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Renaud Lavillenie.
Nadie vuela tan alto como Lavillenie
MundialES

Nadie vuela tan alto como Lavillenie

El francés ejerce de favorito y logra el oro mundial bajo techo, aunque falla en su intento por el récord planetario

Javier Bragado

Viernes, 18 de marzo 2016, 11:02

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Renaud Lavillenie, una de las pocas estrellas del atletismo que se acercó a Portland a competir en los Mundiales de pista cubierta, ejerció de astro y voló como nadie. El francés se elevó gracias a su pértiga por encima del listón de 6,02 metros y alejó a su más inmediato seguidor, Sam Kendriks, a más de 20 centímetros. Conseguido el título y el récord de los campeonatos bajo techo el hombre que entrenaba brincando en los setos de su jardín decidió no reservarse y acometió la plusmarca universal. A pesar del público entregado y de su buen momento la altura de 6,17 resultó el único obstáculo que no superó el número uno de la especialidad.

El logro de Lavillenie colocó la guinda a una final que duró dos horas y que reunió un gran nivel que difícilmente se mantendrá en el resto de especialidades durante los campeonatos. «Mi único propósito es ser competitivo y saltar con un tipo como Renaud que sabes que va a ser impecable», resumió el estadounidense Kendriks, plata mundial y admirador en directo de la facilidad con la que su adversario superó los seis metros. La exhibición del francés se rodeó de un ambiente especial, con numerosos espectadores sentados en las calles de la pista para poder observar más de cerca sus intentos de récord mundial. Allí pudieron ver de cerca un momento trágico, puesto que en el segundo intento Lavillenie cayó al límite de la colchoneta. A pesar del susto, se levantó con una sonrisa.

«Estaba un poco preocupado, pero soy capaz de manejarlo y saltar con seguridad. La pértiga es a a veces peligrosa e intensa, pero es por eso por lo que nos encanta», explicó después de una prueba en la que completó el podio el polaco Piotr Lisek, con 5,75 metros al primer intento. Finalmente Lavillenie no pudo batir su propia plusmarca bajo techo -conseguida en 2012 en Estambul-, pero mostró su tarjeta de presentación para ser oro olímpico en agosto. «Estoy contento por conseguir la victoria y otro salto de seis metros. Tengo mucho tiempo para conseguir el récord mundial», amenazó en Portland.

En la categoría femenina el oro fue para la atleta local Jennifer Suhr, quien saltó al primer intento todas las alturas hasta la definitiva de 4,90 metros. La norteamericana logró vengarse de Sandi Morris, quien le había arrebatado el oro en los campeonatos de Estados Unidos unos días antes en el mismo lugar. La de Illinois fue segunda (4,80) y la griega Ekaterini Stefanidi se subió al podio con 4,85 metros con una notable marca en una competición de alto nivel en la que por primera vez cuatro mujeres saltaron por encima el listón de 4,80.

Suhr intentó el récord mundial como su colega Lavillenie, pero tampoco logró estampar su firma. «Salir con el récord del campeonato y tener el récord del mundo y el título de récord en pista cubierta... Realmente no lo he procesado, porque me gustaría haber saltado más alto, aunque creo que es una de esas cosas con las que tendré que mirar atrás y decir: Guau, fue una buena temporada», reconoció una exultante atleta que logró su primer título universal bajo techo. Para la estadounidense, Portland supuso una palmada en la espalda ante Morris y un aviso para los Juegos Olímpicos si se confirma la ausencia de Yelena Isinbayeva, la auténtica dominadora de la especialidad.

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