Julen Castañeda: «Los últimos mensajes de Docampo eran de haber arrojado la toalla»

Es el capitán, un jugador que ha superado los 100 partidos defendiendo el escudo de la Cultural y Deportiva Leonesa y casi ya un leonés 'adoptivo'. Julen Castañeda (1990), en su cuarta temporada en León, ha vivido, quizá, su curso más complicado en esta etapa por el inicio de campaña, sin participar, y la posterior dinámica negativa del equipo.

Con el brazalete en el brazo, Castañeda acabó siendo titular y uno de los jugadores destacados en muchos partidos. Ahora, el donostiarra, que ve similitudes entre su tierra natal y León, hace balance de la situación, del cambio de entrenador, de la mala racha del equipo y de su futuro.

¿Qué tiene León para que lleves ya aquí cuatro años cuatro temporadas? Es algo poco habitual en una categoría como esta.

Desde el primer día que vine me he encontrado como en mi tierra, con gente muy cercana que me ha todas las facilidades que ha podido. Me encuentro muy bien y mi familia está muy asentada. Hemos hecho un grupo de amigos con los que compartimos muchas anécdotas y los fines de semana que tenemos descanso, solemos quedar a comer. Estoy muy contento en León.

¿Y qué tiene Julen Castañeda también para haber convencido a la Cultural?

Creo que soy un jugador que brega mucho y que lo da todo. Vaya bien o mal el partido, intento darlo todo y eso, al aficionado de León, le gusta mucho. Gusta mucho ese carácter en el jugador que, aunque el equipo no esté dando el nivel, él se lo deje todo en el campo para para ellos es muy importante.

Se puede parecer un poco a la afición donostiarra en ese sentido..

Sí, tienen esa similitud. Antes de venir aquí también había hablado con algunos excompañeros que tuve en la Real como Julen Colinas o Toño Ramírez y me contaron que se habían encontrado con una ciudad muy similar a lo que tenemos allí.

Nos falta la playa de la Concha...

(Risas) Pero en León tenemos otras cosas.

¿Qué supone eso para ti de ser capitán en un año tan diferente como el del Centenario?

Es una responsabilidad. Llevo unos cuantos años aquí y, desde el primer día que llegué, el club confío en que podía ser uno de los capitanes. He ido subiendo escalones hasta hasta ser el primer capitán. Es una gran responsabilidad intentar llevar al grupo de la mejor manera posible, siendo un compañero más, no el capitán.

Cuando llegaste había poca gente de la tierra en el primer equipo, salvo alguna participación esporádica de Aarón. Ahora está Percan, Rodri y Marcos cedidos, Aarón ha disputado muchos partidos... ¿Cómo has visto ese cambio?

Es cierto que no hay mucha gente de León en el equipo y creo que para el club sería más interesante tirar algo más por los jugadores de la casa. Son gente de raza, que ven a la Cultural como el club de su vida y para los que debutar en el equipo de su ciudad es muy importante. Cada año vamos a más y tenemos a Rodri y Marcos cedidos, que estaban dando muy buen nivel, pero se les ha yo creo que se les ha dado esa oportunidad para que vengan más fortalecidos y empezar una nueva temporada con con esos cimientos. Y tenemos ahora mismo a Percan, que es nuestro hombre insignia, está un buen momento de forma. Se están haciendo las cosas bien.

En lo deportivo, la temporada del Centenario quizás no era la que esperaba el aficionado de la Cultural

Está siendo complicada. Como en estos últimos años, el equipo ha sido prácticamente nuevo y, al principio cuesta conocer a los compañeros. Poco a poco, nos empezamos a sentir mejor y hasta Navidad, cuando estábamos muy bien. Desde ahí, no sé qué qué ha pasado. Hemos seguido trabajando igual, el ambiente ha sido igual, pero hemos cometido errores de bulto que nos han mermado las posibilidad de victoria. Entramos en un bucle y, siendo superiores al rival, no sacábamos algo positivo. Eso nos ha ido desgastando hasta que nos hemos visto en una situación bastante jodida y peligrosa.

¿Era más que un aspecto mental o futbolístico?

Estábamos tranquilos, seguíamos trabajando igual y sabíamos qué éramos superiores a muchos rivales. Los partidos antes el Ceuta, Fuenlabrada y Pontevedra nos generaron muchas dudas, porque fuimos superiores, sobre todo en los dos últimos, pero no sumamos ni un punto. El equipo se vino abajo, pero esto es fútbol. Luego, han venido grandes como el Deportivo o el Castilla y le ganamos. La dinámica se ha alargado durante mucho tiempo, pero el cambio de entrenador ha supuesto un vuelco, la gente está enchufada y se palpa otra energía.

¿Cuál es el sentimiento ahora mismo el vestuario después de ganar al Real Madrid Castilla?

Yo me quité un peso de encima. Durante toda la semana estaba con un cosquilleo en el pecho, con la sensación de que nos jugábamos todo. Nos ha aliviado mucho, pero todavía queda sellar la permanencia, algo que vamos a intentar este sábado.

¿En qué momento cambia vuestra mentalidad de ser consciente que no peleáis ya por el playoff y sí por salvar el pellejo?

