De La Barrera: «No somos favoritos»

El entrenador de la Cultural y Deportiva Leonesa, Rubén de la Barrera, ha otorgado el cartel de favorito a su rival por el ascenso a la Liga 1/2/3, el FC Barcelona B, «porque esa es la realidad», y también ha pronosticado una eliminatoria «con pocos goles pese a la facilidad realizadora de ambos equipos».

El técnico gallego, que disputará su segunda fase de ascenso a la categoría de plata, tras la que afrontó con el CD Guijuelo hace tres temporadas, ha declarado a Efe que confía en que su equipo, uno de los dos que ha batido el registro histórico de puntos de la Segunda División B -junto con el Racing de Santander- «transforme esa superioridad en ventaja para preparar a conciencia ambos partidos».

De la Barrera ha considerado «bueno» cerrar la eliminatoria por el ascenso directo en el estadio Reino de León, aunque ha destacado la importancia de poder marcar en el Mini Estadi, sin descuidar «el competir en una eliminatoria a 180 minutos, intentando llevar el control durante la mayor parte».

Un filial atípico

Entre los peligros del rival, ha recalcado «su necesidad de ascenso por el nombre de la entidad, lo que les ha convertido en un filial atípico, que no ha dudado en reforzarse con jugadores que en condiciones normales no estarían en un filial».

En cuanto al estilo de juego del conjunto catalán ha valorado su «ADN Barça, con transiciones veloces y muy profundo en su juego, aunque sin sentir la presión de tener que llevar siempre la iniciativa del juego».

Rubén de la Barrera, al que se le ha etiquetado en algún momento como un defensor de la idea de la posesión, similar en cuanto a concepto a la filosofía azulgrana, ha recalcado que no es ni guardiolista ni ningún otro calificativo similar. «Simplemente soy Rubén de la Barrera e intento que mis equipos compitan al máximo», ha precisado.

A pesar de los registros goleadores de la Cultural, su entrenador ha insistido en el «equilibrio» de su equipo «entre el ataque y la defensa», tal y como se demostró en el último partido de liga ante el Osasuna B, cuando dio una lección táctica de como afrontar la última media hora con diez jugadores.