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Pedro Sánchez junto a su esposa.
Sánchez se engancha en su pacto fracasado

Sánchez se engancha en su pacto fracasado

El líder del PSOE reprocha hasta en seis ocasiones a Iglesias su 'no' al Gobierno «del cambio» para revertir las políticas del PP

Paula De las Heras

Martes, 14 de junio 2016, 01:04

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Pedro Sánchez no tendrá en esta campaña una segunda oportunidad para distanciarse de Pablo Iglesias. Esta vez no habrá cara a cara con Mariano Rajoy. No podrá ejercer de alternativa en solitario. Lo sabía y optó por jugárselo todo a una carta: reclamar a los votantes progresistas una segunda oportunidad para hacer posible lo que no pudo ser hace dos meses con los 90 escaños logrados por el PSOE el 20 de diciembre. No una sino seis veces recordó que si no es hoy presidente del Gobierno es porque PP y Podemos lo impidieron.

El equipo del candidato socialista da una explicación a ese empeño que, en la práctica, resultó arriesgado y que trajo una y otra vez a la memoria que el suyo es un proyecto fracasado. «No pretendemos atraer a votantes del PP ni a los de la izquierda recalcitrante; vamos a los nuestros, a los socialistas de toda la vida, a los que nos votaron en 2011 y el pasado diciembre se fueron a otros partidos o a la abstención», explicaba hace unos días uno de sus principales asesores.

A ese grupo, en torno a 2,4 millones de votantes indecisos que, conforme a los sondeos, dudan si votar al PSOE o a otro partido es al que pretendían ablandar con la retahíla de todas esas medidas que estaban en su pacto con Ciudadanos -la subida del salario mínimo, la derogación de la reforma laboral, la recuperación de la sanidad universal, la atención a la dependencia- y que Iglesias no secundó.

El secretario general del PSOE midió bien sus estocadas al líder de Podemos, con el que se disputa en torno a un millón de papeletas y con el que ya asume que, en el mejor los escenarios postelectorales, estará obligado a entenderse. El grueso de los ataques fue para Mariano Rajoy. Y también dirigió el tiro. Habló, por supuesto de corrupción, pero no solo. Su público objetivo son mayores de 45 años, así que, por ejemplo, hizo hincapié en el «agujero» de las pensiones y prometió cubrirlo con un «recargo de solidaridad» (impuesto) para «los que le votan a usted»( al PP), grandes patrimonios, grandes fortunas y grandes corporaciones.

A Iglesias le atacó donde sabe que más duele a los socialistas de siempre. «Usted -le dijo, otra vez recordando su investidura fallida- antepuso el reconocimiento del derecho de autodeterminación a las medidas sociales». «Pidió el control de los espías». En diciembre, la mayoría de votantes del PSOE (38,6%) consideró al jefe de filas de Podemos vencedor del debate a cuatro. Lo que crean ahora será clave el 26 de junio.

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