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Griezmann, celebra el tanto conseguido ante el Celta. Javier Barbancho (Reuters)
Jornada 32

El niño atlético disfruta del Zamora y la pegada

El Celta se estrelló con Oblak en el arranque y terminó castigado por la inspiración de Griezmann y Morata

Sábado, 13 de abril 2019, 08:27

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En agosto seguro que Atlético y Celta pensaban que a estas alturas de campeonato estarían luchando por otros objetivos. La realidad actual es que pelearán en el Wanda Metropolitano por seguir posicionados en el camino a su título, que para uno es lograr el subcampeonato -tiene dos puntos de ventaja respecto al Madrid- que le permita disputar la Supercopa de España tras despedirse del título la semana pasada y para el visitante la salvación, algo que se daba por hecho cuando comenzó el ejercicio. Ambos llegan a la cita sin sus dos delanteros referentes y que participaron con España en el pasado Mundial de Rusia. Los dos se pierden la cita por sanción, aunque por castigos muy diferentes. Iago Aspas no puede participar por acumulación de amarillas mientras que para Diego Costa es el primero de los ocho partidos que debe estar lejos del césped a consecuencia de su momento de ira que provocó su expulsión en el Camp Nou.

Después de recibir la confirmación por parte del Comité de Apelación, su temporada está prácticamente acabada y de seguir en el Atlético no podrá comenzar la próxima como desea Diego Pablo Simeone. «Los que son nuestros hay que cuidarlos y ahora en este momento más que nunca con Costa. El lunes hablamos 45 minutos antes del entrenamiento y el martes media hora y todo lo que teníamos que decirnos nos lo dijimos. Que el club lo defienda en consecuencia, trabajará para prepararse para la temporada que viene y ojalá haga una gran pretemporada y vuelva a estar bien. Ya saben lo que pienso de Costa» aclaró antes de recordar que su campaña no es «buena, como consecuencia de sus lesiones».

Además de Costa el duelo del Camp Nou trajo la sanción, por quinta amarilla, de José María Giménez y Thomas Partey que se suman a los lesionados Thomas Lemar, Diego Godín y Stefan Savic. Sin Lucas Hernández, lesionado y recuperándose con el Bayern, Cholo pondrá de inicio una pareja de centrales formada por Francisco Javier Montero, joven de 20 años procedente del filial y que suma diez ratos con el primer equipo, junto a Nehuén Pérez, un argentino de 18 años que debutará tras ser repescado de Argentinos Juniors donde estaba cedido hasta el final del Mundial sub'20. En principio Juanfran y Filipe Luis les acompañaran en defensa mientras que arriba Correa podría ser el acompañante de Griezmann dado que Álvaro Morata tiene molestias en el tobillo izquierdo.

El Celta, el primer equipo que tumbó al Atlético en esta Liga cuando le dirigía Antonio Mohamed, lleva tres encuentros seguidos sin perder -dos victorias y un empate- desde que volvió Aspas, ausente esta vez y que fue decisivo en esos duelos con cinco goles y dos asistencias. «No hay que confundir estar en una situación más cómoda con pensar que hemos hecho algo. Sería confundirnos. Falta un mundo por recorrer y tenemos una buena oportunidad para refrendar la semana de la que venimos y las sensaciones que el equipo transmite. Es un escenario muy difícil, pero perfecto para demostrar que el equipo mejora día a día», comentó Fran Escriba, que pasó por el club rojiblanco.Le tocará en Madrid, donde no gana al Atlético desde 2007, asumir la responsabilidad anotadora a Maxi Gómez aunque, como el resto del equipo, baja enteros sin el internacional español en el césped. Y es que sin Aspas, el Celta ha logrado sólo pírricos cuatro puntos de 33 posibles. Parece que Ryad Boudebouz saldrá en el puesto de Aspas mientras que la otra duda radica en saber si Escribá apostará por la continuidad de Jozabed o apuesta por Fran Beltrán en un Metropolitano que vivirá un día de fiesta desde muy pronto, ya que el Atlético celebra el Día del Niño, con actividades para los más pequeños desde las 10 horas.

Después de un 2019 con varios disgustos, el Atlético hizo sonreír a sus aficionados más jóvenes. La climatología acompañó para que los más pequeños hinchas del Atlético disfrutasen del 'Día del Ñiño' rojiblanco. Un sol radiante que les permitió disfrutar de las actividades previas antes de un partido que durante muchos momentos fue lo menos divertido de la jornada por los alrededores del Metropolitano. El Atlético, pese a saber que el Barcelona había perdido dos puntos en Huesca, compareció sin otra pretensión que no fuera llevarse los puntos para certificar el segundo puesto - que permite jugar la nueva Supercopa- y sacar una sonrisa a su afición.

