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Faustino Temprano, secretario regional de UGT.

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Faustino Temprano, secretario regional de UGT. Dos Santos

Temprano: «La minería del carbón debe terminar, pero no de la noche a la mañana»

El secretario regional de UGT destaca el «buen estado de salud» de la organización tras 130 años de existencia y advierte de movilizaciones a la patronal si no sube los salarios

D. R. F.

Sábado, 13 de octubre 2018, 12:21

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La Unión General de Trabajadores (UGT) celebra su 130 aniversario con múltiples actividades programadas por la organización en Castilla y León hasta 2019, debates temáticos de actualidad y jornadas sobre el pasado, presente y futuro del sindicalismo con ilustres personajes. La efeméride de aquel remoto 12 de agosto de 1888, cuando nació «el primer sindicato en España y el segundo en Europa», lleva al secretario general de la central sindical en la Comunidad, Faustino Temprano, a reivindicar el papel esencial de UGT en todos y cada uno de los logros sociales alcanzados en España durante más de un siglo. Temprano defiende el buen estado de salud de los ugetistas y sentencia que están preparados para durar al menos otros 130 siempre al lado de los trabajadores y de la sociedad en general para dar soluciones a sus problemas. Temprano analiza también, en esta entrevista a Ical, la situación por la que atraviesa la Comunidad, y advierte de que es preciso abordar una profunda reforma de la estructura industrial hacia la digitalización. El dirigente sindical afronta también el plan de empleo dentro del Diálogo Social, con la demanda de un programa global especial para jóvenes que aglutine todas las medidas de inserción, vivienda, tasas universitarias o FP para el colectivo. El objetivo de UGT, afirma, es pasar de los 152 millones de euros a los 200 millones en dotación económica, pero advierte de que para lograrlo es preciso que la Comunidad, apruebe sus presupuestos para el año que viene, porque con una prórroga crecer en fondos será inviable.

¿En qué estado de salud se encuentra el sindicato después de 130 años?

UGT goza de un estado de salud positivo y bastante bueno después de 130 años. Hay que tener presente que a lo largo de estos 130 años, UGT se ha preocupado de la defensa de los trabajadores y de conquistar libertades. Podemos decir con rotundidad que detrás de cada conquista social o laboral que se ha producdo en este país en estos 130 años, siempre ha habido un ugetista.

¿Siguen confiando los trabajadores en UGT?¿Cómo va la afiliación tras el duro impacto de la crisis?

Hoy los trabajadores de España y Castilla y León siguen confiando en la UGT y nuestra afiliación sigue creciendo. Los trabajadores siguen confiando en la UGT, en las votaciones de las elecciones sindicales que se producen todos los días. Tenemos una representación por encima del 35 por ciento, y conjuntamente con CCOO somos los dos únicos sindicatos más representativos de este país y de esta autonomía porque para serlo se requiere una representación del diez por ciento a nivel estatal y del 15 por ciento en la Comunidad.

¿Y a nivel social?

A nivel de la calle, si bien es verdad que hemos podido cometer fallos y hemos tenido luces y sombras como la vida misma y como la sociedad en su conjunto en estos 130 años; en estos momentos la sociedad confía en la UGT, cree en los sindicatos de clase, y espera mucho de nosotros, para que los problemas que tienen les podamos dar solución. Hemos resistido 130 años, somos el primer sindicato a nivel de España y el segundo en Europa en su constitución y estamos dispuestos a aguantar como mínimo otros 130 años.

¿Cómo valora las feroces críticas recibidas por su papel en la crisis?

Hemos recibido ataques interesados. A los poderes fácticos de este país no les interesa para nada la fuerza de los sindicatos porque somos el último bastión para que no se les quieten derechos a los trabajadores. Además, hemos recibidos otros ataques sobre todo porque no hemos sido capaces de explicar las cosas que hemos hecho a la sociedad. Si lo hubiéramos conseguido lo hubieran entendido. No se nos puede atacar porque estemos desfasados y no representemos a los trabajadores del siglo XXI, sino todo lo contrario.

