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Los bomberos, en plena actuación sobre el edificio que sufrió un incendio en Nueva York. efe

El incendio que causó 17 muertos en el Bronx alcanza al alcalde

La investigación del peor fuego desatado en Nueva York desde 1990 pone en la diana al que fue consejero de vivienda de Eric Adams, además propietario del edificio

mercedes gallego

Corresponsal. Nueva York

Domingo, 9 de enero 2022

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En su primera semana en el cargo, el flamante alcalde de Nueva York, Eric Adams, tiene un mensaje para toda la ciudadanía: «Cierra la puerta», repitió este lunes hasta la extenuación. Creció en una de esas colmenas para pobres diseñadas con cariño en los años 60 y 70, que no tardaron en convertirse en guetos para bandas y traficantes. Como el edificio que ardió el domingo en el Bronx: 120 viviendas repartidas en 19 plantas.

Era un domingo gris y somnoliento, once de la mañana. El calentador eléctrico que provocó el cortocircuito llevaba días encendido, porque este lunes la temperatura máxima en Nueva York apenas llegó a los cuatro grados bajo cero. Eso apunta a que los inversores que el año pasado aprovecharon el crack de la pandemia para comprar el edificio mantenían la calefacción al mínimo para maximizar los beneficios. Rick Gropper, cofundador de Camber Property Group, resulta ser uno de los consejeros de vivienda de la campaña del nuevo alcalde. Eso no es bueno. Como tampoco el que la familia de inmigrantes que ocupaba el piso donde empezó todo saliera en tropel dejando la puerta abierta.

Si hay una regla de oro para evitar que los incendios se conviertan en tragedia, como esta que ha dejado diecisiete muertos, ocho de ellos niños, además de 66 heridos, es cerrar la puerta tras de sí para evitar que el humo ascienda vertiginosamente por las escaleras, mas rápido de lo que los vecinos logran bajar. «Recuerdo a mi madre decírnoslo siempre cuando éramos pequeños, ¡cierra la puerta!», insistió Adams.

Los bomberos trasladan a uno de los heridos.
Los bomberos trasladan a uno de los heridos. reuters

El espeso humo se propagó a tanta velocidad que Wesley Patterson contó al 'New York Times' que en cuestión de segundos dejó de ver a su novia y a su hermano, de pie frente a él en la misma habitación. Fue a abrir la ventana para que entrase aire fresco y al tocarla se quemó. Aún así, logró abrirla, pero con ello no hizo más que empeorar la situación. La columna de humo negro se coló en el apartamento a la velocidad de la muerte y escapó por la puerta escalera arriba. Casi todos los fallecidos murieron por su inhalación, contó este lunes el comisionado de incendios, Dan Nigro.

Los bomberos tardaron apenas tres minutos en llegar, pero no fue fácil subir las mangueras por las escaleras entrecruzadas, que se convirtieron en una trampa mortal. Si el incendio comenzó en la segunda planta, fue en la quince en la que hallaron más cadáveres. Entre ellos, los de una familia de Ghana y tres de sus hijos. Las autoridades buscaban este lunes parientes en el país africano que puedan encargarse de los pequeños sobrevivientes. Al menos trece personas siguen en condición crítica, por lo que el balance mortal podría aumentar, pese a haber descendido de diecinueve a diecisiete al clarificarse el número de cadáveres repartidos entre cuatro hospitales.

Emigrantes de Ghana

La mayor parte de los inquilinos de Twin Parks North West, ubicado en la calle 181 Este, eran inmigrantes africanos de Ghana y Burkina Faso, atraídos hacia el complejo de viviendas de bajo coste por el calor de su comunidad y la cercanía de varias mezquitas. «Ghana es un país de apenas dos millones de habitantes, todos nos conocemos, estamos en shock, me ha llamado hasta el presidente», dijo en conferencia de prensa el representante de esa comunidad.

Vista general del edificio siniestrado en el barrio neoyorquino del Bronx.
Vista general del edificio siniestrado en el barrio neoyorquino del Bronx. reuters

Al alcalde también le ha llamado el presidente. La Casa Blanca le ha prometido todo el apoyo que sea necesario para paliar esta tragedia, la peor que deja un incendio en Nueva York desde 1990, pero también para esclarecer las responsabilidades necesarias. Desde mitad del año pasado todas las puertas de viviendas en edificios tienen que cerrarse solas obligatoriamente, pero los bomberos descubrieron que al menos cinco no lo hacían, incluyendo la del apartamento en el que se inició el incendio. Puede que los inquilinos desarticularan el muelle para no quedarse fuera cuando se cerraba de forma accidental. O que el propietario, tan cercano al nuevo alcalde, no cumpliese con la legislación.

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