La brecha entre salarios y precios de venta en Guipúzcoa

En 2020 el salario medio en Euskadi registró un nuevo máximo histórico, 1.994 euros mensuales. Pero si subieron los sueldos, también lo hizo el precio de la vivienda, que en diciembre de 2020 se situó en la provincia de Guipúzcoa en los 3.259 euros por metro cuadrado.

En Guipúzcoa, en este 2020 la pandemia de la Covid-19 y sus repercusiones en la economía no pasaron factura ni a los sueldos ni a los precios de la vivienda en venta. Si el salario medio en España se situó en el segundo trimestre del año en los 1.700 euros, según los datos del Grupo Adecco, en Guipúzcoa alcanzaron los 1.994 euros al mes, un 1,1% más que los que se contabilizaban un año antes.

Los sueldos aumentaron, pero los precios de la vivienda de segunda mano también crecieron trimestre a trimestre. Según el informe anual de precios de venta de 2020 de pisos.com, la vivienda usada se encareció en Guipúzcoa frente a diciembre de 2019 un 4,60%, y se situó en el mes de diciembre de 2020 en los 3.259 euros por metro cuadrado.

Guipúzcoa no es solo la más cara de las provincias vascas en lo que se refiere a la vivienda, por delante de Vizcaya (2.703 euros por metro cuadrado) y Álava (2.170 euros por metro cuadrado), sino que es la que cuenta con los precios más altos de toda España, casi un 90% más caros que los de la media de la totalidad de España.

Aún más acentuada es la diferencia de precios si se observa el mercado inmobiliario de segunda mano en Donostia-San Sebastián. En la capital guipuzcoana, el precio medio de la vivienda aumentó un 5,29% interanual, y cerró el mes de diciembre de 2020 en los 5.168 euros por metro cuadrado. Tampoco en Donostia-San Sebastián la crisis sanitaria ha modificado los precios a la baja, como preveían los analistas, ya que estos registraron aumentos en los cuatro trimestres del año.

Para acceder a una vivienda media en Guipúzcoa es necesario disponer, en primer lugar, de unos ahorros de alrededor de 77.000 euros. Teniendo en cuenta que el precio medio de los inmuebles en la provincia es de 3.259 euros por metro cuadrado, una vivienda de 85 metros cuadrados ascendería a alrededor de 277.000 euros, por lo que sería necesario disponer de los algo más de 55.000 euros que no financiaría el banco (el 20% del precio) y de otros 21.500 euros aproximadamente para el pago de impuestos y gastos relacionados con la operación.

Como el 80% del precio de compra que sí financia el banco sumaría unos 221.600 euros, un préstamo a devolver en 30 años daría lugar a una letra mensual de alrededor de 850 euros. Y si para obtener la aprobación de la entidad bancaria es requisito que el pago de las cuotas no supere el 35% de los ingresos mensuales, la nómina necesaria para acceder a esa hipoteca debería ser de, como mínimo, 2.430 euros.

Más allá de las exigencias del banco, la recomendación de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es que la cuota de la hipoteca no suponga más del 25% de los ingresos, lo que supondría disponer de un salario de 3.400 euros al mes.

Aunque el salario medio de Euskadi es el más alto de España, los casi 2.000 euros de sueldo medio quedan lejos de la nómina necesaria, y más aún óptima, para optar a una hipoteca.

Esta brecha entre los salarios y los precios de venta es extensible a las tres provincias vascas, pero más evidente en Guipúzcoa, donde los inmuebles son ostensiblemente más caros.

Según un informe del Observatorio Vasco de la Vivienda, de las 64.702 personas con algún tipo de ingreso que manifestó el pasado año una necesidad de acceso a la primera vivienda en Euskadi, poco más de un tercio disponía de ingresos suficientes para poder dar respuesta a esta necesidad.

Además, únicamente 2.394 personas se planteaban la compra o el alquiler de una vivienda en un plazo de un año, 10.696 a dos años vista y 14.541 en un plazo de cuatro años.

Según el mismo informe, el esfuerzo financiero de los hogares hipotecados en Euskadi creció en 2019 por segundo año consecutivo, hasta suponer el pago del préstamo el 27% de la renta, dos décimas más que en 2017. En 2020, además, ese esfuerzo financiero ha aumentado hasta el 27,8%.

Debido al esfuerzo necesario para acceder a una vivienda en Euskadi, durante 2019 las solicitudes de vivienda protegida se incrementaron un 8% en relación con el año anterior y alcanzaron las 70.179.