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Albert Rivera.
Rivera saldrá al ataque en busca de su sitio

Rivera saldrá al ataque en busca de su sitio

Ha trabajado en corregir los errores de diciembre, controlar sus nervios y contestará a todas las críticas que le hagan sus adversarios

R. C.

Lunes, 13 de junio 2016, 19:00

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Albert Rivera lleva preparando el debate desde el sábado, trabajando sobre todo la parte de la oratoria, donde más falló en la cita de diciembre, y preparándose también para el «contraataque», ya que en la primera cita se ciñó mucho a exponer sus propuestas sin entrar en la autodefensa.

En una conversación con periodistas al concluir ayer el acto de Valencia, Rivera reconoció que «hablar en público» es una de las cosas en las que se está centrando para mejorar la comunicación del mensaje. También ensaya la respuesta a los ataques de sus adversarios. La dirección de su partido cree que obviarlos fue contraproducente en diciembre.

Parece que tratará con guante blanco al candidato socialista, Pedro Sánchez, ya que, según explicó, las críticas al PSOE irán más por arremeter contra la gestión de la crisis del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, pero en cualquier caso, recalcó que sus rivales son los tres aspirantes al Gobierno.

Sin obsesionarse

El líder de Ciudadanos explicó que hoy le dedicará también todo el día al debate, pero «sin obsesionarse», y por eso reservó algún hueco «de relax», haciendo «un poquito de deporte en la piscina», y para ver también el partido de la Eurocopa. Quiere así llegar «fresco» y tranquilo al plató y controlar esos nervios que en el debate pasado le hicieron balancearse continuamente, tocarse las manos o el botón de la camisa.

Le ayudará en este sentido que, en esta ocasión, habrá atriles delante de los candidatos en lugar de los pedestales que se colocaron a un lado de cada uno hace unos meses para que pudieran dejar sus papeles y notas. Todavía no ha elegido cómo acudirá vestido y tampoco tiene claro si llevará o no corbata.

Convencido de que será un debate «más dinámico», cree que habrá dos ejes en el posicionamiento: por un lado «Gobierno-oposición», aunque piensa que no será un debate de «tres contra uno», y, por otro, el de los nuevos partidos. Igualmente piensa que será inevitable ver un «fuego cruzado» entre Sánchez e Iglesias.

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