Quizá por ello Cholo, al que le cantaron desde el primer minuto para que no haya dudas de que no existen fisuras en torno al líder, optó por mantener la pareja de centrales del filial en vez de hacer debutar a Nehuén Pérez pese que los cuatro centrales de la primera plantilla no estaban disponibles. A sus costados los eternos Juanfran y Filipe, como en los primeros y gloriosos meses de la era Simeone, que llegaron desde los costados poniendo balones al área chica que nadie embocó. El equipo optó por tener la pelota lejos del área y así evitar poner en problemas a los más jóvenes.

El otro título al que aspira como colectivo el equipo rojiblanco es renovar, por cuarto año consecutivo, el Zamora de Jan Oblak, su jugador más regular en lo que va de campaña. El Celta, pese a que era un manojo de nervios sacando la pelota desde atrás, tuvo opciones para batir al meta y complicarle el galardón, que ahora mismo lidera con 21 goles en 32 partidos (una media de 0,65 por encuentro).

ATLÉTICO

Oblak, Juanfran, Toni Moya, Montero, Filipe Luis (Arias, min. 71), Saúl, Rodri, Koke, Vitolo (Morata, min. 62), Correa y Griezmann (Víctor Mollejo, min. 90)

2

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CELTA

Rubén Blanco, Hugo Mallo, Cabral, Araujo, Olaza, Lobotka, Okay (Fran Beltrán, min. 83), Emre Mor (Pione Sisto, min. 65), Boudebouz, Boufal (Jensen, min. 86) y Maxi Gómez

  • GOLES 1-0: min. 41, Griezmann. 2-0: min. 74, Morata.

  • árbitro De Burgos Bengoetxea (Vasco). Amonestó a Boudebouz, Juanfran, Olaza, Griezmann

  • INCIDENCIAS Jornada 32 de Liga 18/19. En torno a 58.000 espectadores en el Wanda Metropolitano, mucho de ellos menores ya que el club celebraba el 'Día del Niño'. En el minuto 70 se mostró una pancarta desde uno de los fondos:'Niños rojiblancos, rebelde y orgullosa minoría'.

Su doble parada en el inicio, primero a Maxi tras rozar en Montero y después la chilena a bocajarro Boudebouz aprovechando su rechace, provocaron que parte de la grada se pusiese de pie a aplaudir y que los más perezosos se sumasen al cántico habitual tras una actuación del portero: 'Obi, Oblak cada día te quiero más'. Un cántico que han aprendido también ya los más jóvenes, acostumbrados a que el '13' saque manos milagrosas en las llegadas del rival, y que se volvió a escuchar a la media hora, cuando dejó otro paradón a remate ajustado de Boufal.

Oblak ha sujetado muchas veces con sus actuaciones al Atlético, al que transmite una sensación de seguridad tremenda, para que golpease después en el momento ideal. Y así volvió a pasar. Griezmann, que ya lo había intentado en jugada desde la misma posición con un golpeo demasiado alto y sin efecto. No fue así la falta. Se apartaron dos compañeros rojiblancos situados estratégicamente en la barrera y su zurdazo entró por esa zona pegada a la escuadra. Lleva 3 de 11 en golpes francos esta campaña y 7 de 31 desde que está en el Atlético. No es Messi, pero no está nada mal. Corrió a abrazarse con Adán, el suplente que vive a la sombra de las actuaciones del héroe esloveno que protege los palos del club atlético.

El Celta le ponía voluntad, pero a veces le faltaba precisión en los metros finales para generar mejor opciones. Entró Morata al césped por Vitolo, entre aplausos y alguna sonrisa ya que el speaker modificó el orden del sustituto y el sustituido. Sí acertó cuando entró Arias al campo, lo que movió de lado a Juanfran mientras el Celta seguía mostrando demasiada ansiedad en los metros finales. Pese a que buscaba el empate, en un estadio que sacaba pecho por el 'Coraje y Corazón' de unos 'niños rojiblancos' a los que considera 'rebelde y orgullosa minoría', recibió en un contragolpe el 2-0 que le dejó hundido.

Rodrigo, que completó un clinic de cómo manejar los tiempos del partido, recuperó la bola para prolongar hacia Morata convirtiendo un ataque rival en una contra genial ya que Griezmann le devolvió la pared al delantero madrileño, que gracias a su velocidad se plantó ante Rubén y le dribló para anotar a puerta vacía. El francés, ya con el asunto liquidado, tuvo la opción del 3-0 pero tampoco se estresó -se le vio saludar muy sonriente en algunos momentos del duelo antes de irse por Mollejo- porque el doble objetivo atlético, aunque sea algo secundario, está más cerca. La afición del presumible subcampeón, que acabó con 7 futbolistas que pasaron en algún momento por su cantera, podrá volver a presumir de Zamora.

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