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Lewis Hamilton, en lo más alto del podio tras ganar el GP de Emilia Romaña. AFP
Mercedes conquista su séptimo Mundial y Hamilton ya echa cuentas
GP de Emilia Romaña

Mercedes conquista su séptimo Mundial y Hamilton ya echa cuentas

El británico ganó en Imola por delante de Bottas y Ricciardo y si vence en Turquía se proclamará heptacampeón

david Sánchez de castro

Madrid

Domingo, 1 de noviembre 2020, 13:04

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Mercedes ya lleva tiempo por méritos propios como una de las grandes dinastías del deporte internacional, más allá de la Fórmula 1, pero desde este domingo es aún más grande. Aunque aún tiene lejos los 16 campeonatos de constructores de Ferrari, sumó en Imola su séptimo entorchado consecutivo, un dominio de tal longevidad que ni la histórica Scuderia en tiempos de Michael Schumacher había logrado.

Era cuestión de tiempo que lo lograra, y probablemente no sea el último título si las previsiones se cumplen en 2021. Lo hizo por la vía rápida, con un doblete que Lewis Hamilton y Valtteri Bottas consumaron por delante de Daniel Ricciardo, en una carrera que tuvo acción en la primera y en las diez últimas vueltas. Y es que, sin desdeñar la labor de Hamilton, Bottas perdió el GP de Emilia Romaña por pura mala suerte. Salió bien, algo que ya es noticia en su caso, mientras que su compañero se vio adelantado por Max Verstappen en las primeras curvas. En un trazado donde adelantar es una quimera -hasta el caos de las últimas vueltas solo hubo tres adelantamientos en pista-, conseguir una posición de parrilla era clave. Todo se ponía de cara para Bottas… pero en la segunda vuelta se encontró con un inesperado contratiempo.

En la curva 7, en la arrancada, Sebastian Vettel se había tocado con un Haas, dejando un trozo de su coche en la pista. Bottas pasó por encima de él en el siguiente giro, pensando que lo iba a pisar y ya está, pero esa placa se le quedó metida en el fondo plano y le afectó durante toda la carrera a la aerodinámica. Así, progresivamente, fue perdiendo carga y con ello tiempo. Las paradas en boxes hicieron el resto. Hamilton estiró la suya al máximo para intentar pasar con un 'undercut' a Verstappen y a su compañero en boxes, algo que consiguió con solvencia.

Bottas se quedó sin victoria, pero no sin segundo puesto, ya que un reventón muy oportuno para él de Verstappen le dejó el camino expedito para el amargo segundo puesto. El finlandés fue el único en no sonreír en el podio, pese a que su equipo había logrado el séptimo campeonato del mundo de constructores. En ese cajón estuvo Daniel Ricciardo, que se vio beneficiado no solo por el abandono del neerlandés, sino también por el de George Russell. El joven británico perdió el control de su Williams cuando iba detrás del coche de seguridad, marrando su gran oportunidad de darle un punto a su equipo, primero del año, y obligando a que Bernd Maylander, piloto del 'safety', aguantase obligado unas cuantas vueltas más.

Este se metió de nuevo a boxes para dejar a los pilotos competir las seis vueltas que restaban, lo que se convirtió en una lucha titánica de Ricciardo por aguantar el tercer puesto. Por detrás, Carlos Sainz esquivó por puros reflejos el trompo de Alex Albon, que puso el último clavo en su ataúd antes de ser despedido de Red Bull, para asentarse en una buena séptima posición final, que permite al español subir a la octava de la clasificación general con 65 puntos.

Hamilton saca la calcuradora

Tras bajarse del podio, donde Lewis Hamilton compartió la antihigiénica costumbre de Daniel Ricciardo de beber de su bota, el clásico 'shoey', pudo empezar a poner la cabeza en el siguiente reto. Una vez conseguido el título para Mercedes, el británico ya puede echar cuentas para lograr el suyo.

Las matemáticas son más complejas de lo que realmente necesita. Básicamente, le vale con hacer lo que ha hecho en nueve de las 13 carreras disputadas: ganar. Bottas afronta la recta final de la temporada con 85 puntos de desventaja, lo que le obliga a sumar al menos 20 en Turquía para mantener vivas sus escasísimas esperanzas. Eso significa que debe ganar y que Hamilton sea décimo o peor. Visto el dominio y control absoluto que tiene el británico sobre este Mundial, nada hace pensar que en el Istambul Park vaya a haber un vencedor distinto al de Imola.

Carlos Sainz: «Casi debería dar gracias por estar aquí»

El GP de Emilia Romaña no pasará a la historia por su emoción en buena parte de su carrera, pero posiblemente por el final de la misma mereció la pena. Carlos Sainz acabó séptimo, pero podría haber terminado mucho peor, bien al final de la parrilla, en un muro o mucho peor. Estaba intentando aguantar por mantenerse en la zona de puntos cuando, de repente, se encontró a Alex Albon trompeando justo delante de él. Clavó los pies en los frenos y lo esquivó como pudo, con unos reflejos felinos. «Casi debería dar gracias por estar aquí. He librado de milagro, he tenido que reaccionar muy rápido. Nunca te esperas un trompo justo delante tuyo y tener que clavar frenos. Por eso el séptimo puesto sabe mejor. Si llego a reaccionar 50 centésimas más tarde, me choco contra él», resumía el madrileño sobre ese incidente.

Por suerte para él, las malas sensaciones que tuvo con el coche el sábado desaparecieron para la carrera. Desde el principio tuvo ritmo y protagonizó uno de los pocos adelantamientos en pista que se vieron antes del caos final, sobre su compañero Norris. «Iba más cómodo que en clasificación y lo he notado desde el principio, que he podido pasar a Lando en la vuelta 4. A partir de ahí he podido imprimir mi ritmo y he puesto mucha presión en los coches de delante», contaba Sainz, que luego se vio taponado por los de delante para llegar más arriba.

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