Una Deportiva sin pólvora suma ante un errático Zaragoza

Sin gol no hay alegría y la Deportiva tiene una importante carencia en este aspecto. Al menos, sin marcar, los bercianos lograron el mejor resultado posible: un empate. El conjunto ponferradino puntuó en La Romareda (0-0) en un choque con escaso bagaje ofensivo de los dos equipos que, eso sí, dejaron las mejores oportunidades para los últimos diez minutos de juego.

La gran novedad de Gallego en el once fue la inclusión de Agus Medina en el mismo pese a que no llegaba en plenas condiciones a esta 'final' de La Romareda donde los bercianos, además, se vieron superados en los primeros instantes.

El tridente atacante de los de Escribá, con Giuliano - que ya hizo un roto a los blanquiazules en la primera vuelta -, Bermejo y Azón logró generar mucho peligro en los primeros compases de partido.

La forma de atacar el espacio, la velocidad y la viveza de estos tres futbolistas generó varios acercamientos de peligro, especialmente en los casos de Azón y Giuliano, que pusieron a prueba a la defensa berciana. La falta de puntería de los atacantes blanquillos evitó males mayores para la Deportiva.

Tras un cuarto de hora de cierto asedio zaragocista, si bien es cierto, sin grandes oportunidades de gol pero sí ese clima de peligro constante, la Deportiva se fue reanimando. A partir de Diéguez y Nwakali, que fueron tomando la temperatura al centro del campo, los de Gallego empezaron a crecer.

El escenario ya era otro. El dominio del Zaragoza ya no era tal, el equilibrio parecía más evidente y ambos equipos empezaban a contarrestrarse. Esta sería la tónica de la primera mitad, en la que no hubo una gran precisión ofensiva a nivel colectivo y sólo acciones individuales generaban algo diferente.

El susto para los bercianos, ya damnificados por las bajas, llegó en el ecuador de la primera mitad, cuando Derik se retorció el tobillo en una acción con Larra y cojeaba ostensiblemente. El brasileño, tras unos minutos de dolor, pudo continuar. Pero no sucedió así, en el cuadro zaragocista, con Azón, que tuvo que se sustituido antes de la media hora de juego.

Una de las grandes fuentes de peligro de los locales se fue lesionado y la Deportiva, en lo puramente futbolístico, lo agradeció, puesto que el canterano, con un duelo y una carrera ganada a Pascanu que había finalizado con la intervención de Amir para evitar el 1-0, había tenido la mejor ocasión del encuentro.

Naranjo y Agus Medina, en el último cuarto de hora, aparecieron más, permutando sus posiciones en banda y como segundo delantero, generando, ahora sí, inquietud no materializada en el área zaragocista.

El onubense, tras una carrera de Derik en la que cedió el balón al '20' de los bercianos, tuvo la mejor ocasión con un disparo franco que taponó la zaga local. Sin goles se llegó al descanso y, en el caso de la Deportiva, sin haber podido probar a Cristian Álvarez pero, al menos, con una clara evolución en el juego.

La segunda mitad no comenzó precisamente bien para la Deportiva, ya que el Zaragoza tuvo una clara ocasión aprovechando un grave error de Nwakali cediendo un balón atrás que cayó en las botas de Giuliano, al que se le fue largo el autopase sobre Amir, lo que 'libró' a los de Gallego.

Pese a esta incidencia, el control y el ritmo de partido lo puso el conjunto berciano, comandando la medular y logrando hacer su juego ante un Zaragoza que buscaba explotar la velocidad de Giuliano y el fútbol directo para acercarse a la victoria.

El partido pasó, de nuevo, al impás constante de la primera mitad, con el Zaragoza ganando dominio posicional y tratando de desbordar, con acción individuales, ante las dificultades para superar desde lo táctico a la defensa berciana. Pero Amo y Pascanu, imperiales en su labor, no flaqueaban en el duelo individual.

La mejor ocasión para los bercianos llegó casi por serendipia. Un centro de Moi Delgado que tocó, en labores defensiva, Bermejo, se envenenó y obligó a Cristian Álvarez a realizar su primera intervención del partido, pero de gran mérito y dificultad, para evitar el tanto de una Deportiva que dio entrada a Yuri y Erik Morán al campo.

Los bercianos dispusieron de más balón en estos compases ante un Zaragoza que defendía en bloque medio y trataron de romper con desmarques al espacio, especialmente de un Moi Delgado insistente por su costado.

El choque entró en los últimos diez minutos ubicado en el mismo atasco que en el resto del mismo. Sólo una individualidad parecía que podía sacar al encuentro de esta situación y la tuvo el Zaragoza, con un Bermejo que encaró desde el pico del área hacia dentro para estrellar su disparo en el poste.

Eran unos buenos minutos del Zaragoza, impulsado por su afición, en busca de la victoria. Sufrió la Deportiva en estos compases ante un conjunto maño que lo intentaba con verdadero ímpetu en estos minutos y se acercaba con peligro.

La Deportiva esperaba su oportunidad y llegó en el primer saque de esquina que tuvo en todo el partido. Naranjo, en el 88, envió un potente cabezazo al larguero que fue, sin duda, la mejor ocasión blanquiazul del encuentro.

Volvió a dar un susto el cuadro zaragozano a los de Gallego con un mano a mano de Gueye ante Amir en el que el meta iraní saca una pierna prodigiosa en una acción que, posteriormente, fue anulada por fuera de juego.

Así, la Deportiva volvió a puntuar a domicilio pero volvió a toparse con la cruda realidad: su falta de gol. El conjunto berciano ha dado un claro paso adelante a nivel defensivo, pero ha perdido la pólvora que le tiene que hacer salvar la categoría.

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