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Ferrán Sole lanza a puerta. Daniel Kopatsch (EFE)
España ajusta la mira ante Baréin
Balonmano | Mundial

España ajusta la mira ante Baréin

Los Hispanos mostraron poca contundencia defensiva y demasiados errores en ataque ante un rival ingenuo pero con calidad individual

ELOY DE LA PISA

Valladolid

Viernes, 11 de enero 2019, 07:18

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Avisado estaba todo el personal de que Baréin no era una perita en dulce, y los primeros que no quisieron sorpresas fueron los propios Hispanos, que saltaron a la cancha dispuestos a marcar territorio con la defensa y a fijar posición de debate con el ataque. Una decisión acertada, sin duda, porque ello le permitió tomar una pequeña ventaja –dos robos de balón, tres errores forzados en el lanzamiento rival – y con ello establecer un colchón de 3-5 goles en el primer cuarto que se antojaba fundamental.

Y se antojaba tal porque Baréin tardó ese tiempo en meterse en el partido, en leer la defensa hispana y en empezar a ajustar su defensa.

De entrada el 5-1 que montó Jordi Ribera fue lo suficientemente efectivo como para cortocircuitar las ideas del rival, muy sistematizado en sus sitemas de ataque y a los que un defensor tan adelantado como proponía España les molestaba notablemente. Pero eso duró lo que tardó Sayyad en calentar las neuronas y encLontrar los huecos en el muro español. Al fin y al cabo, cuanto más profunda es una defensa, más huecos deja sobre la línea de seis metros. Y eso lo supo ver el talentoso primera línea de Baréin.

Baréin

M. Ali, A. Ali (1), M. Habib (7), J. Alsalatna (2), , H. Alsamahiji (), K. Mahfoodh, A. Abbas (), M. Merza (3), B. Askani (), M. Abdulredha (), A. Yaseen (2), H. Madan (1), H. Al Sayyad (7), A. Khamis.

23

-

33

España

Corrales, Pérez de Vargas , Joan Cañellas (2), Raúl Entrerrios (2), Eduardo Gurbindo (3), Virán Morros (), Alex Dujshebaev (5), Daniel Dujshebaev (2), Dani Sarmiento (), Julen Aguinagalde (), Figueras (3), Gedeón Guardiola (4), Fernandez (2), Sole (7), Gomez Abello (3), Ariño.

  • MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 2-4, 3-7, 5-9, 8-12, 10-15 y 11-16 (descanso); 13-17, 15-20, 17-23, 19-26, 20-29 y 23-33.

  • ÁRBITROS: Sebastián Lenci y Julián I. Grillo, de Argentina. Impropios de un Mundial. Sin criterio para los siete metros, convirtieron en subjetivo casi todo lo objetivo.

  • INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la primera jornada del grupo B de la primera fase del Mundial de Alemania y Dinamarca disputado en el Olympiahalle de Múnich (Alemania), ante unos 7.000 espectadores.

La solución fue irse a seis metros. Los asiáticos no son un equipo en absoluto alto, pero tienen una técnica y una táctica individual nada desdeñable y mal que bien iban soslayando los problemas que les iba presentando la defensa de los de Jordi Ribera.

Otro cantar era el ataque. Baréin defiende casi en individual,producto de sus carencias físicas en altura y peso, y contra esa defensa tan poco habitual hay dos antídotos: juego con el pivote en bloqueo y pase extra que impida la ayuda defensiva. Y eso lo supo interpretar bien España, que con rotaciones regulares y un poquito de imaginación no encontraron especiales problemas para superar al rival. De hecho si el ataque no acaba dentro era por error de los españoles mayormente. Aunque justo es decir que Mohamed Ali, el portero de Baréin, se convirtió por momentos en un obstáculo para que los Hispanos sumaran goles.

El 11-16 al descanso hablaba de un choque en el que ambos equipos habían jugado sus bazas con acierto: el uno contra uno los asiáticos, la defensa y el contraataque los europeos.

Reajustes

La reanudación ofreció algunas situaciones para reflexionar. La primera, los problemas del equipo para entender cuándo ha de ir hacia adelante y cuándo ha de anclarse en la línea continua. Demasiadas veces cayó el muro español en la trampa que le tendieron los rivales y acabó haciendo lo que deseaban sus contrarios.

La segunda, la pérdida de calidad de lanzamiento en muchas situaciones de ventaja. Mohamed Ali es un buen portero, pero no tanto como para lograr los porcentajes que acreditó, superiores a un 35%. Y es que España se atascó excesivamente en el ataque posicional, y solo la ingenuidad de los jugadores árabes le permitió solventar algunas acciones que iban mal encaminadas.

Esas situaciones, con otro adversario de más nivel enfrente, hubieran supuesto una complicación más que notable. La holgura en el marcador tapó durante muchos minutos ambas carencias, al menos para el público en general, pero a buen seguro que el cuerpo técnico español tomó buena nota de los desajustes defensivos, principalmente. Al fin y al cabo es atrás donde Jordi Ribera ha colocado la clave de bóveda del juego de los Hispanos. De la defensa han de salir los contragolpes y de la defensa debe salir el desgaste del rival y la generación de las dudas sobre el juego en el adversario.

Baréin fue, en cualquier caso, buena piedra de toque para quitarse los manidos nervios del debut y ser conscientes de que hay mucho trabajo aún por hacer.

El domingo espera Islandia, un conjunto completamente distinto en la concepción del juego a Baréin. Será el momento de comprobar si los desajustes de este viernes siguen vivos.

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