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Nico Rosberg durante los entrenamientos del GP de Alemania.
Alonso celebra su cumpleaños con sonrisas
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Alonso celebra su cumpleaños con sonrisas

El asturiano disfruta de un McLaren que da un rendimiento más que notable y le permite soñar con un buen resultado

David Sánchez de Castro

Viernes, 29 de julio 2016, 16:51

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Fernando Alonso se encontró una sorpresa que no esperaba cuando apareció por el paddock de Hockenheim: sus mecánicos y gente de confianza le esperaban con una tarta con la forma de su casco y gorros de fiesta para celebrar los 35 años que cumplía el bicampeón español. Fue el arranque de un día en el que al asturiano no se le borró la sonrisa en toda la jornada.

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Alonso no se bajó del top 10 en todo en la primera jornada de trabajo del Gran Premio de Alemania. Mientras por arriba Lewis Hamilton claudicaba ante Nico Rosberg en las dos sesiones, el asturiano se quedaba con el décimo puesto final en un día marcado por las pruebas en McLaren. La confianza mostrada en Hungría se vio recompensada con un gran rendimiento inicial en el que el MP4-31 dio muestras de un salto de calidad frente a sus rivales en esa zona templada de la lucha por los puntos.

El español acabó décimo el día, dos puestos por detrás de su compañero Jenson Button, quien no pudo rodar todo lo que hubiera querido por un susto que le obligó a pasar por el médico. El piloto británico, octavo en la tabla de tiempos, se fue a boxes antes de que acabara la sesión mientras se quejaba de unas molestias en un ojo. Con la zona irritada, el campeón del mundo en 2009 se dirigió al centro médico de Hockenheim donde le revisaron bien y posteriormente se dirigió a la cercana ciudad de Mannheim para que un oculista le retirase el «cuerpo extraño» que le había entrado. Un susto sin mayores consecuencias que dejó al probador Stoffel Vandoorne con las ganas de rodar, ya que estaba preparado para subirse al coche por si fuera necesario.

Más allá del incidente de Button, el día fue muy productivo en McLaren. Pudieron incluso rodar con dos configuraciones diferentes que dieron mejor rendimiento en la primera tanda que en la segunda. Alonso se mostró muy satisfecho con lo visto en el día, aunque rebajó la euforia: hay, al menos, tres escuderías (Mercedes, Ferrari y Red Bull) delante de ellos, lo que suponen seis posiciones imposibles de recuperar. «Para este fin de semana debemos ser realistas: hay tres equipos que son un poco más rápidos que el resto. Luego, por detrás hay una dura batalla. Si queremos ganar a nuestros competidores directos, tenemos que hacerlo todo bien, pero eso va a ser un poco más complicado que en Hungría», se resignó el asturiano.

Alonso se harta de la FIA

Cuando no se mordió la lengua Alonso fue cuando le preguntaron por los continuos vaivenes normativos. El piloto español admitió estar harto de que en la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) decidan una cosa y la contraria en función del día y de por donde salga el sol. Sus críticas fueron especialmente duras sobre los límites de la pista: el jueves dijeron que no existían, luego que sí.

«Yo ya paso, me doy por vencido. Cuando lleguemos a cada carrera, que nos digan lo que tenemos que hacer porque sabemos que cada vez cambian las cosas. Ahora volvemos a las reglas que teníamos hace un año. Cuando se endurecieron mucho con el tema de las radios, parecía que el campeonato iba a ser superespectacular, pero no ha cambiado nada, incluso ha empeorado. Con el tema de los límites de la pista pasa lo mismo. Ayer había, esta mañana no. Ahora parece que vamos a tener tres intentos, así que mañana cuando empiece la clasificación preguntaré qué es lo que tengo que hacer e intentaré no perder mucho más el tiempo con esto», señaló. Este es un asunto que trae de cabeza a todos en el paddock.

Algunos pilotos, como Max Verstappen, se saltaron a la torera los límites de la curva 1 en no menos de ocho ocasiones, algo totalmente prohibido. Todo apunta a que este sábado habrá lío al respecto, como ya hubo en los últimos Grandes Premios. El holandés será uno de los puntos de espectáculo para el fin de semana. Tanto él como Carlos Sainz, entre otros, debutan este fin de semana en Hockenheim porque el año pasado se suspendió la carrera por problemas económicos. Ser novatos en el templo del campeonato alemán de turismos, el prestigioso DTM no es un problema ni para Verstappen ni para un Sainz que aspira a subirse a un top 10 que se vende muy caro. Su rival, como en otras carreras, será su amigo Alonso, lo que siempre es garantía de emoción en la pista, más allá de lo que quieran inmiscuirse los comisarios o las variables normas.

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