Boñar, no hay dos sin tres

La localidad leonesa de Boñar vio hoy cómo la suerte le sonreía por tercera vez en el Sorteo de Navidad en el que ha repartido 5,6 millones de euros en 14 décimos vendidos en la Administración número 1 de este pueblo de montaña que en 2014 y en 1988 también se vio agraciado con el Gordo.

Cristina Manso y Andrea Martínez son las encargadas de un establecimiento que hoy recibió la visita de numerosos clientes, aunque ninguno de ellos se identificó como uno de los afortunados ganadores. «Si solo vengo a cobrar», bromeó uno de ellos antes de reconocer que estaba bromeando. Un vecino del pueblo próximo de La Serna, Jesús, se mostraba algo inquieto antes de comprobar que el número que él había pretendido comprar este lunes terminado en 7, como el Gordo, y que no adquirió porque había mucha cola en el establecimiento, no era el que finalmente resultó ganador.

Además, reconoció que tenía cierto consuelo porque tras el intento fallido para conseguir la única terminación que le faltaba, comprobó que el décimo que no pudo adquirir no era el premiado. Por otra parte, no ocultó cierta satisfacción o consuelo en el hecho de haber conseguido «un pellizquito» porque tras el intento fallido se desplazó hasta Cistierna y adquirió un décimo cuyas tres últimas cifras coinciden con las del primer premio.

«A la montaña leonesa le hace falta», afirmó Cristina con rotundidad mientras celebraba haber podido repartir la suerte una vez más, aunque desconocen si es entre vecinos del entorno o entre la mucha gente de paso que se acerca a la administración habitualmente, y más cuando se acercan los principales sorteos.

Apenas dos años después de poner en marcha un negocio que abrió sus puertas en 1986, sus padres ya pudieron celebrar el primer Gordo vendido en el año 1988, y en 2014 por segunda vez el sorteo de Navidad repartió una cantidad similar a la de este año en este céntrico establecimiento de Boñar.

La alegría y las felicitaciones no faltaron desde que se conoció el primer premio del sorteo, pero el ambiente propiciado por la pandemia deja una estampa menos festiva de lo habitual en estos casos, aunque tampoco faltó el tradicional brindis y los deseos de volver a recibir la suerte, si puede ser, en el próximo sorteo del Niño para el que numerosas personas ya adquirieron ese martes sus boletos.