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Jornada 7

Huesca y Girona empatan con el VAR

El equipo de Leo Franco logra su primer punto como equipo de Primera en su estadio

EFE

Huesca/Girona

Domingo, 30 de septiembre 2018, 07:35

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La Sociedad Deportiva Huesca necesita la victoria urgentemente en el partido que le enfrentará mañana al Girona F.C. para romper la racha negativa que lleva de cuatro jornadas consecutivas con derrotas, dos de ellas en su estadio de El Alcoraz. El buen comienzo que tuvo el equipo que dirige el técnico argentino Leo Franco con la victoria en Eibar y el empate en Bilbao se vio truncado desde la goleada que sufrió en el campo del Barcelona (8-2), ya que ha ido a menos desde entonces tanto en resultados, que le han llevado a ocupar la última posición en la tabla, como en el juego.

Leo Franco, que está siendo cuestionado, sobre todo esta semana, nuevamente intentará revertir la situación utilizando otro sistema de juego. Podría pasar del 4-4-2 que ha utilizado hasta la fecha al 4-1-4-1 con algunos cambios de jugadores. Las modificaciones podrían llegar en el equipo oscense desde la portería, en la que podría debutar el serbio Aleksandar Jovanovic en detrimento del argentino Axel Werner que ha jugado hasta ahora todos los minutos.

En la defensa habrá uno o dos cambios al ser baja el lateral izquierdo Luisinho, tras caer lesionado de gravedad en el Wanda Metropolitano el pasado lunes. Todas las posibilidades para ocupar dicha demarcación las tiene el serbio Rajko Brezancic aunque también podría jugar Carlos Akapo. El otro cambio en defensa podría estar en el centro de la zaga ya que podría volver Jorge Pulido. La novedad táctica del Huesca para este encuentro puede estar en el centro del campo ya que Leo Franco querría fortalecer esa parcela del terreno de juego y eso pasaría por dar entrada a Juan Aguilera en misiones defensivas, como ya probó ante el Atlético de Madrid y como desempeñaba en la pasada temporada en la que tan buen resultado dio al equipo azulgrana.

Otro problema a resolver por el preparador del conjunto altoaragonés es la falta de operatividad ofensiva, ya que aunque su equipo crea ocasiones de gol, sobre todo en El Alcoraz, los delanteros no están acertados y se malogran las veces que el equipo se aproxima al área contraria, por lo que también podría haber cambios arriba entrando «Chimy» Avila.

El Girona, invicto fuera de casa

El Girona, de Eusebio Sacristán, tras el incontestable tropiezo del jueves contra el Betis de Quique Setién (0-1), intentará volver a mostrar la imagen que le había permitido sumar hasta siete puntos de nueve antes de recibir al conjunto verdiblanco. El equipo catalán, uno de los únicos cinco que todavía no conocen la derrota como visitantes en Primera división, tratará de lograr los tres puntos ante uno de los seis conjuntos que esta temporada todavía no han sido capaces de ganar como locales.

De conseguirlo, los rojiblancos sumarían ya un total de once puntos, una cifra que les acercaría un poco más a la permanencia, que continúa principal objetivo del curso de un Girona que, como ya sucedió la temporada pasada, está cosechando unos grandes resultados. A pesar de que ha dado muestras de que confía plenamente en el once que alineó en el encuentro contra el Betis, Eusebio Sacristán podría introducir algunas rotaciones, teniendo en cuenta que los futbolistas rojiblancos han tenido dos días menos de descanso que el Huesca de Leo Franco para afrontar este partido.

De hecho, el técnico vallisoletano incluso podría variar el sistema táctico, dejando atrás el 3-5-2 para volver al 4-3-3 que ya utilizó en las dos primeras jornadas con la intención de controlar el encuentro desde la posesión del balón; algo imposible en las últimas jornadas, en las que el Girona se ha enfrentado a equipos eminentemente asociativos, como el Betis, el Futbol Club Barcelona, el Celta de Vigo o el Villarreal.

El Girona F.C. también sacó partido de la debilidad de la Sociedad Deportiva Huesca en casa y arrancó un punto del estadio de El Alcoraz, que sigue sin ver ganar a su equipo en la temporada de su debut en la máxima categoría.

A la tercera tampoco fue la vencida para el conjunto altoaragonés que deseaba, por fin, festejar su primera victoria en la máxima categoría en su estadio y que sus parroquianos vieran ganar a los suyos en el remodelado estadio de El Alcoraz.

