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Diseño de la nueva superficie tipo que Inditex aplicará en León.
Diseño de la nueva superficie tipo que Inditex aplicará en León.

El modelo de grandes superficies comerciales agota su nicho y prepara una transformación para volver a los centros urbanos

La liberalización comercial de 2010 llegó en plena crisis y con el sector ya instalado y solo una licencia solicitada a partir de la nueva regulación acaba en apertura | Inditex ultima la centralización su negocio al centro de la capital mientras Bogaris proyecta un centro comercial en La Granja

Sábado, 28 de abril 2018, 13:10

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Las medidas de lilberalización del sector comercial que trajo consigo la transposición de la Directiva de Servicios de la UE a la Comunidad desde el arranque de 2010 llegaron con la crisis y con el sector de las grandes superficies ya instalado en Castilla y León. La expansión de este modelo está en su última fase ya sin nicho de mercado y se espera que inicie una transformación hacia centros de ocio y servicios globales, en los que el consumidor interactúe en todo momento, con una apuesta por el retorno a los centros de las ciudades.

La parálisis queda reflejada en que sólo una de las 12 licencias que se solicitaron después de la liberalización en 2010, cuando dejaron de ser obligatorias a partir de los 500 metros para circunscribirse a establecimientos de más de 2.500, terminó en apertura (Decathlon en Valladolid), aunque hay aún cuatro proyectos pendientes en Burgos, León y Salamanca.

La regulación anterior, mucho más restrictiva, con el plan de equipamientos comerciales, se saldó con diez licencias que concluyeron en aperturas de grandes superficies (más de 2.500 metros cuadrados). Cabe destacar también que de esa etapa procedía la petición de apertura de Ikea en Valladolid, el mayor centro conocido con 78.000 metros, que se resolvió el 4 de enero de 2010, justo con la entrada en vigor de la regulación liberalizadora.

La directora general de Comercio de la Junta, Irene Núñez, destacó que «claramente hay un antes y un después de la directiva de servicios, pero lo que está claro es que aun teniendo una norma liberalizadora, cuando ha habido negocio, antes de su llegada, se han abierto los grandes centros en Castilla y León«.

En este sentido, recalcó que el periodo de mayor auge, antes de 2010, estuvo muy ligado al sector inmobiliario, «coincidiendo con el periodo pre crisis. «Hubo un boom del sector inmobiliario y tenía muy poca gran superficie, con lo que era un nicho de mercado muy atractivo; se instalaron proyectos con viabilidad y coparon el mercado»

Núñez remarcó que en la Comunidad se vive «la última fase de expansión inmobiliaria de las grandes superficies» y «no se prevé un nuevo auge de este tipo de negocios». Precisó que hay algún movimiento de centros pendientes en León y en Burgos, y algún que otro traslado de comercios a superficies mayores, pero «más allá de esto, no se contempla más porque el sector ya está instalado y no hay nicho de mercado para este modelo».

«Otra cosa es lo que esté por venir», desveló, para constatar que llegará la fórmula de EEUU, donde «están cerrando y redirigiéndose a otro modelo de ocio y servicios en el que el consumidor interactúa en todo momento». «La ola siempre llega con cierto retraso a Europa», dijo, para afirmar que «a futuro vendrá este modelo y deberán transformarse, porque el consumidor lo esta demandando, aunque nos queda aún tiempo para eso».

Retorno a al centro de las ciudades

Irene Núñez también constató que este sector está «muy unido al modelo de ciudad que tenemos», que ha apostado por sacar fuera a estas grandes superficies. Sin embargo, aseguró que «ahora se están planteando volver a los centros urbanos, como experiencias piloto, con tiendas más pequeñas, porque ya se conocen sus gamas de productos».

«Saben que el consumidor es urbanita, somos sociales», dijo, para defender que «integrar estas estructuras en los centros de la ciudad, enriquece la actividad» de los casos urbanos «en todos los niveles». «Todos ganamos, el que se acerca a la gran superficie ve otro tipo de comercio y aumentan las posibilidades», resumió, para asegurar que este fenómeno ya que está produciendo con grandes marcas multinacionales, como Inditex, que abrirá en el centro de León capital.

