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Rodrigo es felicitado por Rodri y Oyarzábal tras uno de sus goles en Gijón

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Rodrigo es felicitado por Rodri y Oyarzábal tras uno de sus goles en Gijón EFE
Clasificación Euro 2020

España se inspira en el Brujo para perseverar y golear

La selección prosigue su paseo hacia la Eurocopa con dos tantos de Rodrigo y un doblete final de Alcácer, y deja por primera vez su portería a cero ante Islas Feroe

Ignacio Tylko

Gijón

Domingo, 8 de septiembre 2019

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«Quini es único. Hubo, hay y habrá otros goleadores magníficos, pero El Brujo solo hay uno en la historia y es imposible que se vuelva a repetir». Robert Moreno, seleccionador español, describió así la figura del inolvidable Enrique Castro tras la inauguración este sábado del 'Espacio Quini' en el estadio El Molinón, coliseo siempre de Primera que este domingo, con motivo del trámite de España ante Islas Feroe, de clasificación para la Eurocopa 2020, rendirá tributo a este mítico exjugador del Sporting de Gijón, del Barcelona y de la selección española, y sobre todo, uno de los grandes caballeros del fútbol español. Nos dejó el 27 de febrero de 2018, a los 68 años, tras sufrir una crisis coronaria que le sobrevino mientras conducía su vehículo por las calles de Gijón. Pero es eterno.

«Tratamos de darle mucho cariño a la familia de Quini, que se lo merece. En los momentos que estuve con él, percibí siempre que todo el mundo le quería mucho y eso no se consigue fácil. Siempre hay a quien puedes caer mal y él no, todo el mundo tenía buenas palabras hacia él», enfatizó Moreno, relacionado con el entorno de Quini través de su exjefe y amigo Luis Enrique, a quien en el Día de Asturias también se le homenajeará en El Molinón, el estadio donde comenzó a brillar antes de pasar al estrellato. El recuerdo de su pequeña Xana, fallecida víctima de un cáncer, y la falta de Quini, llenan de tristeza a la selección, a Gijón y a toda España. Pero revivirles desde la nostalgia debe de ser una alegría.

«Ahora, Quini, ahora»

Operado dos veces de cáncer, Quini fue perdiendo salud pero jamás su sonrisa, ni su carisma arrollador. Un ejemplo para todos, compañeros y rivales a los que siempre respetó con nobleza y caballerosidad. Nacido en Oviedo y criado en Avilés, lideró la época más brillante del Sporting. El conocido «¡Ahora, Quini, ahora!», volverá a sonar con fuerza en esta cita internacional que le servirá a Robert Moreno para cosechar una victoria más y seguir probando jugadores, sistemas y acciones de estrategia con la mirada puesta en esa Eurocopa en la que España jugará en la sede de Bilbao.

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 Con Quini y la familia de Luis Enrique en la atmósfera -hace justo un año el técnico asturiano debutó al frente de España con una victoria de prestigio en Wembley-, poco importa en lo estrictamente deportivo un partido oficial, pero de trámite, ante un combinado representativo de un archipiélago autónomo que forma parte del Reino de Dinamarca y está compuesto por 18 islas volcánicas que albergan a miles de aves marinas que atraen a excursionistas y observadores. De fútbol, apenas noticias de las Islas Feroe, a la que España ya derrotó tres veces y hace 22 años en El Molinón.

La huella de Luis Enrique

   Curiosamente, el nombre de Luis Enrique ha marcado los enfrentamientos de la selección española ante Islas Feroe, con un balance de tres victorias de la Roja con 13 goles a favor y tres encontra. El técnico gijonés fue goleador en los dos partidos que jugó y en el último precedente se ausentó por la enfermedad de su hija Xana , cuyo fallecimiento estará también muy presente El Molinón.

     El historial de enfrentamientos de las dos selecciones dejan goleadas de España pero también tantos de Islas Feroe, que no falló nunca a su cita con El gol. Los dos primeros duelos, valederos para la fase de clasificación al Mundial 98 de Francia. El primero fue un paseo español, el 4 de septiembre de 1996 en el estadio de Toftir (2-6), con Luis Enrique dejando su nombre como el primer artillero histórico ante tan modesto rival.

