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Miembros de los sindicatos desfilan por París contra la reforma de las pensiones. AFP
La huelga costará 1.000 millones de euros a los ferrocarriles franceses

La huelga costará 1.000 millones de euros a los ferrocarriles franceses

La movilización contra la reforma de las pensiones no se da por finalizada pero la presión de un mes y medio sin paga obliga a buscar nuevas fórmulas de protesta

paula rosas

Corresponsal París

Jueves, 16 de enero 2020, 21:49

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Las consecuencias económicas de la larguísima movilización social contra la reforma del sistema de pensiones de Emmanuel Macron empiezan a ponerse negro sobre blanco. Cuando se cumplen 44 días ininterrumpidos de paros en los transportes, la compañía nacional de ferrocarriles franceses (SNCF) ha asegurado que las pérdidas por la que ya se ha convertido en la huelga más larga de su historia se acercarán a los 1.000 millones de euros. Pese a las concesiones del Ejecutivo, este jueves miles de franceses volvieron a salir a las calles para pedir la retirada del proyecto.

La afluencia a las manifestaciones sigue, sin embargo, en decaída. este jueves, unas 187.000 personas desfilaron en todo el país, 23.000 en París. El desgaste de la prolongada huelga también es visible en los transportes, tanto en el metro de la capital como en la red ferroviaria. Si en el mes de diciembre los paros dejaron a Francia en un estado de semiparálisis, hoy las perturbaciones serán pequeñas o moderadas, según las líneas. La movilización no se da por finalizada pero los huelguistas, acuciados por un mes y medio sin paga, buscan nuevas fórmulas de protesta.

LAS CLAVES:

  • Afluencia en decaída. Unas 187.000 personas desfilaron este jueves por todo el país, 23.00 lo hicieron en la capital, París

No son los únicos que resienten el bolsillo. La RATP, la red de transportes de París, ha perdido 250 millones de euros con la huelga. Una cifra que se eleva hasta los 850 millones en la SNCF y que, según su presidente, Jean-Pierre Farandou, se acercará al millar en las próximas semanas. «Nos va a hacer daño», reconoció este jueves el directivo, quien avanzó que los inevitables recortes empezarán en febrero, aunque ha prometido que no habrá despidos. A los miles de billetes que han tenido que ser reembolsados estos días se suman todos los que han dejado de venderse para los pocos trenes que circularon por Francia en los días más duros de la huelga, muchos de los cuales iban medio vacíos. Ante la incertidumbre de si su tren saldría o de si podrían regresar de sus viajes, muchos franceses optaron por otros medios de transporte.

Un impacto «desastroso»

Ante una huelga que parece no tener fin, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, ha querido esta semana, sin embargo, calmar los ánimos, sobre todo de los posibles inversores extranjeros. Su impacto sobre el crecimiento y el empleo en Francia será «limitado» en el largo plazo. En el corto, estiman hosteleros y comerciantes, es desastroso. Las pérdidas en París, según los diversas agrupaciones gremiales, se cifran en varios cientos de millones de euros.

Las diferentes concesiones que el Gobierno ha hecho a sectores profesionales específicos y la decisión de retirar, al menos provisionalmente, la medida más espinosa del proyecto -la que retrasa la edad a la que los franceses podrán jubilarse cobrando la pensión completa-, no han conseguido poner fin a las movilizaciones. Sindicatos como la CGT aseguran que mantendrán el pulso hasta que se retire la reforma. Las centrales reformistas como la CFDT aseguran que seguirán negociando con el Gobierno pero no han vuelto a convocar, por el momento, nuevas movilizaciones.

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