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'Terrado 2', de Montserrat Soto, en la exposición 'Doce miradas al Greco cuatrocientos años después'. R. C.
Montserrat Soto: «La foto es una herramienta de pensamiento»

Montserrat Soto: «La foto es una herramienta de pensamiento»

Arte, ecología y memoria son las «preocupaciones» de Montserrat Soto, la ganadora del Premio Nacional de Fotografía

Viernes, 18 de octubre 2019, 17:45

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«Entiendo la fotografía como una herramienta de pensamiento». Lo asegura Montserrat Soto (Barcelona, 1961), ganadora del Premio Nacional de Fotografía 2019, galardón fallado ayer, dotado con 30.000 euros y que concede cada año el Ministerio de Cultura. Artista multidisciplinar, autodefinida como fotógrafa «no clásica» e «impura», el jurado destaca el interés de Soto por «la investigación en el lenguaje de la fotografía y el vídeo» para «llevarlos a un espacio expandido». Arte, ecología y memoria son las preocupaciones cruciales de la artista, de quien el jurado subrayó el carácter «ilusorio» de los medios con los que trabaja.

Comprometida con los espacios habitados y con las presiones que ejercen sobre ellos las personas que los ocupan, la múltiple obra de Soto refleja «una preocupación por la ecología y la memoria», que otorga a su trabajo «un peso de orden político, antropológico y social». Así lo destacó en su fallo un jurado que elogió una obra «que establece una relación con el paisaje visto como un espacio de carácter conflictivo y ajeno, atendiendo especialmente al punto de vista del espectador».

«Llegué tarde al mundo del arte», explica Soto, formada en pintura en la Escola Massana de la Ciudad Condal y en la École Supérieure d'Art de Grenoble, en Francia. A principios de los noventa inició su andadura creativa, centrándose en la fotografía y el vídeo. Hoy ha ampliado su panoplia de intereses y cree que en España «nos sobra talento fotográfico», aunque lamente que «no seamos muy internacionales».

El arte y sus espacios y lugares, la memoria y el paisaje a través del viaje, con el vacío como elemento muy preponderante, son las «líneas de investigación» primordiales en la obra de Soto. Sus series dedicadas a almacenes de museos o casas de coleccionistas y a los paisajes vistos a través del viaje centran su análisis sobre el lugar del arte en nuestra cultura y del ser humano en los ecosistemas.

«Soy una fotógrafa impura», dice la autora de una obra de «peso político, antropológico y social»

Para ella la fotografía no es un documento o una pieza artística que congele el tiempo «y sí una herramienta que hace pensar al autor y al espectador a partir de lo que ve». «Se ha superado esa decimonónica visión de la fotografía como la pureza del negativo y las gamas de grises: para mí la fotografía es algo mucho más abierto, y por eso me alegra que se reconozca con un premio como el Nacional a una fotógrafa impura como yo», dice agradecida y feliz esta creadora que también realiza videoinstalaciones, esculturas, señalizaciones o escenografías. «Lo analógico es lo que más me ha gustado, y echo de menos sus procesos y el aura que otorga a la foto, pero el sistema avanza, te expulsa y te obliga a trabajar en digital», asegura. «Lo digital te facilita la vida pero sigo adorando mis Hasselblad; a ver si con este premio me puedo permitir un 'maquinón' digital», agrega divertida.

Montserrat Soto, ganadora del Premio Nacional de Fotografía.
Montserrat Soto, ganadora del Premio Nacional de Fotografía. R. C.

Hoy todos somos fotógrafos con nuestros móviles inteligentes, algo que a juicio de Soto «no es ni bueno ni malo». «La imagen está en nuestra cultura a través de los teléfonos, como lo está el ordenador, y eso no es intrínsecamente ni bueno ni malo», señala. «Lo que sí hace es cuestionar la idea de autor. Todos somos autores y no hace falta que nadie te designe como tal», comenta esta poliédrica creadora que se mira en el trabajo de colegas como Cindy Sherman, Allan Sekula, Nan Goldin o Dam Graham.

No es la hermana pobre

No cree Soto que la fotografía sea hoy una hermana pobre de las Bellas Artes. «La foto siempre ha estado ahí; lo antiguo es ese concepto grandilocuente de las Bellas Artes como aparatosas obras maestras; una visión que no comparto. Lo importante es hacer esa presentación al espectador de una propuesta artística que le permita pensar, que le transforme. No puedes decir por sistema que un dibujo es un hermano menor de la pintura. A veces un dibujo es más relevante que un cuadro y es una desfachatez definirlo como una obra menor», concluye.

En los últimos años Soto ha colaborado en diversos proyectos relacionados con la poesía, el teatro y el cine. Con una instalación multimedia participó en el Festival de Poesía en Palau de la Música. Creó la escenografía de la obra 'Las tierras de Alvargonzález' para el teatro María Guerrero de Madrid y junto a la cineasta Chus Gutiérrez ha realizado el cortometraje 'Las que viven en la niebla'.

Su primera exposición individual tuvo lugar en el Espai 13 de la Fundació Joan Miró de Barcelona en 1993. Expuso luego en espacios e instituciones como Koldo Mitxelena (San Sebastián), Fundación Telefónica (Madrid), Museo Reina Sofía (Madrid), Centre d'Art la Panera (Lleida), Museo Patio Herreriano (Valladolid), Centre d'Art Santa Mònica (Barcelona), Fundación Lázaro Galdiano (Madrid) o el Museo de Zaragoza.

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