     Un día especial para Luis Enrique en el segundo duelo ante los nórdicos, el 11 de octubre de 1997, ya que marcaba dos tantos en su casa y con su gente en la grada de El Molinón. Celebraba así su inclusión entre los 50 finalistas al Balón de Oro. Transcurrieron 21 años, 7 meses y 24 días para el reencuentro de la dos selecciones, camino de la Eurocopa 2020 con la ausencia de Luis Enrique, que colaboró a distancia con Robert Moreno. Una nueva goleada (1-4), en el estadio Trosvollur sobre césped artificial de última generación, en el día que Sergio Ramos se convirtió en el futbolista con más victorias en la historia de la Roja (122). De nuevo, toca vencer, seguramente golear, aumentar el pleno a seis victorias y sellar, todavía no de forma matemática, el billete para la Eurocopa.

«Yo soy de Quini»

Un goleador como Quini, que firmó cinco trofeos Pichichi de Primera y dos en Segunda, gesta a la que solo podrían aspirar antes de los Cristiano o Messi leyendas como Telmo Zarra, Alfredo Di Stéfano o Hugo Sánchez, es, precisamente, uno de los argumentos que persigue Moreno para mejorar la contundencia de la selección, que viene de cuajar un gran partido en Rumanía pero de ganar sufriendo por su tradicional falta de pegada. Se esperan muchos cambios en El Molinón respecto al jueves. De Gea, Carvajal, Mario Hermoso, Gayá, Rodrigo Hernández, Parejo, Oyarzabal, Thiago, Suso y Sarabia, además del debutante Unai Núñez, piden ser protagonismos.

 «Es una jornada especial. Queremos recordar todos a un genio, a un tipo gracioso», resaltó, por su parte, el presidente de la FEF, Luis Rubiales, durante la presentación en el Parador Nacional de Gijón de 'Yo soy de Quini', un libro que su autor Monchi Álvarez definió como «una antología sentimental» que reúne a 55 personas que conocieron a El Brujo. En sus páginas, futbolistas como Carlos Alonso Santillana, Eloy Olaya o José Ramón Alexanco, dejan historias inolvidables.

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Caminando unos metros del Parador al estadio El Molinón, el tributo se amplió el sábado con el estreno de ese museo al que se sumaron el seleccionador Robert Moreno, el presidente del Sporting, Javier Fernández, y la alcaldesa de la ciudad Ana González. Un total 350 metros cuadrados en honor a una leyenda del fútbol español donde se repasa toda su trayectoria, alterada por un secuestro que conmovió a todo un país. Eterno, único Quini siempre presente.

  

«¡Solo hay un Quini en la historia!», sentenció el seleccionador español, Robert Moreno, para motivar a sus soldados antes del tedioso ejercicio de paciencia de este domingo frente a Islas Feroe, combinado de tercera fila forjado por tiarrones nórdicos con excelente morfología de deportistas pero encerrados en su cueva arcaica. Lo suyo, ciertamente, fue más una defensa de balonmano a 11 que balompié clásico. Difícil de romper si no es con calidad milimétrica en los pases, alguna acción imprevisible que sorprenda, tiros desde fuera y con desborde en el uno contra uno. Y no se mostró muy fina España en estas cualidades.

Para rendir tributo al Brujo, nada mejor para los superprofesionales españoles que respetar a tan humilde rival y, sobre todo, a la propia camiseta que defienden y al país que representan, según les insistió el joven técnico catalán. Dicho claro y hecho a medias. España ganó en su paseo hacia la Eurocopa y goleó al finl para homenajear a quien disputó 917 partidos en su carrera, con 515 tantos y 35 internacionalidades. Completó un trabajo profesional.

Quini no disfrutó de la mejor España, ni siquiera con una del nivel de la actual. En tiempos de depresión cayó en la primera fase de los Mundiales de 1978 y de 1982, el del Naranjito'. Pero es leyenda, recordada anoche hasta poner el vello de punta en El Molinón, su estadio, y en el Día de Asturias, festividad de La Santina, la Virgen de Covadonga que liberó al pueblo asturiano contra la invasión árabe.

