Sahagún celebra las I Jornadas Culturales Cluniacenses
Esta iniciativa promovida por el Ayuntamiento de esta localidad comenzará el viernes 27 de noviembre, a las 20.00 horas, en la Iglesia de San Lorenzo, con un concierto de música hispana medieval a cargo de los músicos de Urueña, César Carazo y Luis Delgado
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Sahagún ha querido conmemorar parte de su gran historia y ha organizado las I Jornadas Culturales Cluniacenses, con la evocación de unos hechos que marcaron el devenir de la futura España.
Esta iniciativa promovida por el Ayuntamiento de esta localidad comenzará el viernes 27 de noviembre, a las 20.00 horas, en la Iglesia de San Lorenzo, con un concierto de música hispana medieval a cargo de los músicos de Urueña, César Carazo y Luis Delgado, con la presentación mundial del Himno «Fons, deus, aeternae pacis in diem sanctorum facundi et primitivi, martirium», sobre un texto medieval, en latín, musicado por el propio César Carazo.
El sábado 28 de noviembre, a las 18 horas en la misma Iglesia, y en memoria de aquel antiguo culto hispano, será oficiada por nuestro Párroco Juan José Andrés, una solemne celebración eucarística por el rito visigótico-mozárabe, con el coro Schola Antigua y la introducción del juglar medieval, Crispín D'Olot, enlazando con la primera Escuela de Juglares, surgida en Sahagún, en 1116.
Por último, el domingo 29 de noviembre, a las 12,30 horas, en la Iglesia de San Juan, tendrá lugar el histórico 'Voto de Villa', que la Corporación Municipal de Sahagún viene celebrando desde tiempo inmemorial, en honor al patronazgo de los 'Domnos Santos', Facundo y Primitivo, cuyas reliquias se veneran en esta Iglesia sahagunense, entregando los munícipes, a la finalización del acto, las tradicionales almendras garrapiñadas a todos los fieles asistentes.
Historia de la villa
La histórica Villa de Sahagún nunca ha querido olvidarse del patronazgo de los hermanos San Facundo y Primitivo, hijos del glorioso centurión San Marcelo, patrono de la ciudad de León y de su esposa, la virtuosa Nona (posteriormente derivado en Nonia), que tuvieron doce hijos, todos ellos martirizados por el Imperio Romano..
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Toda esta tradición va ligada al martirio de estos dos protectores quienes, por defender su fe, perdieron la vida, en época de la dominación romana. Sufrieron su tortura en un lugar próximo a la ribera del Cea, a cuyas aguas fueron arrojados sus cuerpos. Recogidos por gentes piadosas les inhumaron devotamente, erigiéndose más tarde un pequeño templo, donde fueron enterrados, todo ello en épocas confusas entre el siglo II y III.
Posteriormente el rey Alfonso I (s. VIII) y Alfonso II (s. IX) tuvieron que restaurar el templo al haber sido destruido por las razzias de Al-Andalus. También el rey Alfonso III y su esposa Jimena, llevaron a cabo la ampliación y mejora de esta pequeña construcción, para favorecer la repoblación de los territorios reconquistados.
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Desde entonces empieza a ser reconocida como la iglesia de los 'Domnos Santos' bajo patrocinio regio, interviniendo grandes artistas que lo dotaron de obras de arte y capiteles marmóreos inigualables, algunos conservados en la actualidad y poniéndola en manos del abad Alfonso para que edificase un monasterio en su entorno. También ha quedado reflejado en diversa documentación, mitad historia, mitad leyenda, el paso del emperador Carlomagno por estos lugares y donde se ubica la leyenda de las «lanzas convertidas en chopos», en pleno Camino de Santiago.
El convento que se fue edificando a base de estipendios del rey, de los benefactores y de los fieles, pero se sometió a la regla congregación benedictina, fundada por San Benito de Nursia y posteriormente integrándose en la orden francesa de Cluny, con el importantísimo impulso del intitulado Imperator, Alfonso VI y el beneplácito de Roma, para implantar progresivamente el rito romano y apartar el rito visigótico-mozárabe, tan instaurado en la Hispania Medieval.
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