Así es el Barcelona B

Era el rival más temido y al final será al que el equipo leonés deba enfrentarse. EL Barcelona B será el enemigo a batir en la lucha por el ascenso a Segunda División.

Así es el rival de la Cultural

El Barça B ha mandado durante casi toda la temporada, especialmente disparado en la segunda vuelta. Ya hizo una gran segunda vuelta en la temporada 2015-16 gracias a los 10 refuerzos en aquel mercado de invierno cuando estaba peleando por no bajar a Tercera.

No llegaron al playoff pero se salvaron sobrados. Fue una revolución criticada porque se marcharon jóvenes de la cantera, la mayoría ya un poco acomodados en el filial, y llegaron jugadores de fuera con calidad pero con poca opción de subir algún día al primer equipo.

Se priorizó buscar el ascenso a la formación. Pero está saliendo bien a la larga porque van subiendo otros con talento del Juvenil que se sienten respaldados por jugadores con más experiencia. Aquella fue la base que ha servido esta temporada para hacer un bloque que se ha sentido fuerte desde el inicio.

Propugnan un juego similar al del primer equipo, ofensivo, con el 4-3-3 que suele verse en el Campo Nou. Pero Gerard López no reniega de tomar precauciones en algunos campos de la categoría en los que hay que sufrir siendo algo más defensivos. Conjuga bien atacar y defender. Saben replegarse con el marcador a favor para salir a la contra con futbolistas muy rápidos.

El punto fuerte, sin duda, es el gol. Dani Romera, que llegó del Almería, es un '9' con pegada, como Marc Cardona, que se pelea con todo y fue clave al inicio de temporada recién llegado del At. Sanluqueño. Llevan 15 goles, cada uno. Perea, que jugó en Primera con el Rayo, aporta el desequilibrio, un uno contra uno buenísimo. Y Alfaro, a la sombra, ha tenido un rendimiento brutal. Formado en el Sevilla, tiene velocidad, regate y remate, puede jugar de extremo o interior. Los de arriba marcan las diferencias y prueba de ello son los 83 goles que llevan hasta el momento.

El punto débil estará relacionado con lo psicológico: la presión de lograr el ascenso, algo muy necesario para el club y para lo que se invirtió mucho dinero. Además, a diferencia de otros estadios, el Mini Estadi no será una olla a presión, ya que hay muchos jugadores de fuera y no existe un rostro que conecte con la gente.