Hospitales alemanes reducen camas para coronavirus pese al repunte de la enfermedad
Una viróloga alemana advierte de que en invierno aumentarán los casos graves
colpisa
Domingo, 20 de septiembre 2020, 10:54
POR JUAN CARLOS BARRENA
Pese al creciente número de casos de coronavirus en Alemania los hospitales y clínicas alemanes están reduciendo el número de camas y plazas en las secciones de cuidados intensivos para pacientes afectados con el virus Sars-Covid-2. Su número es actualmente apreciablemente inferior a hace pocas semanas y meses. Pese a todo el presidente del Colegio Alemán de Médicos, Klaus Reinhardt, considera correcta esa medida. «Si bien se registra un aumento de las infecciones, no ha habido hasta ahora una carga significativa para las estaciones de cuidados intensivos», afirma Reinhardt en declaraciones al dominical Frankfurter Allgemeinen Sonntagszeitung. En ese sentido califica de apropiado que el estado federado de Baden Württemberg haya reducido esta semana del 35% al 10% el número de camas a disposición de pacientes de Covid-19. Los centros hospitalarios tienen ya suficiente experiencia y tiempo como para incrementar de nuevo sus capacidades si se agrava repentinamente la situación, subraya el jefe de los médicos germanos. Berlín ya redujo en junio sus reservas de camas para pacientes con coronavirus a un 10% y la Baja Sajonia lo hizo a mediados de julio. Baviera y Brandeburgo ni tan siquiera tienen una cuota de reservas desde el final de verano.
Pese a todo la viróloga alemana Isabella Eckerle cree que se aproxima para Alemania una nueva ola de infecciones de coronavirus con un aumento claro de los casos graves. «Nos aproximamos a un invierno que será duro y en el que tendremos que ajustar de nuevo las capacidades hospitalarias», señala la directora del Centro de Nuevas Enfermedades Víricas de la Universidad de Ginebra en declaraciones a la edición del domingo del rotativo berlinés Der Tagesspiegel. Antigua colaborador de Christian Drosten, directos del departamento de virología del Hospital Universitario de Berlín «Charité», Eckerle insiste en que «el virus no ha cambiado y la mayoría de todos nosotros ni lo ha padecido ni es inmune» y advierte de que, aunque los casos graves se hayan reducido, su peligrosidad sigue ahí. El repunte de infecciones que se registra en otros países europeos llegará tarde o temprano a Alemania, afirma la experta.
El ministro federal de Transportes, Andreas Scheuer, proyecta una cumbre para abordar las consecuencias de la epidemia de coronavirus para el transporte aéreo y no descarta nuevos paquetes de ayudas para el sector en Alemania. «Voy a convocar de urgencia una cumbre del transporte aéreo que aborde las consecuencias para la totalidad del sector. Será necesario ayudar y rescatar», afirma Scheuer en los dominicales del grupo de diarios Funke. En el punto de mira del ministro se encuentran los 22 aeropuertos del país con 180.000 empleados. Debido a que actualmente solo facturan el 20% de su capacidad habitual de pasajeros, Scheuer teme que se encuentren en «gran peligro», por lo que tiene intención de presentar «un concepto de rescate». Este estará dirigido fundamentalmente a los aeropuertos regionales, aunque no se descuidarán los grandes internacionales, con el fin de mantener sus estructuras. «Todo lo que cierra, lo que se desprende de la red, no volverá a abrir», advierte el titular germano de Transportes. El transporte aéreo es uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus en Alemania debido a la fuerte reducción del tráfico y la venta de pasajes. La compañía aérea alemana Lufthansa, la mayor del continente europeo, ha recibido hasta ahora 6.000 millones de euros en ayudas del estado. Sin embargo, su presidente, Carsten Spohr, ha dejado claro que los previstos recortes en la flota de aviones y el número de empleados no serán suficientes para garantizar el futuro de la aerolínea. Lufthansa reflexiona incluso sobre la renuncia a su flota de grandes aviones A-380, que se encuentran en su mayoría aparcados en tierra por la falta de demanda y no volverán a ser operativos en mucho tiempo ante las perspectivas de negocio para las aerolíneas en los próximos meses y años.
La organización de ayuda al desarrollo One ha llamado a la comunidad internacional a un reparto justo de las futuras vacunas contra el coronavirus. «El nacionalismo inoculador es veneno y es lo último que necesitamos en estos momentos», ha advertido el director de One Alemania, Stephan Exo-Kreischer, con motivo del comienzo del debate general de las Naciones Unidas este martes con motivo del 75 aniversario de la organización. Durante la pandemia muchos gobiernos parecen haber olvidado que «para los retos globales no hay soluciones nacionales», señala Exo-Kreischer, quien critica que muchos países han cerrado ya contratos con empresas farmacéuticas para asegurarse la adquisición prioritaria de las vacunas y «nadie piensa en que esas vacunas deben hacerse también accesibles a quienes están más afectados por la pobreza». El presidente de On Alemania recuerda que los nuevos medicamentos llegan de media con un retraso de siete años a los países en vías de desarrollo.