¿Son los sindicatos tan necesarios como hace un siglo?

Somos muy necesarios para los trabajadores, pero también para los ciudadanos. No solo luchamos por los derechos de los trabajadores sino que debemos conseguir que los ciudadanos de este país vivan cada vez mejor. Negociamos cuestiones del estado de bienestar, de sanidad, educación y servicios sociales, pero también sobre pensiones o vivienda.

¿Cómo valora el resultado de la reciente reestructuración del sindicato?

Una vez pasados dos años desde la reestructuración, que redujo las federaciones a tres, después de asentarse, considero que ha sido un cambio positivo. Se pretendía acercar el sindicato al trabajador en las estructuras territoriales pequeñas, como las comarcas y las provincias. Estar al lado del trabajador en su puesto y dar solución a sus problemas. Además, se apostó por acercar el sindicato al trabajador y al ciudadanos, que nuestras puertas estuvieran abiertas. También se pretendía sectorializar el sindicato. La revisión de estructuras ha sido positiva.

¿Cómo debe evolucionar la organización en el futuro?

Debe caminar y estar al lado de la sociedad, de lo que demanden los trabajadores en cada momento, con el objetivo de conquistar derechos para ellos. Debemos ponernos al frente de la sociedad para dar solución a los problemas que tienen las personas. Se está creando un malestar porque no hay solución para esos problemas, y el sindicato se tiene que situar al frente para lograrlo.

¿Considera que el propio modelo de subvenciones lastra la credibilidad sindical?

La sociedad respeta, cree y demanda a los sindicatos de clase. Pero se debe cerrar el debate del modelo sindical que tenemos en este país. Se nos acusa de que recibimos subvenciones por las distintas administraciones, y es verdad, pero también se nos obliga a negociar no solo para los afiliados sino para el conjunto de los trabajadores y para la sociedad. En estos momentos los que están pagando lo logros que se consiguen en la negociación colectiva y con los distintos gobiernos son los afiliados, no lo que recibimos de la gente. Pero exigimos una ley institucional que defina si debemos recibir subvenciones o no; porque hay otro modelo en el que los sindicatos negocian exclusivamente para los afiliados que pagan cuota. Una ley institucional que determine el papel de los sindicato es la única formad e acabar con este debate. Debemos negociar, si, debemos recibir subvenciones, si o no. No se nos puede exigir negociar y acordar para el conjunto de los trabajadores y de los ciudadanos y después criticarnos por recibir subvenciones.

¿Cómo percibe la situación económica de Castilla y León?

Las cosas no pintan nada bien. Si miramos los parmámetros laborales estamos peor que a nivel nacional. Vamos a la cola en población activa, empleo, despoblación y jóvenes. Los datos macroeconómicos señalan que estamos saliendo de la crisis pero esa recuperación no llega a las personas. Nos queda mucho por hacer, y no sólo debemos ponernos al frente en demandas laborales sino también de las sociales.

¿Castilla y León sufre una crisis industrial o sólo casos puntuales de cierres como Vestas?

La Comunidad necesita una política industrial seria y renegociar al pacto de competitividad, dentro del Diálogo Social, porque lo que se firmó en su día no vale para hoy. Hay crisis puntuales, sí, pero también que la industria necesita un cambio en profundidad. Necesitamos una política industrial basada en las nuevas tecnologías, en la era de la digitalización, en la industria 4.0, y que signifique que la destrucción de empleo que desaparezcan conlleve la creación de otros puestos que faciliten el acceso a un trabajo de todas las personas en edad de trabajar. Una vez firmado el acuerdo en las Cortes sobre la ley industrial, esperamos que ahora la mesa del Diálgo Social del pacto de competitividad suscriba la revisión antes de que concluya el año sobre todos estos temas.

¿Qué hacer para evitar las deslocalizaciones?

