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El Sevilla tampoco encuentra la suerte en Europa
Octavos | Ida

El Sevilla tampoco encuentra la suerte en Europa

Los rojiblancos merecieron una victoria ante el Slavia, pero la falta de acierto tanto en defensa como en ataque condenó una vez más los intereses de un Machín cada vez más cuestionado

LUIS f. GAGO

Sevilla

Jueves, 7 de marzo 2019, 06:56

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Decide el Sevilla este jueves si quiere que la temporada se acabe antes de la llegada de la primavera o prefiere ser ese equipo campeón de la Liga Europa que tiene en las fiestas de las flores su cénit desde hace más de una década. Porque el equipo andaluz necesita una victoria, y a ser posible contundente, frente al Slavia de Praga, para intentar cerrar una crisis deportiva que ha pasado de ser pequeña a tener connotaciones de desastre. Es en la Europa League donde los de Nervión se han notado más cómodos esta campaña. Muy distinto a sus sensaciones en Liga, en la que no todo está yendo tan bien como lo esperado en el comienzo del curso.

Entre tanto bandazo se encuentra Pablo Machín, el hombre más cuestionado en Sevilla –con permiso de su homólogo en el banquillo del eterno rival- en estos momentos. Si aún no ha sido destituido pese a su mala racha liguera es por estar vivo en la competición del viejo continente. También porque se piensa que a corto plazo su destitución no solucionará nada ya que no quedan muchos meses para competir. Su nefasto recorrido en Liga, en la que el Sevilla ha perdido un gran colchón de puntos con respecto a sus rivales directos en la lucha por el cuarto puesto que da derecho a disputar la Champions no ayuda a darle mucha credibilidad. Sus frentes abiertos son múltiples, al igual que las críticas hacia su forma de dirigir esta crisis.

El sistema empleado en el juego, con tres centrales y dos carrileros de largo recorrido, no termina de convencer a la dirección deportiva con Joaquín Caparrós como capitán general de la nave. Del mismo modo, muchos de sus jugadores parece que han dejado de lado su entusiasmo del principio. No tiene la confianza de un grupo importante del vestuario, lo que acarrea más problemas añadidos a una situación un tanto insostenible.

La planta noble del Sánchez Pizjuán ya se ha encargado de enviar varios recados al entrenador soriano desde sus medios oficiales y a través de determinados periodistas de la ciudad que sirven de canales oficiosos cuando interesa a la entidad. El mensaje ha sido claro: el objetivo del Sevilla es la Champions. Porque el club tiene a día de hoy el cuarto mayor presupuesto de la Liga española y la inversión que se ha hecho así lo demuestra. Quieren resultados y un fracaso en el sentido de ese objetivo ni tan siquiera está previsto. Para la consecución de dicho final sólo hay dos caminos posibles: o quedar entre los cuatro primeros en la competición local o ganar la sexta Europa League. Lo que prefiera Machín, pero ese es su contrato y de lo que depende que continúe como técnico sevillista. Esa es la recomendación que se ha ido lanzando, globos sonda que se han parecido más a bombas informativas que a expresiones causales.

Todo ello no preocupa a Machín, que en la previa de la ida de octavos reconoció que se siente seguro con su forma de plantear los choques, aunque admitió que sabe de la importancia de clasificarse de ronda. La Europa League es una competición muy larga y los octavos de final no son más que una simple piedra en mitad del camino, que es bastante largo. «Tonto no soy. Me imagino que antes las cosas se verían de un punto de vista y ahora se ven de otro un poco más oscuro. Eso no va a bloquearme ni a hacer que me rinda», aseveró el técnico soriano ante la persistencia de los periodistas en saber si se veía comprometido en el banquillo nervionense.

Bloqueado o no, la realidad es que el encuentro ante el Slavia es una de las últimas cartas que se jugará Machín para continuar en el cargo. Lo hará ante un rival duro, el líder de la liga checa, que sin grandes nombres sí tiene muchos futbolistas y un equipo compacto, todo lo contrario a la inseguridad demostrada por el esquema del propio Machín en las últimas jornadas. Tocará ver si el pentacampeón se viste con el traje liguero o el europeo.

Dos goles de rebote y una

No se sabe bien si por desesperación ante su situación o por convencimiento propio, lo cierto es que el técnico rojiblanco planteó un

Sevilla

Vaclik (Soriano, min. 45); Sergi Gómez, Kjaer, Wöber (Roque Mesa, min. 45), Mercado, Jesús Navas; Banega (Promes, min. 76), Rog, Sarabia; Munir y Ben Yedder.

2

-

2

Slavia de Praga

Kolar; Coufal, Kudela, Deli, Boril; Soucek, Traoré, Kral (Ngadeu, min. 80), Zmrhal (Skoda, min. 71); Stoch y Masopust (Olayinka, min. 60).

  • goles 1-0, min. 1: Ben Yedder; 1-1, min. 25: Stoch; 2-1, min. 28: Munir; 2-2, min. 39: Kral.

  • árbitro Ruddy Buquet (Francés). Amonestó con tarjeta amarilla a Coufal, Banega, Masopust y Soucek.

  • incidencias Partido de ida de los octavos de la Europa League disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

Con los responsables de hacer efectivas las ideas de Machín, el choque de ida de los octavos de final de la Europa League llegaba con muchos misterios a desvelar, sobre todo aquel sobre cuál sería la cara del Sevilla, si el apático y desesperado de la Liga o el alegre y seguro que recorre el viejo continente. Empezó el Sevilla con tal intensidad en la presión que

La mala suerte se alineó con los nervionenses por partida doble. Primero con el empate de nuevo de los centroeuropeos de rebote y segundo por la lesión de Vaclik, con muy mala pinta. El empate a dos al descanso y la lesión del portero fueron dos acciones que dejaron un jarro de agua fría para el Pizjuán. La eliminatoria se complicaba y el pentacampeón dependía de un cancerbero suplente que ya fue responsable de la eliminación en la Copa del Rey frente al Barcelona. Machín trató de recomponer al equipo para la segunda mitad con la entrada de

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