Los cavernícolas 'toman' la Universidad

Lo han hecho en esta ocasión haciendo una mirada profunda al pasado más remoto. Un grupo de cavernícolas, con sus largas melenas y barbas desaliñadas, vistiendo pieles de animales y con garrotes para defender y atacar, han encontrado en la sede de esta unidad un refugio temporal.

Una oficina convertida en caverna preshistórica para la sorpresa de muchos con una ilegible forma de comunicación donde la única vía de comunicación ha sido a través del lenguaje de signos y las pinturas rupestres.

Mucho sentido del humor de estos trabajadores que durante los últimos años han convertido esta oficina en un convento, en la prisión de Mansilla, en el gallinero del tío Manolo, en una guardería, en un barco pirata e incluso en una comuna hippie.

Y es que hoy por hoy ya no se entendería el Carnaval en la Universidad de León sin los trabajadores de Relaciones Internacionales.