El gran disruptor

Núñez también defendió la necesidad de que el modelo de gran superficie conviva con el del comercio tradicional, y aseveró que el mercado tiende al equilibrio, con los establecimientos tradicionales que tienen su fuerte en la cercanía y las grande superficies que ofrecen otros servicios. «La competencia favorece que el consumidor tenga los mejores servicios» dijo.

Sin embargo, remarcó que el sector comercial presenta el «hándicap» de que debe actualizarse constantemente y «hoy por hoy, con la digitalización de la economía, más», un factor, el comercio electrónico, que constituye una «disrupción gigante» para todo el comercio de proxinmidad. Así, aseguró que se trata de un «competidor muy fuerte para el comercio tradicional» pero también puede ser un «aliado necesario para su crecimiento y competitividad». «La ampliación canales es el gran reto», sentenció. «En un periodo de dos tres años su irrupción ha sido brutal y no ha dado tiempo a adaptarse aunque ya hay muchas pymes que lo hacen y venden en el exterior, pero a otras hay que ayudarlas».

Despoblación y mundo rural

Otro límite a la expansión comercial, según reconoció, es la población, porque «sino hay gente no se compra, esta claro». Así, insistió en que están trabajando para que el comercio salga fura porque «el mercado interior da de si lo que da», aunque «no todas las pymes pueden hacerlo, porque es difícil».

La responsable de Comercio de la consejería de Economía y Hacienda de la Junta explicó que están trabajando para mejorar la competitividad del comercio tradicional con líneas de subvenciones y formación para la gestión del negocio. «Tienes que saber de logística, stock, contabilidad, recursos humanos, marketing y comunicación», apostilló.

Asimismo, recordó que están trabajando con las diputaciones para que el comercio llegue a todo el medio rural, para que la gente pueda vivir en todo el territorio. Recordó que según unestudio, existen 700 pueblos que no cuentan con ningún establecimiento comercial para abastecimiento cotidiano, por lo que «en breve» sacarán una línea de subvenciones para su establecimiento en aquellos lugares con «cierta capacidad» para que sirvan para abastecer a esos núcleos y su alfoz. «Será un primer proyecto piloto pero estoy convencida de que tendrá éxito», concluyó.

Las cifras de las licencias

Las cifras que maneja la Junta son definitivas. El decreto de equipamientos comerciales de 2005 exigía licencia para establecimientos superiores a 500 metros cuadrados, vinculadas a cupos por zona con criterios de carácter económico y superficies máximas y justificadas por razones imperiosas de interés general.

La Junta tramitó hasta la liberalización 27 licencias, trece de ellas de más de 500 metros y menos de 2.500, con otras tantas aperturas con una superficie global próxima a 16.000 metros cuadrados. Asimismo, por encima de los 2.500 metros, se tramitaron 14 licencias, de las que caducaron tres, una se modificó, y diez acabaron en aperturas, con 90.000 metros de extensión global.

El Ejecutivo autonómico había recibido y no había resuelto antes de la liberalización en 2010, un total 17 peticiones de licencia con menos de 2.500 metros, que dejaron de requerir con la nueva regulación su autorización administrativa. Asimismo, arrastró de la etapa anterior siete peticiones para abrir establecimientos de más de 2.500 metros, ya en plena crisis. En este sentido, de éstas, cinco caducaron, una está pendiente (Erosmer Ibérica, en Segovia – 9,548,7 metros cuadrados ); y sólo acabó en apertura la de Ikea, en Arroyo de la Encomienda (Valladolid), con casi 88.000 metros, que se resolvió el 4 de enero de 2010.

Las peticiones a partir de la transposición de la Directiva de Servicios, en el decreto ley 3/2009 de 23 de diciembre, de Medidas de Impulso de las Actividades de Servicios en Castilla y León, que entró en vigor el 27 de diciembre de 2009, que sólo exige licencia para las grandes superficies, por encima de 2.500 metros, sólo han llegado a una docena, con una sola apertura, el Decathlon, también en Arroyo de la Encomienda (Valladolid), con 8.984 metros. Del resto, tres han caducado, en una hubo desentimiento; cuatro se modificaron y otras tantas están pendientes: Leal Decoración y Asua Grupo Inmobiliario, en Burgos, con 24.393,6 y 18.928,68 metros cuadrados, respectivamente ; Bogaris Retail en León, con 18.291,68 metros cuadrados de concesión; y Decathlon, en Carbajosa de la Sagrada, Salamanca, para un traslado, con 3.639,46 metros.

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