Los azulgranas hincaron la rodilla ante el Rayo Vallecano y la Real Sociedad en los dos primeros encuentros en los que no merecieron perder y en los que pagaron el duro peaje de ser un recién llegado a la máxima categoría, algo que ha tenido su continuidad frente al conjunto gerundense aunque de manera más atenuada.

Huesca

Jovanovic; Miramón (Ferreiro, min.55), Pulido, Semedo, Akapo (Etxeita, min.22); Musto (Moi Gómez, min.58), Aguilera; Gallar, Melero, 'Chimy' Ávila; y 'Cucho' Hernández.

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Girona

Bono; Aday, Bernardo, Juanpe, Muniesa; Douglas Luiz, Pere Pons (Lozano, min.76); Portu, Borja García (Alcalá, min.46), Aleix García (Granell, min.63); y Stuani.

  • Goles: 0-1: min. 37, Stuani (penalti). 1-1: min. 71, Melero (penalti).

  • Árbitro: Cordero Vega (Comité Cántabro). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales 'Chimy' Ávila, Etxeita, Ferreiro y Aguilera y a los visitantes Stuani y Bernardo.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio de El Alcoraz de Huesca ante 6.779 espectadores.

El equipo oscense sumó un punto, a diferencia de los dos encuentros anteriores, pero que no le sirve para aliviar su delicada situación en la clasificación y que hace que se debilite todavía más la figura de su técnico, Leo Franco, tras seis jornadas sin ganar en las que ha acumulado cuatro derrotas y dos empates.

Sin hacer nada del otro mundo los equipos que visitan El Alcoraz han sido capaces de sacar provecho de la endeblez local, de sus pocas ideas ofensivas y de su casi nula efectividad rematadora.

En esta ocasión el protagonista del partido fue el VAR, que cambió en dos ocasiones el criterio del colegiado y que supuso sendos penaltis que se transformaron.

El juego comenzó con mucha pelea en el centro del campo donde ambos conjuntos acumulaban efectivos aunque eran los hombres de Eusebio Sacristán los que mantenían más tiempo la posesión del balón.

A pesar de ello, ni catalanes ni aragoneses encontraban los caminos al área rival porque había demasiados obstáculos en forma de acumulación de jugadores.

De hecho, si hubieran desaparecido las áreas nadie lo habría notado porque estuvieron prácticamente inéditas. Era un juego más a no perder que a intentar ganar esperando una oportunidad. Quedaba mucho tiempo por delante y nadie quería ir por detrás en el marcador de inicio.

De entre el juego insulso y aburrido y la nada apareció la experiencia del uruguayo Christian Stuani para caracolear entre tres contrarios y sacar una falta en el minuto 37, que en principio el colegiado marcó al borde del área, pero que el VAR corrigió para transformarlo en penalti el propio punta sudamericano poniendo en franquía a los suyos a lo Panenka.

Tras el tanto gerundense se repitió la historia de partidos precedentes, el equipo de Leo Franco, obligado por el resultado, se estiró, perdió los miedos y, aunque desordenado, pisó permanentemente el campo rival.

El empuje azulgrana no permitió agobiar a su oponente pero sí tuvo la opción de haber movido los guarismos del marcador ya que un gran remate de «Chimy» Ávila en el área fue rechazado con una mano salvadora por el cancerbero visitante Yassine Bounou «Bono» en el minuto 39.

La diferencia en los primeros 45 minutos había estado, como ya había ocurrido antes, en la efectividad. El conjunto catalán había aprovechado su oportunidad y el Huesca no.

Contrariamente a lo que había ocurrido en los dos partidos anteriores en El Alcoraz el conjunto oscense regresó de vestuarios sin ideas, sin empuje y aparentemente sin fe.

Frente al Rayo y a la Real Sociedad, con fuerza y corazón, logró dominar el juego y generar ocasiones, aunque sin creación, pero contra un Girona equilibrado se había esfumado cualquier atisbo de dominio y de perforar la portería.

Sin embargo, y como había ocurrido en los primeros 45 minutos, pero en este caso al revés, una falta cometida sobre Moi Gómez en el minuto 71 fue marcada fuera del área por el colegiado, pero nuevamente el VAR le enmendó la plana para irse los propietarios del terreno al punto fatídico e igualar las cosas por medio del capitán Gonzalo Melero.

El gol revivió a Huesca moribundo que recibió un subidón de adrenalina y que a la desesperada trató, con corazón y acciones individuales, de ganar pero fueron nuevamente fuegos de artificio ante un rival que pasó por ciertos apuros pero que supo solventar la papeleta para arrancar un punto.

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