El ganadero cuestionado empapela tablones de anuncios de varios pueblos de León con sus denuncias y cartas
Los vecinos de estas localidades y de Riofrío observan «perplejos» los textos en los que, por ejemplo, llama «señoritos» a los agentes de la Guardia Civil
Las ya conocidas vacas de Riofrío viven un nuevo capítulo desde que caso llegará a la opinión pública a través de la denuncia que varios vecinos hicieron en Leonoticias para intentar que la situación se desbloqueara. Ahora, casi mes y medio después, la presión por ambas partes sigue y desde las administraciones en León se busca resolver el problema de forma definitiva y urgente.
Mientras, los animales en cuestión, a pesar de que el ganadero anunció que tomaría medidas para evitar que su ganado se escapara, siguen abandonando su recinto para cruzar de forma peligrosa las calles y carreteras -por las que llegan a correr por delante de los vehículos como si fuera un encierro-, paseándose por Riofrío y otros pueblos del municipio de Quintana del Castillo, y devorando cultivos de todo tipo.
Pérdidas económicas y peligro de accidentes de tráfico que han hecho que la situación denunciada por vecinos de Riofrío y otra localidades llegara a las instituciones. Ahora, apenas dos semanas después de estos primeros encuentros el alcalde de Quintana del Castillo ha informado al presidente de la junta vecinal de Riofrío de una nueva reunión que se mantuvo en la Junta de Castilla y León para el asunto.
Recogida voluntaria o encierro forzoso
En la reunión del pasado viernes 5 de diciembre participaron el delegado territorial de la Junta en León, el responsable de Agricultura y Ganadería en la provincia junto con varios técnicos, los alcaldes de Carrizo de la Ribera y Quintana del Castillo, así como, Amancio, el responsable de la ganadería. Allí se le ha explicado la situación de su explotación y se le dio un plazo de quince días -fecha límite, 20 de diciembre- para recoger el ganado. Durante todas estas jornadas los servicios veterinarios de Carrizo comprobarán si se está haciendo por recoger las vacas y se las da de comer. Según informa el alcalde de Quintana, «el ganadero se comprometió a recogerlas, darles de comer y vender la mayoría del ganado».
Si el ganadero no cumple y las reses siguen sin ser recogidas cuando termine el plazo se procederá mediante una empresa autorizada, a su encierro; y los servicios ganaderos de la Junta de Castilla y León las identificará, siendo este hecho notificado al propietario, el cual tendrá que asumir todos los costes de la recogida. En caso de no abonar estos costes, el ganado será subastado, y el que no esté identificado será sacrificado. Todo ello realizando el proceso de publicación, exposición y comunicación según las directrices que marca la ley.
«Guardia Civil, señoritos del presente»
En las jornadas previas y posteriores a esta reunión en la que se le ha comunicado la decisión firme de la Junta, el ganadero ha «empapelado» los tablones de anuncios de varias localidades de la zona como Ferreras, Villameca y Carrizo, según creen varios vecinos de Riofrío y pueblos cercanos.
En los numerosos papeles que Amancio ha puesto, eso opinan muchas personas, en estos lugares están las numerosas denuncias que ha presentado ante la Guardia Civil y que, como comprobó Leonoticias con la subdelegación del Gobierno, han sido desestimadas porque todas «las investigaciones no han dado resultado positivo en relación a los hechos denunciados». También están expuestas las cartas dirigidas al subdelegado del Gobierno en León y al delegado en Castilla y León, al jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, así como a varios ministros como Grande-Marlaska.
Algunos de estos papeles cuentan con anotaciones como una que titula con ironía a la Benemérita: «Viva la Guardia Civil del pasado, señoritos del presente» y en la que ensalza al cuerpo de época pretéritas y denosta al actual, que acusa de ir en «grandes coches que cabalgan, de dejar las denuncias »siempre en el cajón« y de contar con unas buenas condiciones laborales.
En otro texto parece querer mostrar su versión contando «la verdad, con documentos o documentada», acusa de «linchamiento» a los vecinos y al ayuntamiento, y pide «a ganaderos» que le dejen cancillas «para hacer corral» bajo el argumento de que «hoy por mí, mañana por ti. Te puede pasar lo mismo».
En este escrito cuenta «la trama» desde su punto de vista: «Por todos los medios y durante años, -han intentado- echar el ganado del cercado para que, una vez fuera, éste cause daños en sembrados y sobre todo de tráfico». Acusa a los supuestos responsables de que las vacas campen a sus anchas de que «han conseguido que personas buenas me amenacen de muerte» y a la Guardia Civil de «presunta colaboración» porque considera un hecho «demostrable» que tras «16 denuncias» no haya ocurrido «nada de nada».
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La resolución al conflicto de 'las vacas de Riofrío' parece cercana aunque, dada la burocracia e implicaciones legales que puede tener, cabe la posibilidad de que se judicialice y se alargue más.