Cruel destino

Nadó y peleó, pero sin premio alguno. El Fundación Baloncesto León no atraviesa su mejor momento, y prueba de ello es la derrota frente al Cálidos Gallego tras una prórroga por 66-68.

Los de Julio González libraron una intensa y bonita batalla que les podía dar pie a seguir luchando por el primer puesto o a poner en cuestión el segundo ante el cuadro orensano, que viene apretando.

Con la importante baja de José López, los universitarios afrontaron este partido esperando que la garra fuera suficiente ante un rival inspirado y acertado. Hinnenkamp, habitual líder del equipo, no tuvo su mejor tarde. Desacertado, gris y desesperado, no pudo comandar a su equipo hacia la victoria.

Pese a que las sensaciones leonesas no fueron positivas, el Fundación se mantuvo en el partido. Era más por ímpetu y por inercia que por juego, pero los de Julio González aguantaron el gran partido orensano para forzar la prórroga.

El tiempo extra fue más tensión que buen juego. Ninguno de los dos rivales quiso arriesgar, ninguno de los dos puso más argumentos sobre la cancha que el otro, pero la meritocracia anterior pesó para que los orensanos se llevaron el partido tras dos fallos universitarios desde la línea de tiros libres.