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Pros y contras del último grito en la gestión: la inversión temática

Pros y contras del último grito en la gestión: la inversión temática

Casi todas las gestoras han sacado productos de renta variable centrados en asuntos como el cambio climático, la digitalización o el envejecimiento

María Gómez Silva

Madrid

Sábado, 6 de abril 2019, 19:00

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La inversión temática es el último grito en la industria de la gestión de activos. Los productos de este tipo se multiplican y casi todas las gestoras cuentan con algún fondo de esta gama en su catálogo. Esta misma semana, la multinacional Natixis IM presentó en España su nueva gestora de megatendencias, Thematic Asset Management; mientras que Pictet AM y la escuela de finanzas Afi anunciaron la apertura de un centro de investigación de megatendencias aplicado a la gestión de carteras. El asunto está de moda.

Pero, ¿qué es exactamente eso de la inversión temática? Se trata de un modelo de inversión en renta variable que consiste en identificar tendencias que supuestamente van a provocar cambios disruptivos en la sociedad o en la economía. Algunas de estas temáticas que han identificado las gestoras están relacionadas con asuntos como los cambios demográficos, los desafíos medioambientales o la revolución tecnológica.

Un motor de crecimiento

Los expertos defienden que este tipo de temas van a «mover el mundo» en los próximos años y, por ello, tienen potencial para arrojar mayores retornos que otros activos. «El principal objetivo es aportar alfa, rentabilidad adicional respecto al mercado. Para ello, la inversión temática tiene dos motores de crecimiento: el PIB mundial y esas tendencias que capturan crecimiento adicional», explica Vafa Ahmadi, director de renta variable temática de la filial de Amundi AM especializada en este asunto, CPR AM.

Ello cobra especial relevancia en un contexto de enfriamiento económico, donde cada vez va a ser más complicado encontrar empresas con crecimientos sostenibles, según Karen Kharmandarian, uno de los fundadores de Thematics AM. «Los inversores están buscando crecimiento estructural de doble dígito sostenible en el tiempo y se están dando cuenta de que, mediante megatendencias, es posible invertir en compañías cotizadas con valor liquidativo diario, y de manera muy innovadora y global», opina Gonzalo Rengifo, director de Pictet AM en Iberia.

Un factor que ha contribuido a su difusión es la popularidad de los temas en los que se suele invertir y su facilidad de comprensión. «La inversión temática triunfa porque tiene sentido, es fácil de entender y su contratación es simple», relata Carlos Farrás, socio director de DPM Finanzas. «Los fondos temáticos son los mejores vehículos de inversión para contar una historia. A las personas nos encanta aprender y, si entendemos las razones del comportamiento de nuestro fondo, nos es más fácil establecer una vinculación a largo plazo con él», asevera Ahmadi.

Asimismo, a los inversores les gusta que sus inversiones sirvan para algo, relata Kharmandarian. «Queremos dirigir las inversiones a algo que tenga sentido», dice. Quizá por eso, «la inversión temática se encuentra en muchos casos muy relacionada con la sostenibilidad, una cuestión sobre la cual la sociedad está cada vez más concienciada», afirma Sebastián Velasco, director general de Fidelity para España y Portugal. En nuestro país, de hecho, la inversión en temática sostenible ha aumentado en 12.000 millones de euros entre 2015 y 2017, «unas cifras relativamente modestas pero que indican una tendencia claramente alcista», según Velasco.

Alejarse del ruido

Además de invertir en tendencias con potencial de crecimiento y fáciles de entender, los expertos aseveran que la inversión temática presenta otras ventajas, como la posibilidad de alejar a los inversores del ruido diario del mercado, movido por los datos macroeconómicos, las políticas de los bancos centrales y las noticias geopolíticas como el 'brexit'. «La principal virtud de las temáticas es que el inversor suele tener una visión más a largo plazo, por lo que no se pone nervioso con la volatilidad del corto plazo y es más fácil que tenga paciencia y obtenga rentabilidades atractivas a futuro», cuenta Farrás.

Y es que la inversión en este tipo de tendencias solo tiene sentido si el inversor cuenta con un horizonte temporal de largo plazo. Ahora bien, Velasco recuerda que hay temáticas que han superado sustancialmente a la renta variable mundial a en el corto plazo, como la gestión del agua y los residuos o la omnipresente tecnología, por ejemplo.

En ese sentido, cabe preguntarse qué temáticas son más interesantes o tienen más potencial. «La gestión del agua y los residuos, la tecnología, la sanidad, la demografía o el consumo son claros favoritos a hacerlo muy bien a medio y largo plazo. El motivo es su elevada correlación con el crecimiento de la población, el envejecimiento y el auge de las clases medias en países emergentes», explica_Velasco, quien menciona fondos de su casa como el Fidelity Global Technology Fund o y el reciente Fidelity Sustainable Water & Waste Fund.

Contras

Sin embargo, la inversión temática también tiene sus inconvenientes. El más importante está relacionado con el hecho de que, «al ponerse de moda una temática, hace que las compañías invertibles suban en la Bolsa haciendo que sus valoraciones resulten demasiado elevadas (precios caros)», avisa Farrás. Sobre esto, Kharmandarian reconoce que el precio de las acciones sí importa: «Hay gestores que identifican un tema, te construyen una cartera con aroma a temática y te dicen: cierra los ojos que dentro de diez años los abres y todo irá bien. Y no es cierto. Las valoraciones son un factor importante».

Otro asunto preocupante está relacionado con el hecho de que haya «muy pocas empresas que coticen con un tamaño suficiente, y que se dediquen al 100% a una temática. Esto hace que, cuando se invierte en una temática concreta, a lo mejor solo el 60% está relacionado con la misma», avisa Farrás. Sin embargo, hay quien ve en esto una oportunidad. Es el caso de la gestora Thematics, que prefiere «llegar pronto a la temática» y entrar en compañías donde el asunto en cuestión represente una proporción pequeña de los beneficios pero donde haya potencial para que suba considerablemente. «Se trata de identificar a los triunfadores del mañana», dice Kharmandarian. Una afirmación que Farrás pone en tela de juicio: «Desconocemos cuáles serán las empresas ganadoras a futuro».

Por eso, los especialistas proponen, como norma general, combinar estos productos con otros en una cartera diversificada. «Invertir solo en un fondo temático supone un alto riesgo ya que, si el tema no cumple con las expectativas, puede incurrir en retrocesos importantes. Sería una buena idea combinar este tipo de fondos con otros más tradicionales, de renta fija, monetarios o, incluso, alternativos o de renta variable, dependiendo del perfil del inversor», aconseja Mercado. Asimismo, algunos expertos recuerdan que hay productos que aúnan varias tendencias en un solo fondo, como el Thematics Meta Fund de Natixis o el Pictet Global Megatrend Selection, con mayor diversificación.

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