre profesionales. También se tomarán medidas sobre las prioridades, con un impulso a las unidades de Diagnóstico Rápido.

Además, se promoverá el compromiso e implicación de los profesionales, con pactos de eficiencia, con incentivos al cumplimiento de objetivos o el desarrollo de competencias de la enfermería. También se ofrecerá información transparente con un nuevo portal y un análisis de las mejores prácticas de los diferentes centros. Finalmente, Sáez Aguado informó de que se realizará un estudio piloto sobre el cáncer de mama para evaluar el tiempo que transcurre entre en que se detecta un caso y la primera atención terapéutica.

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