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De izquierda a derecha, Aurelio Martínez, Sandra Gómez, José Antonio García Belaunde, Fidel Pila y María José Rallo. Jesús Signes
La digitalización de los puertos impulsa la distribución de mercancías

La digitalización de los puertos impulsa la distribución de mercancías

FUTURO EN ESPAÑOL ·

En el foro de Futuro en Español, los países latinoamericanos observan el caso de España como un ejemplo de consolidación de corredores logísticos

Doménico chiappe

Valencia

Jueves, 13 de diciembre 2018, 13:24

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Los coloridos contenedores metálicos amontonados por grandes grúas en los puertos del mundo protegen la carga que se transporta vía marítima, y que representa el 79% del comercio, según datos del Ministerio de Fomento. En los puertos, toda cifra es grande. En España se mueven 545 millones de toneladas de productos en alguno de los 46 puertos, con crecimiento del tráfico del 18% el año.

«Por su ubicación estratégica y su infraestructura, España es la entrada de mercancías de América Latina, África y Asia», asegura María José Rallo, secretaria general de Transportes del Ministerio de Fomento, en el foro «Tendencias en la logística y el transporte intermodal» de Futuro en Español, organizado por Vocento y CAF – Banco de Desarrollo de América Latina.

Celebrado en el puerto de Valencia —el quinto de Europa y entre los 30 primeros del mundo en cantidad de contenedores—, el modelo actual se enfrenta a nuevos retos. «Hoy la casi totalidad del transporte de contenedores está controlado por tres alianzas navieras, con nuevas generaciones de barcos de un gigantismo absoluto», mantiene Aurelio Martínez, presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia en la inauguración de las jornadas patrocinadas por el Ayuntamiento de Valencia, la Autoridad Portuaria de Valencia y el Banco Sabadell.

«Es vital desarrollar zonas logísticas alrededor de los puertos, para establecer relacionar la recepción con el transporte, fidelizar las cargas, simplificar trámites, reducir costes y asumir la digitalización creciente».

José Antonio García Belaunde.
José Antonio García Belaunde. Jesús Signes

Esa conexión entre los puertos y el destino de la carga requiere de infraestructuras que garanticen que los productos lleguen a su destino final. «Es fundamental invertir más en corredores logísticos», asegura José Antonio García Belaunde, representante para Europa de CAF – Banco de Desarrollo para América Latina, ente de financiamiento de proyectos de los países socios, entre los que se cuenta España.

«En la última década el nivel de inversión en infraestructura no superó el 3% del PIB regional, cuando debería estar en el 5% para cerrar brechas. El concepto de corredores logísticos incidirá en la productividad de la región. España puede ilustrar con sus experiencias y lecciones aprendidas».

Estas lecciones se plasman en la construcción y consolidación de los 165.000 kilómetros de carreteras, de los que 17.000 son de alta capacidad, los 16.000 kilómetros de vías ferroviarias, incluyendo una amplia de alta velocidad, y los 46 aeropuertos nacionales. Una inversión constante que ha convertido a España en el décimo país con mejores corredores del ranking del Foro Económico Mundial.

Inteligencia artificial

Aplicaciones para rastrear los productos en tiempo real, puertos monitorizados desde el móvil, vehículos eléctricos para el movimiento de la carga, registros electrónicos que sustituyen formularios en papel, inteligencia artificial para optimizar el proceso de transporte marítimo y, por tanto, ahorrar costos. A simple vista quizás haya pocos cambios en el paisaje, pero se buscará reducir el impacto en el medio ambiente y mejorar la productividad. «Los cambios en el sistema de las navieras lo moverá el dinero», asegura José Manuel García, director de Tecnologías de la Información de la Autoridad Portuaria de Valencia. «La puntualidad ahorra dinero y todos sacarán beneficio de esa planificación sin retrasos».

Una transformación que se expande por todo el planeta. «Son procesos lentos, pero ya empezaron», ratifica Georgina Febré, gerente de la Corporación de Fomento de la Producción de Chile, que bautiza la llegada de la digitalización de los puertos como 'logística 4.0'. «La optimización de los procesos logísticos se extenderá a las otras áreas del transporte, de los importadores y los exportadores».

La 'densidad digital' es un «concepto transcendente que abre un escenario más rico que antes, porque se sabe en tiempo real lo que pasa con los activos, con la carga, con las personas que trabajan en esa cadena logística», dice Vicente del Río, director general de la fundación Valenciaport. Se habla de la llegada inminente de la cadena de bloques (blockchain) y de la 'amazonización' del sector, es decir, el revulsivo con que Amazon sacude el sector.

«Cómo imaginarnos qué necesidades va a tener la sociedad en 2025 o 2040 con los enormes cambios en el comercio y en los centros de producción y demanda», se pregunta Lucía Meza, directora de proyectos de la región norte de CAF. «No sabemos si las tendencias van a cambiar ni cómo nos vamos a comunicar. No somos conscientes del cambio para la humanidad que significa esta revolución digital que apenas está comenzando».

El caso de América Latina

Si en España los retos pasan por el «refuerzo de la seguridad, la automatización, la sostenibilidad, la coordinación entre administraciones y la conveniencia de incrementar el transporte ferroviario de mercancías», como enumera Rallo, en América Latina, se afronta, en primer lugar, el «muy bajo desempeño logístico, basado en la infraestructura y los componentes logísticos, con una diferencia de 40% con relación a los países con mejores estadísticas», asegura Lucía Meza, directora de proyectos de la región norte de CAF, en la presentación del informe 'Infraestructura para la integración de América Latina'. «Se necesita aumentar la calidad de los servicios y la calidad, como la puntualidad, trazabilidad, y seguridad, acompañando los retos de ingeniería».

Sin que la región latinoamericana sea «la más pobre pero sí la más desigual» y no haya «indicadores comunes en países tan diferentes, sí hay grandes tendencias que se repiten, como la brecha de infraestructura». Para Meza, el futuro exige aumentar la ejecución de obras de infraestructura, incorporar las nuevas tecnologías, adaptar la legislación, atender a la sostenibilidad y al cambio climático, reducir las inequidades sociales, fortalecer las instituciones y reforzar las capacidades públicas y privadas.

«En la región estamos sobrediagnosticados», refiere. «Hay kilos y kilos de papeles de informes, pero nos cuesta aterrizar. Hace falta el diálogo público y privado, y que se identifiquen las acciones que se deben acometer y que se generen compromisos entre los países, que deben mirar no sólo hacia adentro sino hacia sus vecinos también».

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