El gerente asegura que la tripulación del helicóptero Pegasus no entró en las bodegas

El helicóptero puede que estuviera, tal y como dicen los testigos, aunque yo no lo vi, pero lo que tengo claro es que en mi empresa no entró nadie, y menos de uniforme», ratificó el gerente, cuya bodega linda con la finca en la que los vecinos sitúan el aterrizaje del Pegasus a las 11:30 horas de aquel último sábado de agosto de hace tres años. Este terreno se encuentra cerca de la salida del pueblo hacia Cuéllar de la carretera que une Peñafiel con Campaspero y la localidad segoviana.

El sorprendente viaje del helicóptero de la Dirección General de Tráfico hasta una localidad que se encuentra fuera de su demarcación ya fue investigado por la propia DGT en su día, aunque el expediente abierto se archivó, si bien la denuncia inicial por parte de un testigo fue retomada el año pasado por la Fiscalía de Valladolid, que llevó el caso al juzgado al tratarse de un posible delito de malversación de caudales públicos por parte de la tripulación en el caso de demostrarse que fue un vuelo privado con un transporte oficial. La pena que conlleva oscila entre los dos y los cuatro años de prisión.

«A mi me llamaron del juzgado por esta historia y lo único que dije allí y repito ahora es que aquí no vino nadie y que tampoco vimos siquiera el helicóptero», añade el bodeguera de la localidad, de apenas un centenar de habitantes, situada nueve kilómetros al sur de Peñafiel.

La investigación judicial continúa su curso, con la toma de declaración de testigos directos de la presencia del Pegasus en Fompedraza.