El Abanca Ademar colisiona contra la defensa de Ciudad Encantada

El ritmo, la intensidad y el contacto fueron una constante en el partido. Los porteros se convirtieron en protagonistas, tocando muchos balones y con Biosca logrando superar el 50% de acierto por momentos.

Lo cierto es que al Abanca Ademar le costaba muchísimo cada ataque. Las imprecisiones se sucedían y solo la clarividencia en Juanín desde el extremo daba cierta estabilidad al ataque marista que, pese a lo sucedido en las últimas jornadas, sufría para encontrar a Pesic en el pivote.

La igualdad y la tensión eran máximas, con rentas de apenas un gol para los de Guijosa. Superado el minuto 20, esto cambió. Ciudad Encantada se puso por delante y logró una ventaja de dos goles. El técnico ademarista detuvo el partido, ya que podía ser un momento clave.

Tuvo efecto la decisión táctica de Guijosa, ya que el Abanca Ademar, con un parcial 0-3 liderado por Simonet y un Juanjo Fernández que regresó a las canchas tras su lesión de hombro, los leoneses se fueron por delante en el marcador al descanso.

Las buenas sensaciones del final de la primera mitad no se reprodujeron en la reanudación. El Abanca Ademar sufrió, de nuevo, en ataque. Tardó siete minutos en anotar hasta que Mario López, con una gran maniobra, rompió el parcial 3-0 de los conquenses que, de todas maneras, ya cogieron el mando en el marcador y no lo soltarían.

Durante unos minutos, el luminoso jugó al 'acordeón'. Se movía entre el gol y los tres de renta para los manchegos. Pero era un juego peligroso para el Abanca Ademar ya que, en cualquier momento, el choque podría romperse y dejar a los leoneses en una situación delicada.

En el momento en el que Biosca no estuvo a un nivel superlativo y la defensa leonesa bajó, como consecuencia del largo viaje de vuelta de Rumanía del martes, el nivel físico, los de Lidio Jiménez asestaron el golpe definitivo. Ciudad Encantada colocó cinco goles de colchón en el ecuador de la segunda mitad y esta fue la sentencia del choque.

El Abanca Ademar trató de remar y 'mover' el partido con la entrada de Rodrigo en pista. Pero las piernas no iban como deberían, la cabeza también estaba cansada y la desesperación era evidente. El conjunto leonés sólo llegó a colocarse a tres goles de los conquenses y el conjunto local pudo saborear la victoria instantes antes del pitido final.

El Abanca Ademar hincó la rodilla en una semana muy dura a la que llegó con seis victorias seguidas en su haber, pero en la que ha sufrido dos derrotas. Los leoneses volverán a casa este mismo domingo para centrarse ya en el derbi autonómico ante el Atlético Valladolid del miércoles (20:30 horas) en el Palacio.