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Gloria Guevara, en el espacio CaixaForum de Madrid. Virginia Carrasco
«España tiene que buscar nuevos visitantes por la caída de británicos»

«España tiene que buscar nuevos visitantes por la caída de británicos»

Gloria Guevara, presidenta del Consejo Mundial del Viaje y Turismo, apuesta por atraer visitas que busquen cultura y compras para mejorar el modelo de sol y playa que tantos réditos ha otorgado a la economía

Domingo, 20 de octubre 2019, 07:30

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Tras acudir a la quinta edición del 'Summit Shopping, Tourism & Economy' en el espacio CaixaForum Madrid, Gloria Guevara analiza el futuro del turismo español y hacia dónde va el mundial, cada vez más ligado a la sostenibilidad y a la diversificación.

–¿Cómo afecta la desaceleración económica mundial al turismo?

–Es verdad que notamos una pequeña desaceleración en el crecimiento a nivel mundial, tal y como han apuntado ya el FMI o el Banco Mundial. Entre otros factores se debe a la guerra comercial que se está dando entre China y EE UU. Este conflicto ha provocado una reducción en el número de viajes programados. También tenemos en cuenta algunos asuntos geopolíticos como el 'brexit', que ha reducido el número de viajeros británicos, quienes ahora se esperan hasta el último minuto para contratar algún viaje y no lo hacen con anticipación;además, antes se iban a destinos lejanos y cada vez viajan más cerca. El turismo no puede ser ajeno a lo que ocurre en la economía general.

–¿Pero hay temor a una recesión turística?

–Hay preocupación, pero también optimismo. A pesar de todo lo que está ocurriendo, al final el turismo se recupera rápidamente. Vamos a generar 100 millones de empleos en 12 años y pasaremos de aportar el 10,4% al 11,5% del PIB mundial. Estos datos revelan el tamaño del sector y lo relevante que es. Hay muchos retos y oportunidades.

–¿Cuáles son esas oportunidades?

–En Asia hay previsto un crecimiento muy importante. También en Europa, aunque en menor medida. EnMedio Oriente, tras el anuncio de apertura de Arabia Saudí como un nuevo destino, se ha generado una gran expectativa y eso va a impulsar la zona y todo el norte africano.

–¿Cómo afectará la apertura de todos estos mercados a España, un país beneficiado por las crisis de Egipto o Túnez en los últimos años?

–Lo primero que he de decir es que España no solo ha crecido por la crisis del norte de África sino también porque aquí se han hecho muy bien las cosas. Al mismo tiempo que esos otros destinos crecían, a doble dígito, es verdad, España ha crecido al mismo tiempo, a un dígito. Es errónea esa idea de que porque los turistas se van a Egipto dejan de venir aquí. Además, el mercado español ha hecho muy bien su trabajo, es más competitivo y todo el sector valora lo que se ha desarrollado en los últimos años.

–Entonces, ¿puede estar tranquilo el sector turístico?

–No. El éxito que les ha llevado hasta aquí no garantiza a España que en la siguiente etapa siga creciendo así. Debe seguir innovando, trabajando duro, invertir en sostenibilidad y siempre de la mano del sector privado para diversificarse. Así se repartirá mejor el beneficio y que llegue a más capas de la población que puedan vivir del turismo. Aquí, el 15% del PIB está relacionado, directamente o de forma inducida con este sector. Lo importante es que España no puede dar por hecho que el turismo va a estar siempre ahí.

–¿Cómo puede crecer aún más?

–Sobre todo en lo relativo a las nacionalidades de los visitantes que puede atraer España. Esta es la puerta de toda América Latina, donde ven este destino como algo muy aspiracional, el punto de entrada a Europa. También deben fijarse en el mercado asiático, con los japoneses, y otros como los rusos. Todos ellos son turistas de valor añadido. Y la otra diversificación debe hacerse por tipo de producto que ofrecen. Son muy conocidos por el modelo de sol y playa en Europa. Pero fuera es conocido como un destino cultural con gran cantidad de monumentos incluidos en la Unesco, por su cultura, tradiciones y gastronomía. Aquí un latinoamericano no viene a la playa, sino por la historia, la cultura o la restauración, al igual que los turistas estadounidenses. Se está diversificando bien y lo importante es seguir haciéndolo así.

–Sin embargo, el mercado español se enfrenta a una salida de Reino Unido de la UE que acabará por afectar al turismo, en mayor o menor medida. ¿Qué se puede hacer?

–Hay que trabajar con la diversificación. No se pueden poner todos los huevos en la misma cesta. España ya ha venido trabajando en esta línea. En 2005 los británicos eran la primera nacionalidad en visitas, pero ahora ha habido un incremento de los norteamericanos. Si finalmente hubiera un 'brexit' sin acuerdo, se ponen en peligro 700.000 empleos entre Reino Unido y Europa. Por eso es importante llegar a un acuerdo para que puedan seguir visitando España sin contratiempos ni problemas.

–Otro problema sobrevenido ha sido la quiebra de Thomas Cook, sobre todo para las islas. ¿Ve alguna solución a esta situación?

–Ha sido algo desafortunado. Sé que el Gobierno está trabajando con nosotros y otros representantes para buscar inversores que cubran los negocios que ha dejado el touroperador sobre todo para la contratación de los empleados afectados.

–¿Es importante batir el récord de visitas del año pasado?

–Es necesario crecer, pero también hacerlo con calidad. Si solo se fomenta el turismo de calidad se genera más gasto, pero muy pocas visitas. Y si se centran solo en cantidad, ese gasto es menor. Es fundamental enfocarse en los dos aspectos si lo que quiere es ser un destino competitivo, porque hay mucha competencia de otros países ahí fuera que quieren captar turistas.

–¿Qué papel va a jugar el turismo de compras a medio plazo?

–Se trata de un tipo de visitante muy importante. Porque cada vez más ciudadanos viajan para comprar. De hecho, hay países que hoy se benefician de este tipo de turismo, como Estados Unidos, donde reciben visitantes de América Latina. También ocurre en los Emiratos Árabes. Ha habido un incremento exponencial de compras con los turistas chinos. Estos ciudadanos van a EEUU y se gastan, de media, unos 5.000 dólares en cada viaje. Es sorprendente. Y a la vez es excelente que muchos países se vayan enfocando a estos sectores porque les permiten crecer y, a la vez, hacerlo con calidad.

–En la última Cumbre del Clima de Nueva York apostó por un modelo sostenible. ¿Se conseguirá?

–Allí anunciamos el compromiso de ser neutrales climáticos para 2050. Y no solo depende de las autoridades, sino que también hay que involucrar al turista. Además, hemos creado un distintivo en base a la calidad ambiental de cada punto.

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