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I. Santos
Viernes, 20 de enero 2017, 19:40
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La belleza es cosa de la naturaleza y en la Colmena de León lo saben muy bien. Juan José Díez, apiterapeuta titulado, y Eva Arboleya, apiesteticista, se unen en un proyecto para que los productos 100% naturales lleguen y transformen la estética leonesa.
La apiestética es el tratamiento de belleza que utiliza productos derivados de las colmenas y las abejas, pero sobre todo la apitoxina a través de la picadura de abeja con beneficios antisépticos, nutritivos y regeneradores para la piel. En la Colmena de León, situada en la calle Padre Isla 11 de la capital leonesa, se ofrece este tratamiento exclusivo mediante micro picadas indirectas que favorecen la producción de ácido hialurónico en el organismo. También se produce la activación de principios biológicos vinculados a la renovación celular, por lo que se permite la disminución de los pliegues y manchas de la piel.
Desde hace años, la industria de la cosmética utiliza la apitoxina como bótox natural, porque esta sustancia activa en la piel la producción de colágeno, elastina, minerales y aminoácidos que mejoran la circulación sanguínea y eliminan la piel muerta reduciendo las arrugas del rostro.
Grandes beneficios
El rejuvenecimiento de la piel es uno de los beneficios más importantes de la apiestética y se logra a través de la biostimulación con jalea real 100% pura, que hace el mismo efecto que las células madre. También se produce la disminución de las manchas de la piel y de los pliegues y arrugas provocados por la edad. Por ello, son muchas las personas que se deciden por un tratamiento natural como la apiestética para mejorar su imagen.
En La Colmena de León recuerdan que los beneficios no son sólo relacionados con la belleza, ya que esta toxina produce un incremento de la sensación de hidratación y del rostro cansado y mejora la salud de la piel.
Terapia de profesionales
Lo más importante de esta terapia es que debe ser llevada a cabo por un profesional cualificado, como lo son Juan José Díez y Eva Arboleya de La Colmena de León. Para asegurarse que la terapia no supone un riesgo para la salud del paciente, en La Colmena de León lo primero es realizar una prueba alérgica. A pesar de que solamente el 1% de la población es alérgica al veneno de la abeja lo más importante es la salud de los clientes.
Pasados tres días, tras comprobar que los análisis son negativos se puede comenzar el tratamiento, se realiza una primera picadura indirecta a través de la que se realiza la reacción del paciente y en base a ello se irán aumentando las micro picadas en función de la tolerancia. Estas picadas son indoloras para el paciente ya que no atraviesan la dermis.
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