El culpable de las deslocalizaciones son las reformas laborales aprobadas en este país por los gobiernos de Zapatero y de Rajoy. Antes para que una empresa se deslocalizara, se requería una autorización administrativa, previa a la negociación con o sin acuerdo con los representantes de los trabajadores. Eso se quitó y no necesitan demostrar absolutamente nada. La deslocalización no se produce ni por temas económicos, porque sino se presentaría un expediente de regulación, ni organizativos ni de producción, sino porque un consejo de administración lo decide. Si se necesitara la autorización laboral como anteriormente otro gallo cantaría.

La pregunta es obvia, ¿siguen considerando esencial la derogación de las reforma laborales?

Seguimos pidiendo la derogación de las reformas laborales. Sino se puede hacer de la noche a la mañana, por lo menos hay que llegar a acuerdos a través del Diálogo Social estatal y plasmarlos a través del Parlamento o de decretos o decretos leyes, sobre temas lesivos para los trabajadores. Me refiero a la ultraactividad en los convenios colectivos; la negociación sectorial; que un trabajador tenga derecho a la readmisión cuando es despedido, jornada laboral…..

¿Es preciso un mayor control de las ayudas a estas grandes empresas?

Pedimos que se legisle de forma distinta el control de las ayudas. No puede suceder que se les de una cantidad económica y después de un cierto tiempo puedan hacer lo que les de la gana sin ninguna responsabilidad. Lo lógico es que si reciben un dinero público si se marchan porque les da la gana, que lo devuelvan. Para eso debe cambiar la legislación europea.

¿Están funcionando bien los planes industriales territoriales?

Estamos en una Comunidad a dos velocidades, con el eje Burgos, Palencia Valladolid, que crece más que el resto. No hay cohesión territorial, sino que cada vez las provincias más pobres se alejan más de las más ricas. Eso conlleva a que hay que hacer políticas para que exista cohesión y no que las diferencias sean mayores, porque se corre el riesgo de que la gente se olvide de crear Comunidad. No somos partidarios de crear planes industriales por territorios, deben ser sectoriales. Apostar por sectores determinados en sitios concretos con objetivos concretos, una autonomía con una única dirección y que se produzca la cohesión, porque sino no se puede crear Comunidad. Los sectores deberán estar determinados en unas provincias sí y en otras no, donde se necesiten, donde mejor se den. Dicho esto, algún plan territorial deberá haber ante situaciones críticas que pueda sufrir algún territorio, como el Plan de Soria, por la despoblación, o el de las cuencas mineras.

¿Cómo valora el sindicato la rapidísima transición energética que ha marcado el Ejecutivo de Pedro Sánchez?

No estamos de acuerdo con las decisiones que está adoptando el Gobierno del PSOE. No estamos de acuerdo con las decisiones de este ministerio, porque debe haber negociación y acuerdos y está yendo por la política de hechos consumados. Parece lamentable que hasta hace cuatro meses en la oposición defendieran temas de la minería que hoy no defienden. Que la minería del carbón se debe terminar, sí, pero no de la noche a la mañana. A esas comarcas hay que darles otras alternativas; y hay que seguir apostando mientras exista por el carbón autóctono. No porque yo decida, sino que se lleve a la mesa de negociación y que se pacte y se cumpla lo que se pacte, porque si es para pactar para no cumplir que es lo que hacía el gobierno del PP, de poco sirve.

¿Qué retos se marcan este año para la negociación en las mesas del Diálogo Social?

Debemos poner toda la carne en el asador en 2019 para dar una solución a los jóvenes y dentro de este colectivo, a las mujeres. Estamos planteando un plan especial para los jóvenes que englobe todas las líneas de todas las consejerías, que tengan programas para los jóvenes, vivienda, tasas universitarias, empleo, FP Dual... Lo que sí pedimos es que el presupuesto para los programas de empleo al que destinaron 152 millones este año debe aumentar a 200. Para eso es imprescindible que haya presupuestos de la Comunidad autónoma, porque si se prorrogan será muy difícil llegar a esa cantidad. Debe haber presupuestos generales del estado y también de la Comunidad autónoma. Cuando se prorrogan los presupuestos, en su desarrollo, las ayudas siempre salen tarde mal o nunca.

