Borrar
Luis Suárez, delantero del Barcelona.
El Barça se agarra al liderazgo de los 'luises'
cuartos de final | vuelta

El Barça se agarra al liderazgo de los 'luises'

Luis Enrique convence con su discurso antes de la ‘final’ del Calderón, donde reaparecerá su delantero con más chispa: Luis Suárez

P. ríos

Martes, 12 de abril 2016, 09:41

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El discurso de Luis Enrique recién acabado el partido del sábado en Anoeta se ha convertido en el manual que necesitaba el Barça para creer en la reacción que le haga salir del sorprendente bache en el que ha entrado. «No es el momento de hundirse y pensar que estamos en una dinámica negativa, sino que hay que levantarse desde ya porque tenemos una bonita oportunidad para demostrar que somos los mejores del mundo como refleja el escudo que llevamos en el pecho. Estoy convencido de que vamos a competir», manifestó el técnico asturiano, más autocrítico que nunca esta temporada, pero al mismo tiempo positivo.

«No hemos estado a la altura en los últimos partidos. De lo que se trata ahora es de ver qué podemos mejorar porque llorando y lamentando uno no sale de estas situaciones. Hay que estar mucho más atento a los detalles y pensar qué puedo hacer yo por el equipo y no qué puede hacer el equipo por mí», afirma. Y esa bonita oportunidad para mostrar la fortaleza del grupo ya está aquí: el Barça se juega su continuidad en la Liga de Campeones este miércoles en el Vicente Calderón, donde defenderá el 2-1 de la ida en el Camp Nou en busca del pase a semifinales.

Es imposible no relacionar lo que suceda en la competición europea con las consecuencias que pueda tener en la Liga, título que el equipo azulgrana se ha complicado de forma alarmante al sumar sólo 1 de los últimos 9 puntos en juego. Eliminar al Atlético sería el trampolín anímico que necesita el Barça para recuperar la autoestima dañada, pero un KO europeo podría conllevar secuelas irreparables.

No iba a ser titular a orillas del Manzanares, pero Luis Enrique perdió este lunes a otro jugador. Rafinha, que disputó minutos muy competitivos en la ida y jugó de inicio ante la Real tras siete meses lesionado, será baja por una sobrecarga en el adductor. Su ausencia no es un grave problema, pero sí es un síntoma.

Hace un mes el técnico tenía a todos los jugadores a su disposición y ahora, de repente, la plantilla parece corta tras las lesiones de Mathieu, Aleix Vidal, Sandro y Rafinha, porque queda claro en este tramo decisivo de la competición que Bartra, Vermaelen y Adriano han perdido toda la confianza del entrenador.

Teniendo en cuenta que el rendimiento de Arda Turan no ha evolucionado como estaba previsto, Luis Enrique deberá tirar con el equipo de gala por cansados (Messi), tocados (Piqué, Iniesta y Rakitic), deprimidos (Neymar) o amenazados de sanción (Busquets y Mascherano) que estén algunos jugadores.

Eso sí, reaparece Luis Suárez, tras perderse por sanción la derrota en Anoeta, el jugador que logró el doblete que remontó al Atlético en la ida, pero también el que se jugó la expulsión con un par de acciones con Juanfran y Filipe Luís. Si maneja la ansiedad y la frustración puntual en un partido caliente en el que será abucheado y buscado, el Barça tendrá mucho ganado. Es una prueba de fuego para el uruguayo, acostumbrado a lo largo de su carrera a estos pulsos pasionales.

En un momento de la temporada en el que el juego del Barça ya no tiene secretos para nadie, como demostraron Real Madrid y Real Sociedad al ganarle con sendos sistemas muy conservadores en campo propio, sin ceder contragolpes, y tapando bien las bandas para las subidas de Alves y Alba, quizás Luis Enrique tenga preparada alguna sorpresa, aunque sea respecto a la colocación de algunos jugadores.

La sequía de Messi

Los cuatro partidos sin marcar ni dar asistencias de Messi, aunque ocasiones siempre sigue creando, han coincidido con ese paso atrás que ha dado en el campo para ayudar en la organización. Ya es evidente que ahí se pierde gran parte de su potencial, aunque nadie explicará nunca si la ubicación responde a un problema físico que le invite a ser menos explosivo o a una postura táctica estudiada por los técnicos.

Incluso no debería descartarse alguna suplencia llamativa en función del estado de forma, pero es complicado que eso ocurra porque el entrenador asturiano no es partidario de salirse de 4-3-3 por complicado que se ponga el partido. Su 3-4-3 lo ejecuta con los laterales arriba y Busquets incrustado entre los centrales. Pero a esa medida se llegaría si el Atlético se adelanta y se coloca por delante en la eliminatoria.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios