Dando pasos lentos pero seguros. Esta es la filosofía que impera en Magdala, la empresa que busca hacer de la remolacha leonesa la base para crear bioetanol.
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Con los esfuerzos centrados principalmente en la futura construcción de la planta de Barcial del Barco (Zamora), donde esperan poder seguir con los movimientos de tierras entre marzo y abril, el proyecto de levantar una biorrefinería en La Robla no se queda en el sueño de los justos.
De hecho, ya se ha dado un importante paso adelante en el aspecto jurídico. Los promotores han constituido ya la sociedad ('Desarrollos Bioenergéticos La Robla EA S.L.', se llama), con el objetivo de plantear un proyecto serio con el que captar fondos europeos al instalarse en una zona afectada por la Transición Justa.
De conseguirlo, los tiempos acelerarán de forma exponencial. «El proyecto va de la mano de la ampliación de El Crispín y está condicionado a los fondos verdes, lo que permitiría simplificar los pasos», apunta Vicente Merino, responsable de Magdala, empresa que está detrás de las dos plantas.
Con la idea de exportar el bioetanol a través de El Musel en Gijón, la planta de La Robla recibiría la materia prima del Páramo Alto, Payuelos y lo existente en un radio de 50 kilómetros, como ocurrirá con la de Barcial del Barco.
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Vicente Merino destaca el gran ejemplo de economía circular que supondrá la planta. «Se logra la eficiencia ambiental, porque ahora las que obtienen bioetanol necesitan más hectáreas al utilizar cereal para llegar a los mismos resultados». La base estará en competir por el coste de oportunidad del producto.
Magdala espera generar en la construcción de la planta un total de 250 empleos directos y 500 indirectos, mientras que una vez esté puesta en marcha alcancen 180 puestos en el polígono verde anexo a la Biorrefinería y 2.000 indirectos.
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«Hay que destacar que la industria va a trabajar todo el año y que cuando esté desarrollado el plan industrial completo, el potencial de empleo se estima en unos 500 puestos de trabajo directos (en los dos polígonos verdes) y 5.000 indirectos», señala Merino.
Además, el mismo se podrá vincular con la producción de vehículos híbridos a medida que se consolida el consumo de gasolina con un 10% de etanol en mezcla (E 10).
El salvavidas verde de la España Vaciada empieza a soñar con el futuro. Paso a paso, con prudencia, en un horizonte marcado por la ecología.
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