Donald Trump, en un acto electoral el pasado jueves. Reuters

El 'impeachment' amenaza la salud de Trump en una semana crítica

Ocho testigos declararán en el proceso contra el presidente, que hizo una visita inesperada de dos horas al hospital para su chequeo anual

Mercedes Gallego

Nueva York

Lunes, 18 de noviembre 2019, 21:52

Las audiencias para redactar las acusaciones de 'impeachment' entran esta semana en fase crítica con las declaraciones de ocho testigos, tres de los cuales estuvieron presentes durante la llamada de Donald Trump al mandatario ucraniano Volodímir Zelensky. Con ello peligra la salud del presidente de 73 años, que el sábado pasó dos horas en el hospital y el domingo estuvo de berrinche en berrinche atacando por Twitter a quienes habían declarado en su contra.

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«Decidle a Jennifer Williams, quienquiera que sea, que lea AMBAS transcripciones de las llamadas presidenciales (.) y luego que conozca a los otros Never Trumpers (conservadores contrarios a Trump), que tampoco sé quiénes son ni había oído de ellos, para que trabajen en un mejor ataque». Williams es la asesora del vicepresidente Mike Pence para temas de Europa del Este. La diplomática de carrera estaba en la sala de máxima seguridad conocida como Situation Room durante la polémica llamada del 25 de julio que desató la investigación de 'impeachment'. Su pecado es haber dicho al Comité de Inteligencia que consideró «inapropiada» la petición del presidente a Zelensky de investigar al hijo de Joe Biden. Hoy declarará públicamente y, previsiblemente, disparará aún más su tensión arterial.

La Casa Blanca parece haberle puesto una agenda pensada para que no esté delante de la televisión durante los testimonios. Según la portavoz Stephanie Grisham, el presidente está «tan sano como es posible», pero su visita sin anunciar al hospital Walter Reed, seguida de un día libre, ha desatado las especulaciones. La Casa Blanca sostiene que decidió «adelantar» los análisis para su chequeo anual de febrero porque tenía «un fin de semana libre en Washington».

Colesterol alto y 110 kilos

Su visita duró dos horas, cuando el chequeo completo suele durar cuatro. Fuentes de CNN en ese centro médico de la Armada aseguraron que no siguió el protocolo habitual, porque el personal médico no recibió un aviso previo para cerrar ciertas alas del edificio como medida de seguridad.

El presidente, que en febrero pesaba 110 kilos -dos más que el año anterior- y es notoriamente afecto a las hamburguesas, las patatas fritas y la comida basura, registró entonces el colesterol alto, por lo que se le aumentó la dosis de medicación. Algo a tener en cuenta cuando hoy testifiquen Williams y el coronel Alexander Vindman, un respetado militar experto en Ucrania del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca a quien Trump también dice desconocer.

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El resto de la semana verá a caras más familiares pero no menos polémicas, como el embajador ante la UE Gordon Sondland, que fue el principal donante de su investidura, o Fiona Hill, contratada por John Bolton para el Consejo de Seguridad.

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