Piqué puede regresar al estadio donde se gestó una corriente en su contra

El central catalán sufrió las iras de los aficionados leoneses, en un hecho hasta entonces inédito con cualquier jugador de «La Roja» en el encuentro amistoso ante Costa Rica (2-2) disputado un 12 de junio de 2015.

La «pitada», que fue reiterada desde la sesión preparatoria en el día anterior, tuvo respuesta en el entonces seleccionador Vicente del Bosque que criticó con dureza esta postura señalando que «cuando se pita a un jugador, se pita a la selección».

Pero si en el entrenamiento ya se pudo constatar el rechazo con mucho menos público en las gradas -en un aforo total de más de 12.000 localidades-, durante la disputa del encuentro de preparación ante el combinado «Tico», éste se recrudeció cuando ocupó el lugar de Sergio Ramos, con abucheos e insultos mayoritarios cada vez que tocaba el balón.

La causa, sin estar claramente definida, pudiera haber tenido ciertos tintes «pseudopolíticos», pero sobre todo relacionada con la mofa que hizo en la celebración del título de la Liga de Campeones aludiendo al cantante Kevin Roldan y la incidencia que tuvo en el fracaso de su eterno rival.

Lo cierto es que en el recinto leonés surgió una corriente que surtió «efecto contagio» desde entonces en otros escenarios, fundamentalmente en las citas como local del combinado nacional en Logroño u Oviedo.

La casualidad quiso que en pocos meses la selección española volviera al mismo escenario, entonces en el estreno de Julen Lopetegui en el banquillo ante Lietchtenstein (4-0) en el debut de la fase de clasificación para el mundial de Rusia 2018.

Los aficionados en esta segunda oportunidad se congratularon de nuevo con el central barcelonista al que ya incluso rebautizaron -en algún caso desde las gradas- como el sobrenombre de «Piquenbauer», siendo mayoritarios los gestos de cariño y apoyo.