¿Cómo atajar la despoblación que amenaza el futuro de la Comunidad?

De una vez por todas dejemos de hablar de despoblación y hagamos políticas para que la gente no se tenga que ir del medio rural, para lo que se necesita que tengan empleo y que tengan sus necesidades básicas de educación, sanidad y servicios, cubiertas Se necesitan políticas, un pacto en la Comunidad en el que se involucren los partidos políticos y los agentes económicos y sociales, para que se den alternativas reales. No hay alternativa de mejora de vida y la gente se marcha.

En la negociación bilateral con los empresarios, ¿cómo se está aplicando en la Comunidad el Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva?

El acuerdo estatal está en vigor y afecta a los años 2018, 2019 y 2020. Es para los tres años y eso se lo recuerdo a las empresas. El aumento salarial estaba en torno al tres por ciento y el reto de alcanzar los 1.000 euros en 14 pagas a conseguir en 2020. Tuvimos bastantes problemas en suscribir ese acuerdo en la Comunidad y ahora estamos teniendo problemas en la negociación colectiva en los ámbitos territoriales provinciales. Veremos con CCOO cuántos convenios están pasando por dificultades en cada ámbito territorial.

¿Cómo se puede revertir esa situación de bloqueo patronal?

Nos gustaría trasponer el acuerdo de negociación colectiva estatal a las provincias y suscribirlo con sus patronales. Tenemos muy claro que a finales del año, teniendo en cuenta que el acuerdo se extiende hasta 2020, nos volcaremos con todas las medidas de negociación y también de presión que haya que hacer para que se cumpla el Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva. Estamos por debajo de la media nacional en subidas de salarios, por lo que debemos subir más que la media para ponernos a su altura. Pero lo fundamental e irrenunciable es que debe haber 1.000 euros de salario base mensual en 14 pagas. Estamos teniendo muchas dificultades en nuestra autonomía.

¿Qué espera de las elecciones autonómicas y del próximo presidente tras la etapa de Juan Vicente Herrera?

Nos gustaría que el próximo Gobierno pensara en las personas, en dar solución a sus problemas y ante todo que sea social; que crea y practique el diálogo. Juan Vicente Herrera ha hecho mucho por el Diálogo Social en la Comunidad, se lo ha creído y lo ha llevado a la práctica. Pero el Diálogo Social en la Comunidad está por encima de Juan Vicente Herrera y de los dirigentes pasados, presentes y futuros de los agentes económicos y sociales. Es una seña de identidad y venga quien venga tendrá que creer y practicar el Diálogo Social. Pedimos que lleve a la práctica leyes sociales y haga unos presupuestos no antisociales y que prevalezca el estado de bienestar social, que se piense en invertir más en educación, sanidad y servicios sociales.

¿Valora la llegada al poder del socialista Pedro Sánchez?

El cambio de Gobierno ha sido positivo. Se han vuelto a abrir y a dinamizar las mesas de Diálogo Social y se está pensando en los problemas que tienen las personas. Eso es positivo, pero los problemas siguen sin solucionarse y hay que pasar a la siguiente fase y dar una solución, porque no pueden esperar. Hay mecanismos para trasladar a decretos o decretos leyes los acuerdos que se alcanzan en el Diálogo Social, porque en el ámbito parlamentario parece muy difícil.

¿Cree que debería convocar elecciones este Gobierno?

No se deben convocar elecciones anticipadas. Convocar es no dar solución de una forma inmediata a la cantidad de problemas que tiene este país. Somos conscientes de que legislar según está el parlamento es muy difícil, pero pedimos al Gobierno que lo haga a través de decretos o decretos leyes. Que no mire para otro lado y que en las mesas de Diálogo Social que tiene abiertas intente llegar a acuerdos y legisle. Nos gustaría que hubiera presupuestos generales del estado, pero si hay que seguir con los mismos que se siga y se piense en las personas y se empiece a legislar para dar solución a los problemas.

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