ESPAÑA

De Gea, Carvajal, Ramos (Unai Nuñez, min. 84), Hermoso, Gayà, Thiago Alcántara, Rodri, Parejo, Suso (Sarabia, min. 68), Rodrigo Moreno y Oyarzabal (Alcácer, min. 60).

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ISLAS FEROE

Nielsen, Vatnsdal, Gregersen, Baldvinsson (Eriksen, min. 55), Vatnhamar, Hendriksson, Hansson Davidsen, Edmundsson (Bartalsstovu, min. 66), Olsen (Egilson, min. 87) y Bjartalio.

  • goles 1-0: min. 13, Rodrigo Moreno. 2-0. min. 50: Rodrigo Moreno. 3-0: min. 90, Alcácer. 4-0: min. 90, Alcácer.

  • Árbitro: Krzysztof Jakubik (Polonia). Mostró amarilla a Thiago, Ramos

  • INCIDENCIAS Partido del grupo F de clasificación para la Eurocopa 2020, disputado en El Molinón ante 23.644 espectadores. Vídeo para glosar la figura de Enrique Castro en los prolegómenos y entrega por parte de los exjugadores Eloy Olaya y Juan Carlos Ablanedo de un camiseta a Pablo, nieto de Quini. Minuto de silencio en memoria de Xana, la hija pequeña de Luis Enrique. Debut de Unai Núñez.

Del ramplón partido, tributo también a la familia de Luis Enrique Martínez por la perdida de Xana, la mejor lección para España es extraer el legado del Quini jugador y persona. Pundonor, humildad, respeto por el rival, coraje, alegría, comprensión y compañerismo fueron virtudes que hicieron eterno al ariete asturiano, valores que aquí abajo nadie olvida y que permiten volar alto a cualquier profesional.

Más que de la pizarra, de la estrategia diseñada ante los colistas del grupo, útil también aprender del hambre, ambición, desparpajo y valentía de Luis Enrique, cuya carrera, curiosamente, estuvo ligada a las Islas Feroe. Les marcó en los dos partidos de clasificación para el Mundial de Francia'98, con Javier Clemente en el banquillo, y, ya como entrenador, no pudo dirigir el último por la enfermedad devastadora de su hija Xana.

Moreno revolucionó el once con nueve cambios respecto al que ganó en Bucarest. Fomentar la competencia en el grupo y hacerles sentir a todos importantes, sus objetivos. Solo repitieron el capitán Sergio Ramos, un guiño para que no hubiera lío y alcanzase a Iker Casillas con 167 internacionalidades, y Rodrigo Moreno, al que quiso recuperar moralmente en una cita de goles. Y lo consiguió porque el punta del Valencia le respondió con dos tantos. Descerrajó a los nórdicos en el primer cuarto de hora y aseguró la victoria con un afortunado disparo, en el inicio de la segunda parte.

Dos decisiones inteligentes del míster. Oportunidad, justicia o partido trampa, según se mire, para De Gea, que volvió a defender la portería de España ante un rival humilde pero que logró marcar a la Roja en los tres precedentes. Detuvo su primer balón, tras un tiro raso y cruzado, a la media hora. Antes del descanso también sacó bien el puño para despejar un balón, muy cerrado, a la salida de un córner. A 17 del final, achicó de maravilla y sacó una pierna milagrosa tras error grosero de Ramos.

Marcó pronto Rodrigo, tras un regalo de Oyarzabal, pero España no apretó a partir de entonces y hasta el descanso. Thiago pudo marcar dos veces, pero el portero Nielsen atajó su volea tras una jugada de laboratorio y luego el centrocampista del Bayern no acertó en un cabezazo, pese a anticiparse al guardameta. Y muy poquito más, incluso cierta sensación de peligro del rival en sus contadísimas salidas.

España creció en la segunda mitad. Marcó enseguida y lo buscó mas desde lejos ante un frontón. Victoria de trámite, ampliada al final gracias a Alcácer, que eleva su promedio goleador extraordinario, estreno de Unai Núñez y ovación de gala a Ramos, agasajado en una noche tan emotiva que hasta se escucho el célebre 'Vivir así es morir de amor', tema cumbre de Camilo Sesto. ¡Vaya también por él, Quinocho!

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