En el momento que encadenamos una racha negativa de varios partidos. Se generaron muchas dudas. Los de arriba seguían sumando, nosotros nos íbamos alejando y, en el momento que hemos tenido también la oportunidad de engancharnos, no lo hemos sabido concretar. Al final estamos en esta situación que no gusta a nadie y que queremos cerrar este sábado

En Primera División se decía que Sevilla y Valencia iban a sufrir para pelear por la permanencia por el hecho de no estar habituados. ¿A vosotros os costó cambiar el chip?

A mí no se me pasó por la cabeza, no pensaba en estar en esta situación. Confío completamente en la plantilla y sabía, o sé, que lo vamos a sacar. El otro día salió un partido muy serio y tenemos que plantear el mismo partido y la misma seriedad y contundencia en Salamanca.

¿Qué os ha dado Isra Martínez?

Con entrenador nuevo, la gente que está con menos minutos se vuelve a enganchar. Nos ha dado esa libertad, pero a la vez ese trabajo en equipo. Quiere que estemos juntos. Y nos ha dado unas pinceladas de cómo atacar. Nos ha venido muy bien. Estábamos un poco estancados y ese mensaje que nos ha transmitido nos ha venido muy bien.

¿Se rompió algo con Docampo en el vestuario?

No, la verdad es que no. En otra situación, con otro vestuario, igual se podría haber roto, pero este vestuario ha sido muy sano y los que no jugaban eran igual de profesionales que los que jugaban. Ha sido mala suerte, no sé cómo expresarlo.

¿Cómo cae en el vestuario el momento en que Docampo da un paso a un lado?

Los últimos mensajes que nos daba fueron de estar ya cabizbajo, de haber tirado la toalla. Nos decía... que qué queríamos hacer, si el culpable era él o si éramos nosotros. No se buscaba esa solución y se tomó la decisión de la destitución. Ha venido Israel con mucha fuerza y es una oportunidad muy buena para él. Estamos muy contentos, el equipo está entonado y trabaja muy bien.

Con la salvación virtualmente conseguida, falta un punto para materializarla. ¿Es Unionistas un rival complicado para ello?

No tenemos que pensar ni en sumar sólo un punto ni nada, sino prolongar las buenas sensaciones del último partido. La mentalidad es ir a ganar y, si se consigue un punto y matemáticamente estamos salvado, fenomenal, pero vamos a ir a ganar porque la última victoria nos ha dado mucho fuerza.

El principio de temporada fue complicado para ti, sin entrar en las alineaciones. ¿cómo lo viviste?

Cada entrenador tiene unas preferencias y, al principio, no me tocó jugar, pero siempre lo he dado todo, también entrenando, hasta que me llegó la oportunidad y pude cambiar la situación.

¿Docampo habló algo en concreto contigo? Al fin y al cabo, eres el capitán.

Sinceramente, no y es algo que he echado en falta, tanto yo como algunos compañeros. Cuando no estoy jugando, intento que el entrenador me dé alguna explicación de porqué no estoy jugando para intentar hacerlo mejor o no relajarme. El tiempo pone a cada uno en su lugar y empecé a jugar en el final de la primera vuelta, hice bien mis partidos y ahora me toca ser titular habitual.

¿En algún momento te planteaste salir en el mercado invernal?

Para nada. Salió algún rumor, pero no estaba en mi menta. Siendo capitán y el peso que pueda tener aquí para los compañeros y en la situación que estábamos, no me lo plantee. Además, tengo familia y me gusta, aunque las cosas vayan mal, continuar hasta el final, si el club quiere, claro.

Acabas contrato en junio, ¿ya habéis hablado con el club?

Estoy tranquilo y, cuando acabe la temporada, ya nos pondremos a hablar y conoceré si quieren que continúe. Ahora me centro en los dos partidos que quedan.

¿Te gustaría seguir?

Siempre lo he dicho. Aquí estoy muy a gusto, la ciudad me gusta, mis niños ya van haciendo amigos en el cole, mi mujer también cada vez que está más asentada y tiene un grupo de amigas... no me importaría nada seguir, estoy muy contento, soy muy feliz aquí. Me dolería irme.

¿Ha habido ya algún contacto?

No, aún no. Suelo hablar con 'Manza' – José Manzanera, director deportivo del club - pero de otro tipo de cosas. Al ser el capitán, hemos hablado de las circunstancias del equipo. Ahora quiero acabar la temporada lo mejor posible y después Dios dirá. ¿Que me gustaría seguir? Claro.

La afición un poquito desencantada. ¿Qué les dirías para recuperar esa ilusión?

Ha sido un año complicado: era el Centenario y tenía que ser para todos un año especial. No lo ha sido, pero ellos son el jugador número 12. Gran parte de victorias o puntos son gracias a ellos. Nosotros sin ellos no seríamos ni el 50% de lo que llegamos a ser. Nosotros necesitamos de ellos y ellos de nosotros. Les pediría que sigan siendo fieles a la Cultural, que la Cultural les necesita, y que con un buen ambiente, el equipo va en volandas. Les pido esa fidelidad. Muchas veces se van frustrados a casa por porque el equipo no ha rendido o no ha dado la talla, pero necesitamos de ellos para que la Cultural siga creciendo.

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