Jacob Serrano, nuevo director de la biblioteca pública de León.

Día de las Bibliotecas

Jacob Serrano, director de la Biblioteca pública de León
«La biblioteca ha perdido esa imagen de lugar silencioso y oscuro para clases altas. Vemos perfiles de lo más variopinto»

Más de 282.000 leoneses atraviesan anualmente las puertas de Santa Nonia para sumergirse en la amplia oferta literaria, audiovisual e informativa que preserva | Todas las publicaciones realizadas en la provincia desde el siglo XIX o dos importantes documentos históricos nutren su fondo

Viernes, 24 de octubre 2025, 08:22

Probablemente sea, junto a los monumentos clásicos de León -Catedral, Botines, San Marcos, San Isidoro y un largo etcétera- uno de esos edificios por los que todo leonés ha pasado y, sobre todo, difrutado. Allá por un lejano 19 de noviembre de 1844 abría sus puertas la Biblioteca Pública de León, una de las primeras provinciales de España. Su primer emplazamiento, en el ex-beaterio de las Catalinas en San Isidoro, almacenó por entonces una primera colección de 3.000 volúmenes. No sería hasta 1965, tras un primer traslado de varias décadas en San Francisco, cuando se asentó oficialmente en la sede que hoy día todos conocemos: Santa Nonia.

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Los años, la universalidad de la educación y una apuesta por abrir a la ciudadanía en general las bibliotecas para democratizar el saber lograba el hito. De aquellos primeros 3.000 volúmenes, la Biblioteca Pública de León cuenta en la actualidad con un fondo bibliográfico y audiovisual que supera los 254.000 artículos, entre ellos documentos de gran valor preservados con mimo.

Este 24 de octubre, Día de las Bibliotecas, nos acercamos a Santa Nonia para conocer a su recientemente nombrado nuevo director, Jacob Serrano Donaire (Cáceres, 1985) que capitanea un equipo conformado por 31 profesionales que atiende el centro más grande de la provincia. Pone como prioridad mejorar y continuar apostando por la experiencia del usuario, promoviendo que en cada sala del gran edificio haya auxiliares y ayudantes de biblioteca para que los lectores siempre se sientan acompañados.

¿Cómo se organiza la biblioteca?

Siempre me gusta empezar recordando que es una biblioteca pública, no especializada como puede ser la de la universidad, la del ILC, las de los museos o las municipales. La biblioteca pública tiene dos vertientes: por un lado, el suministro de documentos desde libros y periódicos a películas o incluso juegos de mesa tanto en préstamo para llevártelos a casa como de consulta en las propias instalaciones; y por otro lado la extensión cultural de la biblioteca que son los programas de actividades que incluyen talleres infantiles, teatro, recitales, conciertos, presentaciones de libros, conferencias sobre todo de literatura leonesa y la producción literaria en León en los que colaboramos por ejemplo con el ILC y un largo etcétera.

¿De qué está compuesto el fondo de la biblioteca?

Existe tanto el bibliográfico como pueden ser libros y revistas como el audiovisual. El fondo se amplia mediante compra de la Junta de Castilla y León que incluye en los presupuestos partidas que consigna a los suministros bibliográficos y las actividades culturales.

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Un rincón en la zona infantil.

Una parte importante es que tenemos toda la prensa histórica. Aquí se puede consultar todo lo que se ha publicado en León desde el siglo XIX hasta la actualidad, conservamos toda la prensa desde 1958 a raíz de la puesta en marcha del depósito legal. Los investigadores pueden encontrar aquí un fondo interesante para estudios provinciales y locales. Aunque no somos una biblioteca especializada, cumplimos una labor en este sentido.

Los usuarios de la biblioteca siguen aumentado año tras año. ¿El servicio está vivo?

La biblioteca tiene cada vez una mayor demanda. Ha ido diversificando sus funciones y ha hecho que mucha gente acuda para buscar información, para usar el ordenador, para hacer un trabajo, estudiar... en los préstamos también notamos un aumento considerable porque se observa un crecimiento en la población lectora en España sobre todo de narrativa, novela histórica y negra.

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Una de las salas de la biblioteca.

La biblioteca, aunque ha costado muchos años, ha ido perdiendo esa imagen que tenía de lugar silencioso y oscuro, simplemente destinado a unas capas de la población de cultura media-alta que utilizaba estas instalaciones para la investigación. Creo que eso se ha roto. Basta ver la sala de hemeroteca, donde el público que viene es de lo más variado que te puedes encontrar. Además León, aunque yo lo voy a conocer por primera vez este año, tiene pinta de ser frío y la biblioteca es un sitio donde estar cómodo y encontrar un momento de calma.

Más si cabe en una provincia como León, de las más lectoras

En los índices anuales vemos que León, la zona norte en general junto con Burgos o Vitoria, tienen una muy buena cifra de lectores. Son zonas en las que la lectura está estudiada como una práctica habitual.

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Comentaba que el perfil de usuarios es muy diverso

Tenemos desde usuarios infantiles que vienen a la sala infantil o con las visitas escolares pasando por gente que usa el servicio de préstamo, personas que viven en la calle y acuden para leer el periódico, gente que viene a estudiar, otros que solo lo hacen para dar una vuelta y curiosear. Esto es un espacio público, abierto y universal en el que no se ponen cortapisas y no se pregunta a nadie a qué entra.

¿El libro más curioso o que más le sorprendiera cuando llegó a la biblioteca?

Hay una biblia políglota que edita Arias Montano -la Biblia Regia o Políglota de Amberes- por orden de Felipe II en la segunda mitad del siglo XVI que tiene incluso una rúbrica del propio Arias Montano. Creo que es uno de los documentos que albergamos que más interés tiene. También hay un chronicon mundi, un libro de gran tamaño y formato que es precioso por sus ilustraciones y que recoge el saber de una época. Son dos documentos especiales.

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¿Se pueden pedir prestados?

No, no se pueden sacar. Son documentos que pertenecen al fondo antiguo y que hay que conservar. Se pueden consultar previa autorización de la dirección pero solo si es para investigadores o particulares que quieran estudiar de forma física el ejemplar, porque ya están digitalizados, lo que permite que cualquier persona los pueda consultar y nosotros lo preservemos en una caja fuerte con condiciones ambientales óptimas para asegurar su conservación.

Acaba de aterrizar en la biblioteca pública de León. ¿Qué retos se marca?

Mantener los estándares de calidad, dar la mejor atención a los usuarios, seguir con una propuesta cultural variada, de calidad y que responda a las demandas de la población. Soy partidario de no solapar ofertas con otras instituciones, por lo que priorizamos ofrecer un abanico amplio.

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Una de las salas de la biblioteca.

Hay que recordar que este es un bien gratuito que costeamos los contribuyentes, por lo que todos participamos de ello. Por eso, para mí, lo más importante es que la gente se sienta orgullosa de tener una biblioteca así en León y que sientan que es suya. La biblioteca sin los usuarios no es nada, no tiene sentido. Los libros, si no los abre nadie, son como un ladrillo.

¿Alguna recomendación para nuestros lectores?

La edición de Alba Editorial de 'Los Hermanos Karamázov' de Dostoievski. Merece la pena echar un rato en ello, en unas vacaciones.

¿Y de algún autor leonés?

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Realmente no estoy familiarizado con la procedencia de ningún autor. Creo que la literatura es algo universal y un autor es, sobre todo, de donde se le lee. Pero sé que en León hay una tradición bastante fuerte y buena de grandes escritores y espero tener tiempo para conocerla.

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